sábado, 27 de septiembre de 2014

El Gato que está!

Erase una vez un niño y un hombre, sobre el tejado de su casa en la oscuridad de la noche, ambos hablando trivialidades, el hombre le dice al niño. 
_Bueno, ya estuve un rato contigo, me voy a entrar que el noticiero esta por empezar. El niño lo tomo de la mano impidiéndole que se entrara en la casa. Y ésto le dijo. 
_¡Mira al cielo! _Y, dime que es lo que ves. El hombre se quedo parado al lado del niño y su rostro elevo hacia el cielo, el cual se encontraba tan oscuro, sin estrellas, ni luna; debido a la nubosidad que en ese momento había. Sin embargo, el hombre forzaba su vista para tratar de ver algo en la inmensidad y la profundidad del firmamento nocturno, al rato le contesto al niño.
_¡No veo nada! 
_Y, ¿tu qué es lo que ves? Le pregunto al niño. Este de inmediato le respondió.
_¡Lo que veo es maravilloso papi! _¡Hay una telaraña de luces pirotécnicas, de colores maravillosos y en cada explosión, el cielo se ilumina con maravillosos colores: Azules intensos, Rojos incandescentes; formando figuras increibles: Gatos enormes de colores, elefantes arrojando luces de colores por su trompa, naves galácticas que viajan a una gran velocidad, pero al estar sobre nosotros hacen una pausa y los hombrecillos que las conducen, sacan sus manos por la ventanilla y nos saludan. El hombre, que aún veía hacia el cielo y por más que se esforzaba y habría los ojos, los cuales casi se le salían de sus órbitas, por tanto esfuerzo tratando de ver las maravillas que el niño le narraba, tambien se los limpiaba, con sus manos y volvía a ver hacia el firmamento, pero él, solo lograba ver un manto lleno de oscuridad en ese firmamento enorme. 
_¡Oye! ¡Un momento! Le interrumpió el hombre al niño y agrego. 
_¡Me estas haciendo trampa, pues tienes los ojos cerrados! 
_¡Déjate de tonterías! me voy a ver el noticiero. El niño lo volvió a detener y le dijo. 
_¿Porqué no intentas ver de nuevo? ¡solo que esta vez cierra tus ojos y usa tu imaginación! _¡Vuelve a ver como lo harías si aun fueras un niño! Entonces el hombre un poco escéptico y para darle gusto al niño cerro sus ojos y elevo su rostro nuevamente. El niño le pregunto
_Dime papi, ¿qué es lo que ahora vez? El hombre aun no podía ver nada, seguía viendo una profunda oscuridad, ahora la negrura era mayor que hace un instante. Éste se molesto y le dijo al niño.
_¡Déjate de boberías! ¡no veo nada! ahora me voy a ver el noticiero, si tu quieres sigue viendo esas boberías que dices ver. El tipo se encamino hacia las gradas que lo llevarían a su sala, pero mientras éste caminaba el niño le decía.
_Esta bien, ve a ver tu noticiero, ahí encontraras: guerras, hambruna, violaciones, asesinatos, secuestros...
El hombre llego hasta las gradas y allí se detuvo e hizo un balance de lo que el niño le habia dicho, entonces se dió la vuelta y con el niño volvió.
_Hijo mío, me gustaría ver todo lo que tu has visto, ¿pero cómo hago? El niño lo tomo de su mano y lo invito a sentarse a la par de él, sobre el tejado de su hogar. 
_Es sencillo papi, solo permítele ser libre a tu imaginación, esa que un día la encerraste y engrilletaste, para volverte un adulto. 
_¡Ábrele la puerta de la celda en donde la tienes presa y permítele salir de ahí!
El hombre se estremeció y dejo que su hijo lo guiara, mientras él le permitía a su imaginación ser libre como un día lo fué.
_¡Cierra tus ojos papi y concéntrate! _¡Tu puedes! _¡Eres mi héroe! _¡Yo creo en ti y se que lo lograrás!
_¡Esta bien solo dame unos minutos!
_Tomate el tiempo que quieras. Le respondió el niño. Entonces, ambos sentados sobre la loza de la terraza cerraron sus ojos y vieron al cielo. El niño de inmediato vio lo que antes habia visto. Mientras que su padre se esforzaba por ver lo que su hijo le había narrado. Despues de varios minutos, sentado viendo hacia el cielo con los ojos cerrados, el hombre empezó a ver, como cuando las candilejas del teatro se encienden. Las luces de su teatro mental se encendieron y se corrieron las cortinas, apareció una enorme pantalla en el centro de sus parpados y entonces escucho un enorme ¡Puf! luego, apareció una telaraña de fuegos artificiales, en medio del cielo negro y de inmediato vió todo lo que su hijo le había narrado, él se maravillo de lo que veía, pues él, estaba tan emocionado que ahora le narraba a su hijo todo lo que podía ver y lo que veía era aun mas espectacular que lo que el niño veía. Así estuvieron por mas de medía hora, hasta que la madre del niño subió y los interrumpió.
_¡Amor tu noticiero va por la mitad! ¡ven o te lo perderás! El señor le respondió a su esposa.
_¡Olvídate del noticiero, mejor ven para acá! 
Cuando la mujer se encamino hacia donde se encontraban su esposo e hijo, un gato llego al tejado de la casa en busca de alimentos, al ver a los tres ahí sentados en medio del tejado, éste se asusto y a otros tejados huyó, mientras iba de tejado en tejado, el gato volteaba a ver y lo que éste veía, eran tres bultos sentados sobre el tejado viendo hacia el firmamento, cada vez los tres bultos se hacian mas imperceptibles a la vista del gato, hasta que se perdió entre los tejados del lugar. Lo mismo que la bruma que a esa noche la hacia tan oscura, el gato volteó por ultima vez pero, esta vez lo hizo hacia cielo y éste vio como un parpado enorme se iba abriendo en el cielo y un enorme ojo blanco iba apareciendo, conforme el parpado se habría. El gato le maulló aterrado y corriendo se escabullo. Lo que el gato habia visto era como las nubes se habrían y dejaban salir con todo su esplendor a la luna llena, en cuestión de minutos el firmamento estaba iluminado por ella y las centelleantes estrellas. 
Desde el espacio, la luna logro ver las luces que de la familia se formaban con su imaginacion, ella veía una pequeña llamita de luz en medio de toda la oscuridad en la inmensidad del planeta. 
Entonces la luna a la tierra le sonrió y ésto le dijo.
_¡Aun hay esperanzas!... 


La esperanza humana y del planeta prevalecerá por siglos, mientras exista un niño que logre ver esas maravillas que solo se pueden ver con la magia de la imaginación. Y mientras existan adultos que crean en los niños y dejen en libertad a esa maravilla que encerraron cuando maduraron y en adultos se convirtieron, eso que llamamos imaginación. Entonces habrá una esperanza para éste planeta, el cual cada día se contamina más, con: la falta de comunicación entre miembros de una familia, momentos de unidad familiar, platicas y juegos entre padre e hijos... Todo ésto, a causa de las tecnologías modernas, la avaricia, las malas noticias, la desesperanza, la maldad, los niños creciendo demasiado rápido.
Volvamos a nuestras raíces, que ahí esta nuestra esencia y el futuro para un mundo mejor.



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