viernes, 6 de julio de 2018

Víctima de un Milagro


En el horizonte se ven maravillas que bajan del cielo y otras que suben del suelo. 

Los cielos se abrieron y las aguas del mar se elevan y en el horizonte parecen que se unen. 

Las aves vuelan y ascienden a cielo abierto, de él bajan hombres alados y en el horizonte parece que se unen y se confunden.

Ver esto me dan ganas de llorar pero no puedo, me inunda una felicidad, observar tantas maravillosas pero ni en sueños pude verlas. 

Islas con mil montañas, elevaciones verdes de las que emanan cascadas de agua cristalina y se pierden en el horizonte, hasta donde estoy me llega la suave brisa, que delicia es como una caricia. 

Los cielos siguen abiertos, las aguas siguen subiendo o bajando ya no se ni lo que veo, en el horizonte todo se confunde. 

Las aves abaten sus alas y sus cantos se confunden con las trompetas que soplan los hombres alados, es una algarabía y yo no aguanto tanta alegría. 

Qué será esta maravilla, me pellizco la piel y no siento dolor solo sensaciones que nunca en mi vida sentí, soy testigo de un Milagro. 

En el horizonte se ven cosas increíbles, arco iris que no tienen principio ni final, colibríes que vuelan en busca de miel, parece que también caen rosas multicolores. 

No hay sol pero siento su calor y su luz es tan clara pero no lastiman mis ojos. 

Cielo y suelo unidos por una extraña e invisible fuerza, nada entre uno y otro, los puedo alcanzar y tocar con el dedo y no me da miedo. 

Oigo llorar a un bebé, pero no es de hambre es de alegría que tontería se parece a mí. 

Y yo sigo aquí, testigo de un Milagro, me pregunto; cómo llegué hasta este mágico lugar, estaré soñando o alucinando. 

Siento en el ambiente el olor y la sensación del amor, no puedo ni imaginar en odiar, puedo lidiar con esto, no quiero parpadear para no desperdiciar este maravilloso momento. 

Parece que neva pero es primavera, todo es verde, no hay maldad ni soledad, el cielo no pone restricción y las aves por fin en él han entrado y los hombres alados ponen sus pies sobre el suelo se les ve consternados jamás los habían usado, caminan y se gozan, logro ver en sus rostros la felicidad. 

Los colibríes se adueñaron de las rosas multicolores y estas les entregan toda la miel que quieran, ahora tienen suficiente energía y el abatir de sus pequeñas alas elevan las cascadas hasta el cielo. 

Mar y cielo uno solo, islas con mil montañas en el centro con variedad de colores verdes, las aguas ahora son transparentes no caen, suben, eso es lo que creo. 

Maravilloso es este único día, cómo será al llegar la noche no lo puedo imaginar.

Así será la eternidad, por ningún lugar se ve principio ni final; cielos abiertos entre el mar y el cielo, nada los separa, hombres alados disfrutan del suelo, parecen niños jugando sobre charcos pero de aguas cristalinas. 

Sin duda alguna estoy siendo  víctima de un Milagro. 

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