viernes, 30 de septiembre de 2016

Tu chispa soy


Hace frío aquí, extraño el calor que había en ti, 
que vive en tu piel, de la cual su piloto soy pues, 
sin mí, un tempano eres, te hace falta 
quien encienda la llama del amor en ti 
y para ello nací yo.

Por eso me buscas con desesperación 
pues, ahora mueres de frío. 

Lo sé, te veo tiritar, te hace falta mi amor 
para encender en ti la pasión, 
encender ese bello cuerpo 
y ponerlo a arder de pura pasión, 
a temblar de pura emoción, a imaginar con ilusión, 
a gritar con desesperación, ¿comprendes lo qué para ti soy?, 
me necesitas, cómo necesitamos del a gua y del sol 
para sobrevivir, para entregar todo ese amor que vive en ti. 

Ahora hace frío, tu piel chinita está, 
un temblor agita a tu corazón, 
necesitas de mi chispa para romper en calores y emoción, 
desgarrar las ropas que te cubren tu piel sensible 
que ahora sufre de frío, con mi piel sobre la tuya 
un incendio de enormes proporciones, 
volcán en erupción, de tus poros brota hirviente lava 
pues, si estas conmigo, adentro de ti, 
tu cuerpo se llenara de magma, 
la que te hará como el combustible, 
causar una tremenda explosión, pero de placer y satisfacción, 
¿lo ves? necesitas de mi piel 
para alejar de ti ese inclemente frío que te hace tiritar, 
debes de entender que tu chispa soy.

Necesitas de mi calor hoy, 
morirás de frío si me voy, si sola te dejo ahí, 
me ves y gritas con tu mirada, una desesperada 
que me dice; invade mi cuerpo con esa chispa 
que tienes para incendiar toda mi piel, 
inundar mi cuerpo con tu magma 
para que de mis poros brote ardiente lava, 
quiero ser volcán en erupción, sentir los temblores 
que mi cuerpo siente cuando estas en mí. 

Deseo gritar por las quemaduras 
que en mis piernas me haces sentir, 
quiero invadir de vapor toda la habitación 
y de gemidos, qué sonidos bellos para ti son.

Reconozco que sin ti un tempano soy, 
sé que eres esa chispa que en mi provoca una erupción, 
la emoción y tambien la ilusión, 
ven con esa llama e incendia mi corazón, 
provoca en mí una catástrofe de grandes proporciones,
que nadie pueda apagar ese fuego
que siento en toda mi piel y que nace en mi corazón, 
justo al sentir que me tocas el piloto, 
tremenda explosión causas en mi ser. 

Que de inicio la erupción, 
que principie el incendio sin precedentes, 
quiero morir con tu fuego y tu pasión, 
pues, chispa eres para mí, 
para iniciar altas temperaturas en todo mi cuerpo 
y erradicar de mi este frío que sin ti, mi cuerpo hoy sufre.

No se me quita este frío 
y tú, me haces sufrir pues te niegas a venir, 
¿por qué lo haces? tu eres mi complemento 
no entiendo por que tanta traición.

Tú no sabes que mi indiferencia 
es para hacerte sentir la necesidad 
que habita en ti por mí. 

No sabes que también muero por ti, 
por iniciar ese incendio en ti, 
que las llamas se propaguen sin control 
de mi cuerpo al tuyo y sentir como tu cuerpo 
se derrite al contacto con el mío, 
esa es la verdadera situación no es ninguna traición.

Pues tambien necesito de ti para sobrevivir 
pues sin ti, una insignifucate chispita soy.

De Regreso a mi Hogar


Esa tarde, dispuse cambiar de vida, me dirigí hasta el lugar en donde una noche que vine aquí las escondí, pues temía que me las robaran y sin ellas nunca podría de aquí a mi hogar regresar, conduje por un par de horas, hasta que al lugar llegué, me bajé del auto, uno último modelo de precio elevado, de esos que solo usan los que tienen poder económico, abrí la guantera y extraje mi agenda, en ella escribí, sobre en una hoja: A quien encuentre este auto. será de su propiedad, atentamente el dueño y lo firmé, rompí la hoja y la deje sobre mi asiento, las llaves las deje puestas en el switch, de nuevo bajé y caminé hasta el lugar en donde las deje hace ya muchos años atrás, escondidas, en ese día que llegué, pensé que pronto por ellas regresaría pues no me hallaría cómodo y feliz aquí, pero vaya sorpresa no fue así, si que disfruté mi estancia en este lugar, aprendí a amar a las personas de buen corazón y aunque mucho luche por no odiar a otras, las cuales eran malvadas, no pude y confieso que los odie y mi odio fue mucho, pedí perdón pues, me enseñaron a perdonar, a colocar mi otra mejía, pero en realidad, que hay personas a las que simplemente no se puede, seguro son hijos del que se tiñe de rojo y con esos no hay manera de reconciliación pues, nunca ponen de su parte. 

Al fin llegué, bien sabía donde estarían, aunque el lugar ya no era igual, todo estaba cambiado, sin embargo con seguridad hasta el lugar llegué y cuando intenté en él entrar, de adentro se escuchó un rugido que mi cuerpo achinó, pues aun en mí la esencia de quien vive en este lugar, pero en ello recordé, que yo no pertenencia aquí, así que sin temor entré, para ahora ya despojado de todo, mi Rolex de oro, mi Gucci, mi Armani, mis Fendi, Joyas de oro y otros accesorios caros a las que me acostumbré y que por aquí son populares y te hacen ser un personaje de valía, un tremendo personaje al cual, todos le abren las puertas; además dejé el efectivo y tambien las tarjetas de crédito, las tenía todas sin excepción, como dije; para dónde voy de nada me sirve nada de estas vanidades y de estas cosas que todos aquí aman como a un dios. 

Por fin, el de adentro seguía con su horrible rugir, se trataba de un tremendo oso gris, como de dos metros de altura y un peso que pudo descabezarme de un manotazo, pero al verme, cómo perrito se volvió y a mi se acercó, me quiso dar calor pensando que recien llegaba, yo lo reconforte y de mi calor le entregué hasta que como bebe se durmió, pobre criatura de Dios, son tan lindos, solo hacen daño para sobrevivir, eso se los enseñó la llamada: Evolución pues, hubo un tiempo que no hubo animal llamado salvaje, simplemente eran criaturas para acompañar al hombre, pero este en eso los convirtió, en salvajes y los obligó a cazar para sobre vivir, pues como dije; la evolución los obligó y en animal carnívoro los convirtió, hace miles de años después de que el hombre llegara a compartir este bello mundo con ellos, pues quienes primero poblaron este planeta fueron estas inofensivas bestias. 

Bueno, una vez mi amigo dormido, que hasta sus ronquidos eran temibles para cualquiera de este lugar pero no para mí, me encaminé hasta donde tenía escondido por lo que regresé hoy a buscar; estaba detrás de enorme roca, que hasta el mismo oso que ahora dormía hubiera sido imposible moviera, ni con una palanca, como dijo aquel, que con ella movería al mismo planeta, ni con la maldita dinamita, bueno compongo la frase, ni con el maldito uso que le dieron a la dinamita, pues a ella no es a quien habrá que maldecir sino a quien la usa para el mal, para hacer el daño. 

Nada en este mundo podría mover esta roca la cual, yo moveré sin esfuerzo, solo la empujaré y como la piedra en el camino esta se hizo a un lado y de adentro una luz tan fuerte salió que por dos segundos ciego me dejó, pero como no pertenezco a este lugar mi ceguera fue pasajera, efectivamente al cabo de dos minutos de no lograr ver nada por la intensidad de aquella celestial luz;  las vi, intactas, como si me las hubiera quitado recién; las tomé entre mis manos y las acaricié, les dije que las extrañé y luego, primero coloqué la diestra y después la siniestra, cuando las tuve en mi espalda las agité, ellas respondieron a mis ordenes, dije todo esta en orden, luego del lugar salí y el oso gris como bebe aun soñando lo que un día fue. 

Al estar afuera del lugar vi al cielo, el cual estaba lindo, despejado, el clima era inmejorable, las estrellas titilaban como diciendo hola, te extrañamos y la luna que estaba redondota como una pelotota, tambien me alumbró y de mi cuerpo al contacto con el plata de la luna mi piel se desprendió, dejando a la vista de mi Creador mi verdadero ser, mi cuerpo ahora brillaba y yo sentía en mí algo, un calor que podría a cualquier humano pulverizar pero para mí era algo reconfortante, luego de ver la belleza que ya nadie ve, por las que vine a este lugar, las extendí, eran enormes y blancas, nunca hubo algo que fuera blanco, no se de donde se sacaron que el color blanco que todos conocen es blanco, esto si es blanco, pero como podrán entender si nunca han querido ver. 

