jueves, 16 de agosto de 2018

EL cielo y el infierno están aquí, en la tierra



Observando unas fotografías de algunas partes del mundo: Europa, América, Asía y África, mi imaginación me condujo a un pensamiento que a lo mejor no está lejos de ser una triste realidad; maldita realidad. 

Ver una abismal diferencia entre estos continentes, lugares de riquezas, otros de pobreza y los peores, de extrema, pero muy extrema pobreza, y es que, al decir extrema pobreza ya es palabra mayor y esta la vemos en muchas regiones del planeta.

En los ya antes mencionados hay también extrema pobreza, a pesar de las tremendas riquezas que disfrutan unos pocos, claro esto es relativo al país y la región, a sus habitantes, al nivel de educación, pero sobre todo a los mal nombrados políticos, por qué mal nombrados, bueno este es otro tema, pero si buscamos el significado de la palabra y lo que esto representa, nos daremos cuenta de que los que practican esto en algunas partes del mundo la han prostituido al grado de que si, a alguno lo titulan con este título seguro les devolverá con un "su madre". 

Por supuesto que hay países en donde estos señores practican esto con dignidad y por vocación, por servicio a sus compatriotas; lamentablemente no es así en todo el mundo, y es que, da envidia ver a políticos defendiendo con su vida a estas naciones; no así, a otros asegurando su futuro y el de sus familias y hasta el de sus amigos a costa de la vida de los que le confiaron el poder y de él se afianzaron hasta quedarse como feudos, como si fueran reyes de los viejos tiempos; todo esto que he escrito hasta ahora será tema para otro día. 

Esto precisamente me llevó a la siguiente reflexión, y es que, algunos textos nos hablan de un lugar llamado "el cielo", "el purgatorio" y el más temido por todos; "el infierno" y es aquí donde quiero centrar mi pensamiento.

Si observamos a estas potencias mundiales, la Unión Europea; una que anda metiendo sus narices en países en vías de desarrollo imponiendo modelos de vida que ellos practican pero que en estos países aún no es funcional, y los cuales, obedecen, pues de no hacerlo se les quita la ayuda que supuestamente tuvo que llegar al pueblo y lo peor es que, aún ellos sabiendo que esa ayuda se queda entre los gobernantes, no entienden que sus insinuantes estilos de vida aquí no funcionan, que para que funcione deberemos pasar por todo lo que su propia historia tuvo que pasar (y tal vez ellos avergonzados quieren evitarlo) para llegar a ser como sus países, una utopía con diferencias de entre 200 y 400 años. 

Por otro lado se encuentran los de en medio, o sea, los tercermundistas, los en vías de desarrollo, estos que no son ni de aquí, ni de allá, los que quieren y debieran vivir su vida a su ritmo y no al son que les toquen. 

Ah, pero si que los han de tratar de invasores, de intrusos, y su mayor deseo es que estos pobres buscadores de una mejor vida nunca lleguen a sus fronteras por ser enemigos de sus patrias, pero no lo son cuando buscan despojarlos de sus riquezas o cuando tratan de dejarlos sin identidad y quieren meterles sus ideologías, como quien dice, son los peones en este tablero de ajedrez y poder.

Por último quedan los desprotegidos, los que a nadie les interesa, los olvidados; perdón, pero hasta por Dios, estos que no interesa si viven o mueren, si tienen hambre pero no tienen comida, si tienen sed pero no tienen agua potable, si enferman pero no hay medicamentos, estos si que están jodidos, me he preguntado ¿a caso no son seres humanos también? ¿en dónde están los derechos humanos de los que tanto alardean?

Ya he mencionado tres modelos de vida que son los principales en nuestro planeta, los primeros, los privilegiados, pareciera que viven en el paraíso, en el cielo, entre ángeles, un modelo de vida que todos desearíamos vivir, pero que solo a ellos se les ha permitido vivir. 

Luego quedan los del centro, los del medio, que no son ni de arriba ni de abajo, los que tratan de huir del lugar en donde ahora están, no desean quedarse más tiempo en el lugar donde están, pero tampoco desean bajar el peldaño pues, allí si que estarían bien jodidos, más jodidos de lo que ahora están; estos están en el purgatorio, purgando males no tan graves y que una vez purificados podrán acender hacia el cielo, o si no se enderezan caerán al infierno. 