Observé a mi alrededor y vi la majestuosidad de mi Señor, lastima dije; con un suspiro que de mi escapó, si que fue bello, pero ahora agoniza, ya no es lo mismo de cuando aquí llegué, ni cuando fue creado, imagina, si no estaba como cuando fue creado para cuando llegué, ya no era lo que debía ser y ahora, mejor me voy, pues estoy sentimental. 

Agité mis alas de un blanco inimaginable y ellas suavemente me elevaron, yo ascendía y ascendía, como si fuera una nave de Cabo Cañaveral y para el cielo ascendía, yo no debería de dar una vuelta al planeta para poder superar la presión de la atmósfera, ella se abría a mi paso y yo seguí ascendiendo, hasta que a mi vista la tierra una pequeña luz se volvió, una estrella más pero diminuta y eso que mi vista es la de mil águilas, sin embargo aunque ahora ella para mí ya no existía pues ya no la veía, yo seguía en pleno ascenso, a mi lado constelaciones, cometas, otras galaxias, otros sistemas solares con otros planetas similares del que vengo como un infiltrado, pero adonde no ha llegado aun la maldad del lugar de donde vengo, pero yo seguía ascendiendo, luego de varios años luz para los terrícolas y millones de millones de distancia y me quedo corto con la cuenta, pero para que sigo si nadie nunca aquí vendrá, a mis pies quedó el hermoso sin inicio ni final, me refiero al universo, desde donde ahora estoy lo veo todo, tal cual lo ve mi Señor, pues desde aquí todo esta bajo su control, pero debido a una promesa y a una traición, el planeta que hace poco deje, poco para mí, pero no para el que ahí habita, ese lugar esta sin control de nosotros, por ello es que la maldad reina. Pero esa es otra  historia que un día les contaré, tal vez el día anterior a mi regreso, pues llegaremos como ejercito y en breve como hoy les relato esa historia, de porque aquel trato y de porque el origen del mal que ahora asesina a tan bello lugar, en el cual por años viví y mientras estuve ahí confieso, fui feliz, conocí a personas que merecen los vuelva a ver y a otros que los desconoceré pues su maldad nunca deberá de llegar hasta aquí, eso es sencillamente imposible, impensable, para ello nadie tiene el poder, solo existe un Ser, solo Él tiene ese poder y no lo permitirá, eso no. 

Deje de ver para el lugar de mis pies y vi para el lugar de mi rostro y cuando lo hice, como traigo en mí la llave de ese manto negro, un negro que nadie conoce, pues el negro que conocen de donde vengo es claridad aquí, jajaja, para darles un adelanto, aquí es tan oscuro, tan negro que pensarían que no hay nada, pero se asombrarían de las bellezas que hay detrás de este lugar que se ve tan negro y oscuro.

Entonces de ese lugar, el cual parecía que no había absolutamente nada, de ahí salio una luz capaz de destruir a todo el universo y en mi hogar entré, cuando atravesé la puerta de la nada, sonaron las Trompetas Celestiales indicando que un hijo prodigo regresaba de su viaje. 
Al pasar aquel umbral, nada detrás de mí quedó, todo seguía como si nada, como hace un instante, solo se veía ahí el hermoso y majestuoso universo. Y yo, feliz de regreso en mi Hogar.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Mujer salvaje


Tu amor fue salvaje
con fuego de mujer
a eso me acostumbré,
ahora que no estás, se que moriré.

Salvaje tu cuerpo fue
al momento de amar
me supe amalgamar
de cobre nuestro cuerpo fue
el embate de enormes temperaturas pude soportar, 
regresa a mí, salvaje mujer.

Mujer eres una salvaje al momento de amar
y no me quejo, te quiero disfrutar
mi cuerpo contra el tuyo fundir, la perfecta aleación será,
no despegarme jamás de ti, que mi piel 
se queme con tu calor, mujer salvaje, salvaje mujer.

A nadie podré querer
a mujer salvaje me acostumbré
de su cuerpo un adicto seré
en tus calientes piernas deseo morir
y de tus jugos mi sed apaciguaré
quizá sea lo mejor, acaba con mi vida
salvaje mujer, mujer salvaje.

Quien me ve quisiera como yo morir
en brazos de esa mujer
que cada noche destroza mi piel, 
mordiscos, arañazos, golpes esas son sus caricias
para mi las mejores que ninguna mujer me pudo dar
lo salvaje la hacen deseable y enamorado de ella moriré
su perro fiel por ella seré
porque solo vivo por ti, salvaje mujer del amazona de extraje.

SergioRaga 
29/9/16


Mujer salvaje

Tu amor fue salvaje,
con fuego de mujer
a eso me acostumbré,
ahora que no estás,
se que moriré.

Salvaje tu cuerpo fue
al momento de amar, 
me supe amalgamar, 
de cobre nuestro cuerpo fue, 
el embate de enormes temperaturas pude soportar, 
regresa a mí, salvaje mujer.

Mujer, eres una salvaje
al momento de amar
y no me quejo, te quiero disfrutar
mi cuerpo contra el tuyo fundir,
la perfecta aleación será
no despegarme jamás de ti,
que mi piel se queme
con tu calor mujer salvaje,
salvaje mujer.

A nadie podré querer, 
a mujer salvaje me acostumbré
de su cuerpo un adicto seré, 
en tus calientes y ardientes piernas
deseo morir y de tus jugos
mi sed apaciguar quizá sea lo mejor, acaba con mi vida salvaje mujer, mujer salvaje.

Quien me ve
quisiera como yo morir
entre los brazos de esa mujer
que cada noche destroza mi piel;
mordiscos, arañazos, golpes,
esas son sus caricias
y para mi son las mejores, 
caricias que ninguna mujer
me pudo dar. 

Lo salvaje la hacen deseable
y enamorado de ella moriré, 
su perro fiel por ella seré, 
porque solo vivo por ti
salvaje mujer, que del amazona
de extraje.

SergioRaga
5/1/2023




¿Qué será de ti?


Viendo cómo amanece por estos lugares, 
mis ojos se concentran en el horizonte, 
en él, veo los colores maravillosos de los cielos 
cuando el sol nace y mata la oscuridad.
Tu recuerdo llega a mí, pues un día como este, 
el sol fuiste para mí. 

Cada que vengo aquí y veo estos cielos bellos 
cuando salé el astro sol y termina con la fría oscuridad, 
me recuerdo de ti y a la vez me preguntó: 
¿Qué será de ti? 

El tiempo ya pasó y de aquellos bellos momentos 
ya nada quedó, contigo se fue la claridad 
que el sol nos da a todos en cada amanecer. 
Para mí, solo la oscuridad de la noche negra y fría 
sin tenerte junto a mi lado. 

Escuchó las notas que el mar me regala cuando 
pacíficamente baña estas blancas playas 
y en mi mente apareces tú, 
con tu biquini del mismo color blanco, 
de mis ojos brota una lagrima al pensar 
que ya no estas conmigo 
para iluminar mis días solos y largos, 
vuelvo y pienso: 
¿Qué será de ti?

La vida ya no es la misma, te extraño tanto 
y con mis pensamientos me sigo preguntando: 
¿Qué será de ti?

Las nubes por la noche 
a veces son blancas como en el día, 
eso me da la esperanza de que pueda que un día 
de nuevo te encuentre y regreses junto mí, 
mientras ese día llega, 
vuelvo y me pregunto: ¿Qué será de ti?

Mis pensamientos viajan 
mucho más lejos que el horizonte, 
donde al igual que yo, cada día el sol muere 
y se apodera de mí, 
la fría oscuridad de largas noches. 
Me digo: ¿Qué será de ti?

Mi rostro, de la tristeza espejo fiel es, 
en él, todas las desgracias que un día llegaron a mí, 
pensando, que tal vez hoy serás feliz, 
mientras yo sigo con esta vida, siendo infeliz. 

Me voy y regreso de mi viaje,  
mientras conduzco la noche me atrapa 
y la oscuridad se combina con mi alma 
la que un día fue blanca y brillante 
como lo fue tu linda cara. 
Escuchó la musica que te gustaba tanto
y entonces la misma duda 
aparece en mi mente: ¿Qué será de ti?

En mí, habita una gran tristeza 
y en el retrovisor mi imagen se refleja 
y lo que veo ahí, es la misma tristeza 
que ahora vive en mí, pensando, si serás feliz. 

El humo de un cigarrillo que muere en mi mano 
al igual que muero en tus recuerdos 
me dibujan la triste duda de siempre: 
¿Qué será de ti?