Estos están vigilados por los de arriba, amenazando con someterse a ellos para ser aceptados a su club, para que reciban sus "alas" y así ascender volando a unirse a ellos, pero también están siendo vigilantes por si no obedecen, su destino es el menos deseado, el mismísimo infierno. 

Por último, y es aquí a donde quería llegar, solo nos queda el infierno y es que pareciera que el infierno está aquí, en la tierra, no abajo de ella, no en sus entrañas; está en la superficie, en apartado y lejano lugar, el cual algunas de sus regiones solo sirven para que les hagan turismo y se atengan a vivir dentro de sus propias leyes, pues de no ser así, su condena será la que sus ojos ven en su visita turística, pero a pesar de que lo que se ve no parece ser tan del otro mundo, hay algunos lugares escondidos, muy escondidos; porque sí, por casualidad o a propósito, no lo sé, la verdad ni me imaginaba que esto pudiera estar sucediendo en mi planeta, pero sí, así es, y lo que más me duele el alma es no poder hacer nada, nadie puede o nadie quiere hacer nada para no contaminarse con algún demonio de este maldito infierno. 

He visto a personas bebiendo agua que yo jamás bebería en mis cinco sentidos, son aguas negras, aguas compartidas con bestias salvajes, charcos en donde ha quedado agua de un otrora invierno, pues creo que hoy ya ni eso hay, he visto a seres humanos, nuestros hermanos, sin fuerzas para moverse y espantar a un centenar de moscas que les roba la poca hidratación de sus esqueléticos cuerpos, cuerpos sin una porción muscular, cuerpos que no son más que huesos cubiertos por su piel, es como si ambos, hombre e insecto compartieran algo de cada uno. 

Llegué a pensar, que el insecto no se alimenta del ser humano que esta siendo invadido por decenas de moscas y estas lo que hacen es que les comparten de sus alimentos para que no mueran. 

He visto a estos cuerpos esqueléticos inmóviles, sin aliento para externar una sola palabra mucho menos para mover un dedo, rodeados por aves de rapiña, como fiel presagio de una próxima muerte y están al asecho para tomar como alimento lo poco que les queda, tal vez sus ojos, el pellejo, algún órgano, porque proteínas como músculos no hay. 

Pero lo que más me llamó la atención y desgarró el alma, fue ver como estas aves carroñeras con la misma hambre que sus victimas, no esperan a que el alma les abandone y se los comen en vida, vi como estos seres humanos no sienten, pues no tienen fuerzas para sentir, más bien creo que agradecen que estas aves carroñeras les adelanten la muerte y acaben con su agonía.

Mientras en el "cielo", invirtiendo miles de millones en armamentos, para hacer guerras, inventando enfermedades para vender medicamentos, solo por citar un par de ejemplos. 

Mientras en el purgatorio, lugar en donde me encuentro yo, escribiendo esto, queriendo hacer algo, pero sin poder hacer más nada, gritando pero sin ser escuchado, escondiéndome para no ser señalado, intentando sobrevivir, pero con más recursos que los que habitan en el infierno terrenal. 

Y es que me atrevo a asegurar que el infierno esta muy cerca y no está bajo tierra, esta sobre ella, pero en un aparatado lugar, lugar de donde una vez fueron sacados muchos, los cuales vieron y sintieron que saldrían de su infierno para ser llevados al lugar en donde me encuentro, pero salieron de Guatemala hacia guatepeor, pues fueron echos esclavos y tratados como animales, no, peor que ellos, al final de cuentas deberían estar agradecidos pues, fueron arrebatados del mismo infierno. 

Sin embargo todos los que al fin "lograron terminar con aquella pesadilla que se le llamó racismo" y hoy día son uno más de esos potentados, algo les pasó que se olvidaron de sus raíces, se olvidaron de estos olvidados, de estos condenados a vivir entre las llamas figurativas del fuego.

Saben, creo que desearían morir calcinados en un segundo que morir de la manera en que mueren.


Continuará... Porque esto apenas ha empezado, ¿quieres contribuir a esta nota, has tu parte entonces?


Su amigo SergioRaga

 

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