Aquí ya amanece y los árboles hacen una linda estampa 
yo lo que veo, es como las hojas se las lleva el viento, 
me recuerdo cuando tambien te alejó de mí, 
te llevó con él, cómo aquella barcaza que carece de motor 
y se aventura hacia alta mar,
solamente empujada por ese viento que te alejó de mí, 
y yo, sigo pensando: ¿Qué sera de ti?

Me detengo en un lugar de paso, para tomar mis alimentos 
aunque no tengo hambre, pero debo alimentar mi cuerpo 
pues quien alimenta mi alma con el viento se alejó de mí.

Sentado en la mesa del fondo, 
para que nadie vea mi rostro triste 
y que no se compadezcan de mí, 
cuando miren fundirse mis lagrimas con esta brisa gris 
que por esta demacrada ventana entra 
y da contra mi rostro. 
El humo que sale de mi café, dibuja 
justo frente a mi, la misma y única pregunta: 
¿Qué sera de ti?


¡Fly Robin Fly! (La Fábula)


El capullo de una oruga recien empezaba a desquebrajarse, a romperse y de adentro se movía con ansiedad de salir de su aprisionada crisálida, una mariposa, que hasta hace unos días fue una oruga, la ahora mariposa de bellos colores lentamente extendió sus hermosas alas, las cuales aun se veían muy débiles, incómodas para alguien que nunca había volado más que solo se había arrastrado, entonces Robin, la ahora mariposa, empezó a ejercitar sus hermosas alas, tiernamente y suavemente las agitaba, era algo extraño para él, quien había muerto como gusano y regresado a la vida como una hermosa mariposa, muy similar a las santas escrituras que dicen: "...Quien en Mí crea nacerá como nueva criatura...".

Por fin, luego de de varios minutos ejercitando sus alas, logró por fin salir de su crisálida y ella ahí quedó, pegada en el palo de una planta; Robin, quien seguía agitando sus alas, caminó sobre su crisálida y ascendió, lo que Robin ignoraba, era que no más lejos que un metro aproximadamente, lo observaba con curiosidad y hambre un Camaleón, el cual utilizando sus artimañas y su perfecto camuflaje se acercaba sin que él lo viera, para colocarse en distancia y posición de tiro, pero cuando; Malechor, el Camaleón estuvo en posición y lugar perfecto, se preparó para lanzar su lengua y atrapar con esa pegajosa saliva a Robin, quien aun no iniciaba ni su primer vuelo, Robin no se estrenaba aun como mariposa y ya estaba siendo preparado para alimento, la muerte de nuevo lo acechaba. 
Cuando Malechor hizo todo su ritual y a Robin estuvo justo en la mira, se preparó para lanzar su mortal golpe, pero en el preciso momento, Robin se lanzó al vacío y estrenó sus alas, Robin estaba volando y la experiencia era de lo mejor; él, quien aun viajaba por los aires con temblores en su cuerpo y sus hermosa alas, revoloteaba por ahí cerca, para por si acaso algo no salia bien se haría de nuevo al palito que sostenía a su sarcófago de transición o de metamorfosis, algo que alegró mucho a Malechor, pues mientras Robin volaba aturdido, a veces se acercaba mucho a quien lo deseaba de alimento y entonces, de nuevo Malechor hizo el mismo ritual anterior, para lanzar su proyectil retráctil, lo tenía donde él deseaba, pero Robin quien aun ignoraba los peligros que le asechaban, escuchó una vocesita que le gritaba desde; quién sabe dónde.

- ¡Vuela Robin! ¡vuela!... ¡Vuela Robin! ¡vuela!, hasta el cielo será lo mejor.

Esto, aturdió más a Robin. ¿Quién le gritaba y por qué razón le pedía que volará rápido y mejor si era para el cielo? Pero, ¿qué es el cielo? Mientras Robin asimilaba todo, Malechor estaba listo para esta vez no fallar. Pero de nuevo se escuchó a alguien gritar.

- ¡Vuela Robin! ¡vuela!... ¡Vuela Robin! ¡vuela!, hasta el cielo será lo mejor.

Robin pensó; mejor lo hago, pues presiento algo malo si no lo hago y el pobre de Robin agitó desesperadamente y ademas torpemente sus alas y el aire que estaba al frente no le dejaba avanzar, pero si le permitía hacia el cielo acender, mientras más agitaba sus alas, su corazón asustado le latía desesperado; pues, quien le advertía, seguía en las mismas gritando.

- ¡Vuela Robin! ¡vuela!... ¡Vuela Robin! ¡vuela!, hasta el cielo será lo mejor.

Malechor, lanzó su proyectil, este salió como en cámara lenta y con rumbo hacia su objetivo mientras que Robin agitaba sus alas para avanzar, pero solo lograba acender y así lo hacía, justo cuando escuchó de nuevo el mismo grito.

- ¡Vuela Robin! ¡vuela!... ¡Vuela Robin! ¡vuela!, hasta el cielo será lo mejor.

Robin tomo fuerzas de flaqueza y logro acender un centímetro más y cuando lo hizo, sintió el guadañazo de la muerte que le soplo por la espalda, el golpe que dio la lengua de Malechor hasta le hizo avanzar un poco más, pero lo desequilibró y por segundos Robin se descontroló; cómo aquel helicóptero que esta en problemas y que si no lo controlan pronto, podría zozobrar, Malechor quedó con dolor en su lengua y con mucha hambre, decepcionado, colorado se puso. Fue cuando Robin lo vio y supo que estuvo a punto de morir, pero que ahora estaba seguro, pues estaba fuera del alcance de Malechor, pero aun volaba fuera de control y de nuevo Robin escuchó la vocesita, ahora mucho más lejos.

- ¡Vuela Robin! ¡vuela!... ¡Vuela Robin! ¡vuela!, hasta el cielo será lo mejor.

- Pero, ¿qué diantres? Dijo Robin, si ya estoy lejos del malvado y colorado que me quiso comer. Robin aun descontrolado iba con rumbo a una trampa, de la cual nunca podría escapar y en ella lo esperaba otro malvado y hambriento, era Colorado Eight, quien se sobaba sus manos y preparaba los colmillos de sus mandíbulas y Robin, sin percatarse, solamente tratando de estabilizar su torpe vuelo. De nuevo la vocesita.

- ¡Vuela Robin! ¡vuela!... ¡Vuela Robin! ¡vuela!, si lo haces para abajo será lo mejor.  

Entonces cuando Robin estuvo a punto de enredarse en la tela de araña de Colorado Eight, supo que si alguno de sus miembros la tocaba quedaría ahí atrapado y podría como alimento de quien con boca babienta lo asechaba ya en la orilla de su enorme trampa de casi dos metros, entre árbol y árbol, justo arriba de donde Robin recien nacía, pues el aire lo elevó hasta ahí. Robin al ver que moriría, logró recuperar el control y su vuelo cambió y ahora con mayor pericia que hace unos minutos, hacia abajo voló.

- ¡Uffff! Dijo un sudado y afligido de Robin, pero mientras bajaba, vio unas flores multicolores que le llamaron la atención y además ya necesitaba de combustible, que decidió acercarse a ellas para beber de su néctar y  cuando estuvo sobre una bella flor y de ella su miel bebió, de nuevo, él escuchó.


- ¡Vuela Robin! ¡vuela!... ¡Vuela Robin! ¡vuela!, sal de ahí, eso será lo mejor. 

Robin, quien ya había comprendido que mientras escuchara esa vocesita era porque un peligro había aunque él no lo veía; y sí, esta vez una Mantis Religiosa de color verde claro, justo a su lado, parecía otro palito pero sin espinas del rosal en donde se alimentaba Robin, la Mantis permanecía inmóvil, era el temido; Sam Patas Largas, quien como monge, parecía daba gracias al Creador por los alimentos frente a él servidos y cuando este lanzó su zarpaso para atrapar a Robin, este levantó el vuelo y solo sintió un roce en una de sus patas traseras, volteo y entonces ahora sí vio a Sam Patas Largas, pues se había movido y cuando este estaba en movimiento era fácil de ver.

Robin dijo para si.

- ¿Quién será mi protector? ya son tres, las veces que me salva la vida; además, pensó.
- La vocesita no vino del cielo, mucho menos de los costados; además, para lograr observar todo lo que yo no vi, tendría que estar en lugar especial, estratégico, así que vio para donde nadie pensó y ahí abajo se encontraba una Oruga verde con rayas negras comiendo plácidamente una hoja verde, dijo Robin.

- Seguramente ese extraño ser, fue quien me avisó de mis trágicos encuentros. 

Ahora Robin ya era un experto en el arte del vuelo y mientras lo veía, a quien él creía lo había salvado de la muerte, pudo  ver que para donde él estaba, se dirigían, un ejercito de Hormigas Rojas; esas implacables, que lo que encuentran en su camino lo asesinan, como lo haría cualquier otro ejercito en el mundo. Robin pensó. 

- Halla sido él o no, lo salvaré de esa horrible y segura muerte, pues a alguien tengo que devolver la bendición de estar aun con vida.

Y, con pericia hacia la Oruga verde y de rayas negras voló y cómo pudo la sostuvo y la elevó con él, lo hizo justo cuando las hormigas rojas estaban por atacarlo, el general del ejercito rojo, Don Maquiavélico Red, ordenó a sus soldados hacer una escalera para llegar hasta dónde se encontraban, Robin y la pesada Oruga verde con rayas negras. La Oruga al ver que la escalera rápidamente le daría alcance; a Robin le dijo.


- ¡Vuela Robin! ¡vuela!... ¡Vuela Robin! ¡vuela!, si lo haces rápido será lo mejor, sino ambos moriremos hoy.

Robin al escuchar a su amigo de color verde y con lineas negras, supo que era a quien le debía la vida y por ello, sin saber cómo, sacó fuerzas y rápidamente se elevó hasta un punto en donde las hormigas rojas quedaron burladas.

- ¡Gracias Robin! me has salvado de una horrible muerte.Dijo agradecida la Oruga de color verde y rayas negras.
- Por el contrario amiga Oruga, soy yo, quien te agradece las veces que me salvaste hoy la vida. Y lo hiciste sin conocerme, ¿por qué lo hiciste? Dijo con dudas Robin, mientras buscaba un lugar seguro para ellos dos.
- ¿No me reconoces? o mejor ¿no me recuerdas amigo Robin?
- ¡No! Dijo ahora mas extrañado Robin.
- Pues, te recuerdo, hace unos días tú eras otra oruga igual a mí, solo que eres mayor y a mí me falta mucho para mi metamorfosis; pero, mientras fuiste una Oruga verde y con lineas negras como yo, siempre estuvimos juntos, hasta que llegó el día yo te ayude a encontrar el mejor lugar para hacer tu crisálida.
- ¡Ah! ¿entonces nos conocemos de antes?
- Así es amigo Robin, soy Mario.

Robin hizo un esfuerzo y cómo una imagen borrosa logró visualizarse con su amigo Mario cuando fue oruga tambien.

Robin y Mario siguieron juntos hasta que el tiempo pasó y a Mario le llegó el día de hacer su crisálida, Robin esperó por el sector, volando audazmente por todo el lugar; un enrome jardín en una mansión a las afueras de la gran ciudad. El tiempo necesario pasó y Mario de nuevo a la vida regresó pero ahora como otra hermosa mariposa, cuando lo hizo, torpemente como Robin voló, pero él estaba ahí para ayudarlo y protegerlo de los malvados que vivían en aquel enorme jardín y cuando pudieron, juntos volaron, se divirtieron mucho juntos, lo que mas les gustaba era volar hacia el cielo, un lugar que anteriormente solo vieron y que ahora lo podían ver de más cerca; además, se posaban a descansar en el sombrero de don Marcos, el jardinero, quien disfrutaba de ver a sus hermosas amigas descansando sobre su sombrero y él tambien las protegía. 
Luego de beber rica miel, y de descansar en el sombrero de don Marcos. De nuevo se escuchó la misma vocesita.


- ¡Vuela Robin! ¡vuela!... ¡Vuela Robin! ¡vuela!, que el cielo nos espera...


La vida, nos da una segunda oportunidad de vida cuando estamos por el suelo arrastrándonos, se dice que hemos tocado fondo, pero si nos reponemos y aceptamos que no estamos bien y que podríamos estar mejor; Dios nos da la oportunidad de volar cómo lo hizo con Robin y Mario. Además, habrá que ser agradecido con quien sin interés nos ayuda y ser sabios de escuchar lo que nos aconsejan, pues de eso puede hasta depender nuestra vida y en la primera oportunidad, no buscar a quien te hizo el favor para devolverlo, si no, darle el favor a tu prójimo; pues, ¿quién sabe? y fue él quien sin saberlo un día tu vida salvó, puede que ese extraño el día de hoy, fue tu mejor amigo en otras circunstancias y tiempo de tu vida y que te lo has encontrado, pues asi es el destino y ayudándolo tu mejores en todo sentido y que juntos después, puedan superarse y alcanzar lo que un día pensaron era inalcanzable. 
En pocas palabras; confía en Dios, ten fe y esperanza, pues nunca sabes cuando necesitaras de alguien; por ello, siempre sé humilde y accesible, en las malas y en las buenas, dar sin ver a quien, pues, ¿acaso no se trata de esto el diezmo?
Amigo, sé como Robin y vuela amigo, vuela y si es para el cielo, mucho que mejor.


                  

                                     El Fin

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Raúl


Raúl salió aquella noche de su hogar en busca de su hermana, sin saber que se encontraría con algo que nunca pudo imaginar, la noche era inusual, se sentía fría, la luna, aunque brillaba en el firmamento se veía pálida, como el futuro de Raúl, él viajaba en un Fiat propiedad de su hermana, el auto equivocado, en el día equivocado, detrás de él, sin que lo supiera, alguien con sus ordenes.
Raúl entró a la gasolinera pensando dejar el tanque lleno a su hermana, una maestra a la cual recogería esa noche para llevarla sana y salva hasta su hogar, Raúl era un buen hermano, con amigos que él consideraba como tales, pero ellos a él solo lo utilizaban, por su popularidad en los deportes pues, resulta que Raúl era el portero de un equipo de renombre acá. 
Dijo buenas noches al que llenaría el tanque del Fiat, luego le pagó y su propina le dio al chico del gas, este lo agradeció y hasta la cachucha se extrajo, Raúl siguió su camino y cuando avanzo unas pocas cuadras; en una calle vacía, como los cobardes que eran le atravesaron los autos, quienes por las ventanas vieron, se repitieron; pobre hombre pues, son son autos del estado. Aquellos eran característicos, no se les perdía la huella, Raúl espero adentro del Fiat de su hermana, a su corazón llegó la adrenalina lo que le hizo latir apresurado, como deseando salir huyendo de ahí, pero eso no era posible ya, del auto del gobierno salieron dos enormes hombres con armas en mano apuntando al Fiat. 
Al llegar hasta el Fiat, le hablaron con improperios, uno lo extrajo del auto y lo metió con lujo de fuerza al sillón trasero,; Raúl no dijo nada, solo obedeció, pensando que todo estaría bien, pues el que nada debe, nada teme. A su lado se sentó el otro, quien aprovechó y culatazo en el estómago le propino y Raúl sin decir aun nada, mientras recibía tremenda paliza, el otro conducía y por el retrovisor disfrutaba del espectáculo, los otros autos los escoltaron por unas cuadras más hasta que los dejaron solos, para no levantar sospechas, el Fiat fue conducido por calles que Raúl no conocía y entonces preguntó; perdón, pero qué sucede, seguro con alguien ustedes me confunden, por qué no se llevan el auto y me dejan por aquí, pero la respuesta fue otro golpe más y ellos, como demonios reían disfrutando de su trabajo. Cállate maldito comunista, sabemos bien quien sos y lo que haces tú y tus camaradas, quieren derrocar el gobierno, pero al igual que los otros, que pronto caerán les espera lo que pronto tu sabrás; nunca debiste convertirte en comunista. Pero señores, yo lo que soy es deportista. Y, en su boca otro golpe, el cual lo dejó unos minutos inconsciente. No lo mates, aun tenemos que sacarle información de donde se encuentran sus camaradas y muerto no nos sirve de nada. 
Luego de pasearse por calles y avenidas, llegaron a un lugar secreto del estado. Llegamos señor, el jefe de los chicos malos vio al pobre desgraciado, quien aun estaba dormitado, casi moribundo y dijo; llamen al informante. Del lugar salió un tipo a quien solo le enseñaron el auto, este dijo; ese es, no hay duda. Esta bien, es suficiente, fuera de aquí. El informante asustado salió del lugar y en breve se escuchó una detonación. Por bocón la vida perdió, pues ellos, los hombres del estado no deseaban dejar un solo cabo suelto, tenían el auto y seguramente quien lo conducía era a quien ellos deseaban. Del auto extrajeron a Raúl, lo entraron en un asqueroso cuarto, el cual olía a sangre humana y tambien se sentía a la muerte, lo sentaron en una silla de palo blanco, la cual pintaba corinta de tanta sangre que en ella se derramó, lo ataron de pies y manos y ya asegurado, con balde de agua fría lo regresaron a su triste realidad, Raúl despertó creyendo que todo era una pesadilla, pera la suya apenas empezaba y la noche aun era joven, además los sátiros estaban ansiosos de sangre humana y preparaban sus instrumentos de tortura, tambien se colocaban las manoplas, pues estaba pronto a iniciar el show. 
Raúl vio las caras de sus secuestradores, en ellos se reflejaba la maldad y en sus ojos la lujuria por la sangre y el dolor humano, ellos disfrutaban con el dolor del prójimo. Raúl, en ese momento supo cual sería su futuro y deseo la muerte, pero antes, en su  mente, las caritas de sus hijas y de su esposa Julia. 
El interrogatorio dio inicio y Raúl escuchaba sin oír, pues no entendía nada de lo que lo acusaban, mucho menos de lo que deseaban escuchar de él; datos de otros tipos a los cuales ni siquiera conocía, pero si escuchó un nombre conocido entre los mencionados, cuando lo escuchó solo dijo; así qué a esto te dedicabas, pero te perdono amigo, me tocó a mi dar la vida por nuestra amistad.

Mientras, ahora seguro ya aquí no estás, estarás cruzando la frontera con rumbo a tu país, ahora entiendo porque tu auto nunca estuvo en buenas condiciones y usabas los míos y hasta el de mi hermana a quien decías que amabas, lo que me duele es que no veré crecer a mis hijas y a mi amada Julia ya nunca la volveré a ver. 
Mientras Raúl todo esto pensaba, su cara y su cuerpo estaban irreconocibles, Raúl era un despojo humano, un hombre sin alma, solo un cuerpo, pues su fe hizo que de su cuerpo levitara su alma inocente y buena y él no sufrió cada golpe, cada inimaginable tortura ideada por mentes retorcidas, que tienen el poder de decidir quien vive y quien muere. 
Al termino de pocas horas Raúl se largó y su alma este mundo dejó. Ya déjalo, el maldito murió y no dijo nada, las paredes estaban salpicadas de más sangre inocente, pues como Raúl, muchos más seguramente estuvieron ahí, sin saber por qué, pero Raúl si lo supo y le dolió, pues se trató de un gran amigo, su hermano, a quien le abrió las puertas de sus hogar, las de sus empresas, sus autos, el calor de su familia, todo esto él recibió de su amigo Raúl y al saber que Raúl desapareció del pais se largó pues, supuso que Raúl lo iba a traicionar. 
Mientras el amigo de Raúl escapaba por una de las fronteras, Julia recibía la llamada de la hermana de Raúl preguntando por que nunca por ella llegó, Julia sintió que su corazón se arrugó y días, meses en su búsqueda ella pasó, pero sin tener éxito, pues de Raúl nada se supo hasta la fecha. 

Los asesinos de Raúl al verlo muerto, lo desataron y como bestia a su cuerpo lo trataron, lo llevaron hasta el Fiat, subieron con el cuerpo sin vida de Raúl y tomaron con rumbo al Atlántico; Raúl viajaba en el maletero, mientras en el Fiat, cuatro trabajadores del servicio secreto del estado iban haciendo bromas de los lamentos de sus victimas, ellos disfrutaban de su trabajo. 
Luego de más o menos tres horas de viaje con Raúl dando tumbos en baúl, llegaron a un lugar en donde entraron, el camino era de terracería, por ese camino estuvieron como otra media hora, hasta que por fin llegaron al lugar a donde se deshacían de su equipaje; parquearon el Fiat y del maletero lo extrajeron; de ese lugar, solo se escuchaba una turbulenta corriente de agua, el famoso Motagua, al que apodaban: Motagua tu tumba, a Raúl lo tomaron, uno de una pierna y el otro de la otra y lo arrastraron hasta que llegaron a un lugar especial para dar termino con su evidencia, al estar ahí vieron con respeto al caudaloso río y el cuerpo de Raúl, ahí fue a dar, la corriente le dio la bienvenida;  revolcándolo entre sus piedras, destrozando su cuerpo atlético de deportista, el cual las fuertes corrientes lo arrastraron y entre arena y rocas el cuerpo de Raúl se hundió y nunca más apareció. 
Seguro llegó a unirse con otros cuerpos inocentes que un día estuvieron en el lugar equivocado, a la hora equivocada y al igual que Raúl, sufrieron las más horrendas muertes provocadas por un "ser humano" hacia otro, de su misma especie, esos son los peores y mayormente malvados. 
Estos, al ver que nada quedó del pobre Raúl, cogieron el Fiat y a la capital volvieron, en un lugar los esperaban sus secuaces y autoridades del gobierno de turno, bajaron del Fiat, al cual abandonaron. 
Se subieron en sus carrozas de muerte y por las calles con sus chistes se perdieron en busca de una nueva victima, pues esto era de todos los días, era su trabajo, acabar con personas inocentes entre otras que su delito era pensar diferente, dejando a familias desechas y muriendo de dolor por su ser querido al que no pudieron dar una cristiana sepultura. 
Mientras tanto, Julia... Bueno, ya conocen su historia. Esta historia es la de Raúl, su esposo el que nunca volvió a casa.



A la memoria de mi suegro, a quien no tuve el gusto de conocer, lo que sé, es porque lo escuché de boca de quienes vivieron horrible pesadilla. Qué Dios los tenga en un lugar especial a los mártires de mi amada patria de tiempos que nunca podremos olvidar y que hoy, entre nosotros, como personas ejemplares e hijos de Dios viven.
Me refiero a aquellos que su trabajo tanto disfrutaron. Seguro estoy que Dios espera por ustedes, para que tengan un juicio mucho peor del que ustedes le dieron a sus victimas.

martes, 27 de septiembre de 2016

Un Cyrano de Bergerac en el amor


Por aquellas fechas, era un simple y triste observador de parejas que se amaban o fingían que lo hacían, habían aquellas que se enamoraban de quien era popular o buscado por las chicas más bellas del colegio y después del trabajo o simplemente porque esa era la tendencia, sí, una que supongo no ha cambiado; nacer con una belleza física, da mil oportunidades, no así para los que no éramos agraciados, ni caritas, ni con buen cuerpo; en fin, todos unos chicos amorfos o los tambien llamados por los letrados, un Cyrano de Bergerac en el amor
Todos recordamos su historia (aunque ficticia), un dotado de virtudes, enamorado de su prima, pero lamentablemente no muy agraciado, un hombre estéticamente no grato a la vista. 

A pesar de mi corta edad, eso me preocupaba mucho, el hecho de no conseguir a alguien a quien amar, con quien por las calles de la mano pasear. 
Pues, escuchar de boca de las chicas que me gustaban: Ese no me gusta... Por mi que se muera... y, otras más que duele escribirlas. Mi consuelo; No fui, ni soy, mucho menos seré, el único.  Entonces al darme cuenta de que no había manera de cambiar aquella mala suerte... 

Un día, vi algo que me llamó la atención poderosamente; frente a mis narices, la cuales no eran como las del pobre Cyrano, la verdad que no estaba mal por ella, a mi lado pasó un tipo, el cual a su lado, Cyrano sería un Adonis de lo feo que este estaba, sin ofender, hasta con labio leporino y junto a él, una rubia de linda cara y cuerpo espectacular, la verdad que junto a mí, otros, todos quedamos pasmados, lo que sí es cierto, es que eran un par de drogos y quizá, esa era la excusa del por qué, el tipo tan feo llevaba pavoneándose a tremenda chica, la cual no tendría para la droga y él sí. 
Lentamente nos fuimos diseminando, cada quien siguió su camino, conmigo se fue ese pensamiento, cómo era posible que chico tan feo y sucio, llevara lo que yo tanto deseaba, debería de convertirme en un drogo para poder realizar mi sueño, era un precio muy caro para cumplir mi sueño, pero si no hubiera encontrado la solución, seguro lo habría hecho, pues mi obsesión por estar con una bella chica era superior a mi fuerza de voluntad, pues, sí podría salir con alguna chica que sufriera de mi problema, eso significaba que ella fuera mucho más fea que yo. Pero debo anotar, que tambien se da ese caso, ver a una horrorosa mujer tomada de la mano de un Adonis, tal cual, (pero esta será otra historia).

La investigación dio inicio, pues yo era un chico con una inteligencia que superaba a la belleza de la que otros disfrutaban, ellos tenían lo que yo deseaba, simplemente por ser hermosos, pero detrás de toda esa belleza habitaba un ser idiota y no lo digo por rencor o envidia, pero así era.

Alguien un día me dijo: 

- Yo tengo chicas bellas sin ser uno de esos idiotas, lo logré, porque tengo algo que a ellos les falta. Yo pregunté con ansiedad. 
- ¿Qué tienes? Y él respondió.
- Yo tengo esta bella, nueva y lujosa motocicleta y en mi bolsa, dinero para invitarlas a lo que quieran. 
- ¡Ah!, eso. Dije, pues desafortunadamente yo, además de feo era pobre, en otras palabras estaba jodido. Pero lo que ese amigo me confesó sin reservas, al contrario, lo hizo con orgullo me dio una nueva perspectiva. 

Busqué a uno de estos cari-bonitos, un amigo quien me debía unos favores y además nos unía una estrecha amistad; lo busqué y le hablé de mi problema, él me dijo, que nada se podía hacer, que era mi realidad y debía de vivir con ella, me sentí cómo El Patito feo del famoso cuento, me quedé pensando y dije; por supuesto que no, esto puede y debe cambiar. 

- Pero, para cambiar mi triste destino me tienes que ayudar; ¿lo harás'? 
Bernardo me vio y me dijo. 
- Claro amigo, con el mayor de los gustos. Pero, ¿cuál es tu maravillosa idea?
- Bueno, tú, harás lo que te pido, nada del otro mundo.
- Esta bien y dime, ¿qué quieres que haga?
- Ok. Harás lo siguiente...

Mi plan dio inicio, se ponía a prueba mis horas de insomnio, mis horas de pensar y pensar, era el momento de la verdad, el momento de todo o nada, sabía que sería un proceso dificil, pero que si funcionaba sería algo que valdría la pena, un proceso a largo plazo; pero, si ya había esperado tanto, otro tiempo más no era importante. Además, el momento era el indicado pues, para encontrar a quien me acompañaría por el resto de mis días, aún no era el tiempo para encontrarla y que lo que buscaba era quitar de mí, esa espinita que me la traía conmigo desde años atrás.

- ¿Estás conmigo Bernardo?
- Claro, lo haré amigo, pero no sé si funcionará, por el cariño te tengo y por nuestra amistad, espero que funcione, lo digo de corazón, prometo no interferir con ninguna de las chicas que me propongas, cuenta conmigo. ¿Con quién quieres iniciar tu experimento?
- Quiero empezar con Angélica.
- ¡Wao! ¿la Angélica qué imagino?
- Pues sí, ¿no crees qué si lo logro con ella, podré lograrlo con quien desee?
- Pues viéndolo así amigo, seguro que sí, sin duda y hasta lo haré yo con quienes aun no he podido conquistar.
- Tú, ¿no has conquistado a alguna que desees?
- Pues aunque no lo creas, tambien los bonitos nos topamos con nuestra criptonita. 
Entonces reímos, pero yo me preocupe, pues, si Bernardo siendo un tipo guapo tenía tambien problemas con algunas chicas, entonces casi estaba condenado a quedarme solo, para vestir santos.

El día llegó, me coloqué mis mejores prendas, las cuales a la par de las que llevaba Bernardo, eran unas porquerías, aquí encajaba perfectamente la teoría de mi amigo el fichudo, bueno el de la moto.

- Bernardo me vio de pies a cabeza. Yo le pregunté.
- ¿Pasa algo?
Y él, con el cariño que me tenía, dijo.
- Nada, todo esta perfecto. 

Pero yo sabía que algo andaba mal, pero no me importó y echamos a andar nuestro experimento.

Llegamos a la parada del bus, lo abordamos con Bernardo y nos hicimos a nuestra aventura, llegamos hasta el lugar en donde encontraríamos a Angélica. 

Angélica, era una chica muy deseada por todos los galanes y los no galanes, o sea, los otros igual a mí, pues ella era muy selectiva con sus novios y tambien con sus amigos, si mi plan resultaba, sería alguien famoso, alguien a quien nunca olvidarían en el barrio. 
Bernardo escuchó de nuevo mis instrucciones y las recitó, pues ya saben, era guapo no inteligente. 

- ¡Hola Angélica!
- ¡Hola Bernardo! Y se besaron en la mejía. 

Era un domingo, en las canchas de basquetbol, ahí se encontraban las chicas más bellas del barrio observando los partidos de ese deporte y compartiendo con los chicos afortunados, coqueteando o simplemente enseñando sus virtudes, las que la naturaleza les regaló, convirtiéndolas en unas diosas, deseadas por todos. Mientras que Bernardo hacía lo que debía, yo observaba con el resto de raros a cierta distancia para no molestar a la realeza, en cuanto a este clan de chicos perfectos se refiere, entre ellos, mi amigo Oswaldo, sobre su bello y caro corcel de metal y junto a él, su chica de turno y otras, las cuales le pedían que les diera una vuelta en su nave motorizada de dos ruedas, era el único de nuestro clan que era aceptado, el por qué, ya no era un misterio. 

Despues de que terminó aquella tarde deportiva de domingo y de observar como se retiraban los galanes con las bellas chicas, aquello era un desfile de privilegiados, del cual, nosotros eramos solo observadores cuasi escondidos, y entre ellos, estaba yo, levantando con ansias mi cabeza, tratando de ver entre todos ellos a Bernardo. Entonces lo vi, venía con Angélica, pasaron a nuestro lado y Bernardo me guiñó el ojo, yo sentí que mi estomago se arrugó y a la vez, observé a la chica más bella entre las bellas. 

Sin que ellos me vieran, caminé por largo trecho detrás de ellos, esta vez lo hicimos a pie, pues era obvio, tanto las chicas como los chicos deseaban hablar durante un buen tiempo, el que duraba mientras llegaban a sus hogares u otros lugares, mientras yo los perseguía; a nuestro lado pasó rugiendo su motor con un par de chicas en su moto, el afortunado de Oswaldo, a sus amigos los despidió; creo que iba a repartir a algunas chicas que lo deseaban a sus casas, luego regresaba por otras, en fin, yo seguía a mi amigo Bernardo.

Por fin, luego de varios minutos escondiéndome esperé sentado en lugar pues, si seguía sería descubierto y no quiero imaginar la que me esperaba si eso pasaba. 
La tarde murió con el sol agonizando en el horizonte y la oscuridad descendió del cielo, lo hacía, mientras del mismo aparecían las bellas e inalcanzables estrellas y en el centro de todas, la hermosa luna en plenilunio. 
Yo estaba viendo al hermoso firmamento de aquel verano, esperando a mi buen amigo, y en cada estrella titilánte, veía el rostro de las chicas por siempre deseadas y las que ahora me gustaban, y en la cara de la luna, aparecía Angélica. 

De entre la oscuridad terrestre apareció por fin Bernardo.

- ¿Qué vez amigo?
- A las inalcanzables y bellas estrellas y tambien a mi compañera, la solitaria luna.
- Qué bonito hablas amigo, eres un poeta. Mira aquí esta lo que me pediste. ¿Sabes amigo? espero lo logres, tienes un enorme corazón y te mereces alcanzar a la estrella que desees.

Me dio lo solicitado para seguir con el plan, algo que le agradecí mucho, Bernardo lo supo y me abrazó y así nos perdimos entre la oscuridad de nuestras calles del barrio donde nací y crecí, así regresamos hasta nuestros hogares.



Continuará...    

lunes, 26 de septiembre de 2016

La Madam 2 (Erotismo de Sergio Raga)


... Stephany salió de la habitación con una expresión de asombro en su rostro y cerró la puerta.

Los días transcurrieron y el lugar se mantenía como siempre, a reventar, entre sus clientes, políticos, famosos, millonarios, personajes que sí podían pagar las altas sumas de dinero por un par de horas o la noche entera, con una de aquellas bellas, sensuales y maravillosas diosas del amor. 

En una de dichas noches, regresaron quienes acompañaron en esa oportunidad al tipo quien hizo disfrutar de su primer y único orgasmo a la Rusa Nikita, desde ese día, nunca se escuchó a Nikita gemir como esa noche, lo hacía, pero era parte de su performance, como prostituta profesional.

- Hola hermosos, tanto tiempo sin venir, ¿no digan qué van a la competencia?
- Hola Stephany, ¿cuál competencia?, si ustedes son las reinas, las únicas.
- Ya lo sé, pero me gusta escucharlos decirlo. Jajaja. Pasen, síganme, ¿supongo que la mesa de siempre, verdad?
- Así es Stephany, tú si nos conoces muy bien, además, quiero a las mismas chicas de la última noche, estaban increibles.

Stephany, al escuchar esto aprovechó para lanzar la pregunta del millón.

- Pero, ¿hoy no veo a quien fue pareja de Nikita?, seguramente se sentirá traicionada. Jejeje.
- ¿A qué te refieres Stephany?
- ¿No lo recuerdan?, esa noche llegó junto a ustedes, un joven, al cual acompañó a Nikita, quien por cierto la pasó muy bien con él.
- Yo no recuerdo, ¿a quien te refieres, pues siempre hemos venido nosotros nada más?, ya sabes, nuestro circulo de amistades es muy reducido y se reduce a: Rodrigo, Elmer, Heraldo y yo.
Entonces dijo Elmer.

- Ya lo recuerdo, esa noche nos acompañó tu amigo, el mecánico, un tal, Sergei; era su cumpleaños y deseabas ser atento con él. Te dije que no lo invitarás, ya ves a lo que me refería. O sea, ahora lo confunden como parte de nuestro circulo de amigos.

- ¡Ah! cierto, mis disculpas Stephany, por confundir entre mis amigos a ese pobre diablo, seguramente estaba muy drogado ese día.
- Jajajaja, te comprendo bien, entonces ¿las chicas de esa noche? Con gusto Rodry.

Las esculturales chicas acompañaron a los jóvenes multimillonarios, quienes se la pasaban de lo mejor, Stephany esperaba la ocasión para preguntar por el mecánico, el pobre diablo de nombre Sergei.

- ¿Todo está bien Rodry, no necesitas nada más?
- No hermosa, la estamos disfrutando, la estamos pasando muy bien.
- Qué bien, por cortesía de la casa, la mejor champaña, para que disfruten más.
- Gracias mi amor. Dijo Heraldo, quien se levantó y le plantó un delicioso beso en la boca a Stephany. 
Ella sintió que era el momento indicado para preguntar por el mecánico Sergei.

- A propósito Rodry, ¿me podrías hacer un favor?
- Claro preciosa, dime, ¿qué quieres? Y extrajo su billetera, la cual estaba repleta de tarjetas de crédito y una buena cantidad de billetes verdes.
- No, por favor, ¿cómo se te ocurre?, el favor que necesito, es la dirección de tu mecánico, ¿ese tal...?
- Sergei...
- Sí, él, supongo que debe ser un excelente mecánico, pues de no ser así no lo contratarías para tus bellos y lujosos autos.
- No sabía que ganabas tan bien, cómo para tener un auto igual a los míos.
- No, ya quisiera yo, es que, como bien sabes soy la asistente de La Madam y ella me pidió que le busque un buen mecánico para uno de sus lujosos autos, pues tu sabes, no podemos meter a nuestros hogares a cualquier tipo y menos uno de esos, ¿verdad?
- Pues no hay problema Stephany, con el mayor de los gustos, es más, dile a La Madam que la reparación de su auto corre por mí.
- Tan lindo que eres Rodry, pero con el precio de la botella que te damos de cortesía, creo podríamos pagar muy bien al mecánico. Y rieron amigablemente los dos.

Stephany corría por los pasios secretos de la mansión, mientras lo hacía pensaba.

- Ojala y La Madam este aun aquí.

Llegó a la puerta de su oficina y cuando se dispuso a tocar; del cuarto privado de La Madam se escuchaban unos gemidos deliciosos, pero esta vez no provenían de mujer, sino de un hombre, Stephany pensó.
Seguramente quien disfruta de un buen sexo debe ser alguien muy importante, para que La Madam lo atienda personalmente. Qué bien, no se ha ido. Volveré.

Cuando quiso retirarse, los gemidos masculinos estaba en aumento, que decidió quedarse a escuchar al dichoso que moría de placer.

Adentro del cuarto se encontraba un hombre de mucha importancia, un personaje de alta alcurnia, postrado sobre una carísima cama y en su ingle, La Madam, únicamente con una diminuta prenda de vestir, la cual se le introducía en sus perfectas nalgas. Su habilidosas boca, lengua y labios, le daban al señor una deliciosa muestra de lo que ella era capaz únicamente usando esas partes de su cuerpo, sin embargo, el ver a tremenda mujer prácticamente desnuda, era para producir un orgasmo a cualquier mortal. En el termino de un minuto más, La Madam se bebía todos los jugos que le extraía a quien se arqueaba de placer sobre sedas y satines de color oro. 

Cuando hubo dejado sin una gota más a dichoso mortal, La Madam se puso de pie y caminó desnuda hasta el lugar en donde estaban las bebidas más caras del planeta; quien la veía casi desfallecido no iba a perder la oportunidad de ver el cuerpo de la mujer que para él era la más bella mujer, por lo minimo de ese país. 
Ella caminaba como modelo en pasarela y muy lentamente, sus glúteos bamboleaban en cada paso aprisionando al hilo de satín que se introducía entre tan hermosas nalgas, su espalda, la cual erguía apuntando con su cabellera a media espalda completamente lacia y de color negro hacia el mismo cielo, en sus pies, par de adorables zapatillas, las cuales guardaban celosamente a un par de bien cuidados pies femeninos; cuando hubo llegado a donde con delicadeza y sensualidad se dirigía, se sirvió una bebida en una larga y fina copa, luego de dar un sorbo se dio la vuelta y vio a quien trataba de volver a este mundo del mismo cielo a donde, ella recien lo llevó, él vio la piel de La Madam, tersa, sin imperfecciones, de color blanco, pero sin llegar a una imagen cadavérica, pues de la blancura, se veía un bronce natural, que jamás el sol pudo dar a ninguna otra piel, sus senos, dos gotas de agua enormes, pero no tanto, que caían perfectamente por su propio peso, sus pezones, dos uvas que deseaban escapar de esos pechos con rumbo hacia el cielo, lugar para donde apuntaban; la aureola de sus senos, apenas oscurecían un poco su piel, una leve pincelada, indicando acá estamos, listas para ser degustados, por debajo se veían un poco gorditas, lo que les daba una perspectiva perfecta a hermosas joyas, dos senos naturales, dos lineas bajaban hasta su vientre, la perspectiva era de unas perfectas abdominales, pero las cuales no eran visibles ni perceptibles al tacto, las lineas terminaban en la perfecta y muy bien depilada vulva, la cual se veía completamente, pues su delicada pieza femenina en esa parte, carecía de tela; luego, siguiendo la visual pareciera que las lineas que bajan en V, se prolongaban en otra, pero invertida sobre unos muslos debidamente torneados, redondeados perfectamente hasta terminar en sus delicados pies, la imagen era completamente simétrica. 
En su rostro, la sonrisa que da el placer de haber realizado excelentemente tu trabajo.

Stephany tocó con mucho cautela a la puerta, como quien nunca escuchó nada ahí adentro.

- ¿Quien? Dijo La Madam desde adentro.
- Stephany Madam.
- Ahora no Stephany, yo te llamo.
- Madam, no se irá sin hablar conmigo, es importante, por favor.
- Está bien Stephany, no lo olvidaré. Gracias, puedes retirarte.

Media hora más tarde, Stephany se encontraba con La Madam, quien ya vestía de manera impecable.

- Así que el famoso amante de Nikita ¿es un mecánico? Vaya, quien lo diría.
- Si Madam y esta es la dirección, cómo se lo prometí, tambien va ahí, el número de su celular.
- Gracias Stephany, eres una asistente muy eficiente, sin duda, recuérdame darte un incentivo por tu excelente trabajo.
- No será necesario Madam, lo hago con mucho placer.

La Madam se acercó hasta Stephany y se colocó hasta casi tocar su cara, la cual temblaba de deseo, La Madam colocó sus hermosos y carnosos labios sobre la boca entre abierta de Stephany quien ya tenía sus ojos cerrados y, La Madam hizo lo que mejor sabía hacer, le propinó delicioso beso Francés, el cual, cuando terminó, se escuchó un húmedo sonido y entre los labios de La Madam se llevó por poco más de un centímetro, el labio inferior de Stephany. Quien no regresaba de su breve viaje erótico.

- ¿Ni este tipo de estimulo quieres Stephany? 
Dijo La Madam, caminando hacia la puerta que la conduciría hasta su lujoso auto.
- Si Madam, cómo negarme. 
Dijo Stephany, con vos aun temblorosa y agitada; quien en una oportunidad sin ser lesbiana recibió de su jefa el más delicioso encuentro sexual que nunca hombre le ha dado en su corta vida.

- ¡Aló! Dijo Sergei.
- ¿Hablo con Sergei?
- A sus respetables órdenes. 
- Le hablo por recomendación de Rodrigo y deseo venga a mi casa para el chequeo de uno de mis autos. 

En cosa de dos horas, Sergei estaba frente a la lujosa mansión, hogar de La Madam.


Capitulo 2

Amor, amor...


Amor, amor...
En cada noche, en cada día,
sentir tus miradas y tu sonrisa en mí.

Amor, amor...
El momento es ahora;
en cada noche y en cada día
sentir tus caricias y tus besos 
en mi piel y mis labios también.

Amor, amor... 
Sentir que tus caricias se tatuaron en mí.
Sentir la miel de tus besos en mi boca.
Todo el tiempo solo pienso en ti.

Amor, amor...
Te pienso de día, te pienso de noche;
sentir en mi piel tus caricias 
que tatuadas están en mí, 
se fundieron, al momento de hacerte el amor.

Amor, amor...
Mis labios los llevas en tus labios.
Mis caricias, tatuajes que luce tu piel.

Amor, amor...
amarte por la noche, amarte en la madrugada,
amarte al amanecer antes de que nos descubra el sol.

Amor, amor...
Nació en mi piel, nació en tu piel;
vives en mis labios, vivo en los tuyos también.

Amor, amor...
Entraste en mí con una mirada, 
te apoderaste de mí con simpática sonrisa.

Amor, amor...
Sentir tu cuerpo pegado al mío,
mi cuerpo se fundió con mi calor en el tuyo también.
Tu cuerpo esta en toda mi piel, como calcomanía de amor.

Amor, amor...
Ahora me muero si me separan de ti,
mueres con sentirte separada un poco de mí, también.

Amor, amor...
Llegaste un día a mí
como aquella ave que descansa en el robusto roble,
al sentir mi calor, mi amor, anidaste en mí.

Amor, amor...
Tu mirada llegó hasta mí, 
pero fue tu simpática sonrisa
quien me conquistó.

Amor, amor...
Ahora sé que mis besos los llevas en ti.
Ahora mis caricias tatuadas las luces sobre la piel.
Ahora mi piel es calcomanía de amor.
Ahora tu amor anidó en mi piel. 
Ahora no hay manera que te alejes de mí.
Ahora nos amamos por la noche, al amanecer
y por la madrugada antes de que nazca el sol.

Amor, amor...
Tatuada estas en mí, calcomanía del amor soy en tu piel,
el calor de nuestros cuerpos nos fundió y en uno los unió.
Separarme de ti, ya no es posible, 
separarte de mí, es provocarte la muerte.

Amor, amor...








viernes, 23 de septiembre de 2016

No arrojes lo construido hoy


No hay razón para no hablar conmigo,
algo pasó que a nuestro amor debilitó
arrepentido por ello estoy, debes de creerme amor,
puede que nuestros corazones sufran hoy,
pero el amor no debe pagar por nuestros errores.
No tires por la borda lo construido hasta hoy.

Recuerda esos momentos felices,
si hubo lagrimas, fueron de felicidad, de amor,
ahora no quieres ni hablar conmigo,
mi corazón llora, mi corazón sufre, nuestro amor también.  
No tires por la borda lo conseguido hasta hoy.

Puede ser que tengas la razón,
pero debes hablar conmigo,
juntos hallaremos la respuesta a esa pregunta
que para mí no tiene respuesta, ¿la tienes tú?
y te la callas, me haces sufrir y mañana será tarde
para reparar algo que hoy sí, si lo hacemos con amor.
No tires por la borda lo conseguido hasta hoy.

La lluvia llegó temprano a mi corazón
el sol no sale para mí, la primavera se cortó de pronto
y mañana será tarde, hoy es el momento 
para encontrar la solución, 
el amor perdona, el amor se debilita, pero tambien termina.
No tires por la borda lo conseguido hasta hoy.

No llores, te lo suplico, es algo que no soporto,
puedes cambiar las cosas hoy, 
recuerda que el amor es amor
todo perdona, pero que tambien termina.
No dejes escapar por la borda lo bello que aun tenemos,
no permitas que tu orgullo acabe con tan bello sentimiento
que un día con ilusión nos unió.
No tires por la borda lo conseguido hasta hoy.

¿Cuál es la razón de tu enojo... Cuál?
de un momento para otro quieres terminar
y yo sin saber la razón, me muero, que dolor 
y es en el centro de mi corazón.
Puede ser que tengas razón para estar molesta conmigo,
pero debes de confiar que pronto amanecerá y la luz
del día te hará borrar las sombras del rencor.
No tires por la borda lo conseguido hasta hoy.

Mañana será tarde para algo que tiene solución hoy,
recuerda que el amor todo perdona, cuando sí es amor,
tu actitud me hace dudar de él, sí, del amor que dices tener para mí,
recuerda nuestros momentos felices, fueron más de mil
y hoy parado frente a ti, esperando escuchar de ti,
cual es la razón de tu enojo, de tu silencio, de tu indiferencia,
merezco tanto rencor a cambio de tantos momentos bellos
que con amor te di.
No tires por la borda lo conseguido hasta hoy.

Está bien, te pido perdón, 
aunque no sé que es lo que te tiene así.
Mira a través de mis ojos el sufrimiento que dejas en mí.
No tires por la borda lo hasta hoy conseguido 
con tanto amor y dedicación.
Disfrutas viendo sufrir a quien un día dijiste amar tanto,
que darías la vida por defender lo hasta hoy construido,
por que era amor, amor del bueno, amor real, amor verdadero.
No puedo cambiar lo que no se puede cambiar,
pero te puedo asegurar que no te he dejado de amar.
No tires por la borda lo conseguido hasta hoy.

Sigues con ese silencio que únicamente 
destruye a un verdadero amor, mi amor por ti.
Si ya no quieres nada conmigo, no digas nada, 
solo déjame ir, déjame sufrir por ahí, 
solo sin tu sombra detrás de mí, sin tu recuerdo detrás de mí.
Solo quiero dejar un beso en tus labios,
uno que te recuerde que hoy matas un amor que por ti nació,
creció y que feliz a tu lado fue y que mañana tarde será para perdonar, 
si tu hoy no me perdonas nuestro amor morirá.
No tires por la borda lo conseguido hasta hoy.

Me extrañarás, lo sé.
Me amarás, lo sé.
Me desearás, lo sé.
Me buscarás en tus sueños, lo sé.
Me llorarás, lo sé.
No me olvidarás, lo sé.

Hasta nunca amor, me iré sin saber que pasó,
que fue lo que provocó tanto odio en ti.
Sin saber, por qué tiras por la borda 
lo hasta hoy conseguido con nuestro amor, 
por mi amor, por tu amor, por el amor.





La Cadena del Amor


El amor, es una cadena de consecuencias, aventuras, ilusiones, desilusiones y de dijes, las cuales cuelgan de ella.
Un día la compré y en mi pecho la colgué, de ella lucía cada día, mes o año en mi pecho un dije con bonito brillo y diseño, eso me causaba felicidad, disfrutaba del placer y del amor, luego por alguna consecuencia o alguna situación, extraía de mi cadena al dije que colgaba de él y colocaba otra y salía con ella sobre mi pecho desnudo a lucir mi nuevo dije, así lo hice por mucho tiempo, por varios años. 

Pero la cadena en donde lucía aquellas bellos dijes, es como casi todas, muy frágil y en cualquier momento esta se rompe y se pierde tu dije a veces pierdes hasta la cadena y conseguir otra que te luzca bien es algo dificil, por lo que habrá que tener mucho cuidado de cuidarla para no dejarla por ahí tirada y con ella la fortuna que consigo ella trae. 

Un día la tomé y de mi pecho la quité, pues, el dije que traía ya no me gustaba, me incomodaba y deseaba cambiarlo, cuando extraje otro dije del joyero, al registrar en busca del dije que usaría, entre los que el joyero traía vi una joya, la cual a mis ojos deslumbró, con mi mano temblorosa y delicadeza la tomé, era la más bella joya, cómo brillaba a luz del día, no se diga en la oscuridad, era una constelación que quedaría muy bien en mi cadena de amor, pero la joya que era de un tremendo valor, entre mis manos se encontraba aun y estas, nerviosas temblaban aun y mis ojos que seguían deslumbrados no sabía si colocarla en la cadena, lugar en donde antes hubo muchos dijes, al fin me decidí y sobre un paño de pana roja la coloqué, no deseaba se me dañara, busque mi cadena, la cual colgaba en lugar especial, con ella en mis manos aun nerviosas retorné y a la hermosa joya en ella la coloqué, me puse esa cadena en mi pecho desnudo y frente al espejo me posé, me vi de frente, de lado y del otro lado, en fin, de muchos ángulos, se veía hermosa, nunca perdió su brillo, su valía, su color, su hermosura, me sentía un tremendo galán con ella colgando de mi pecho, esta vez el peso de esa joya lo colocó mucho más cerca de mi corazón que los anteriores dijes que ahí residieron por un tiempo y que algunos tambien fueron bellos y muchas satisfacciones me dieron. 

Me vestí para salir a lucirla, pero cuando estuve frente a la puerta de la calle me detuve y a mi mente llegaron imágenes, en las cuales por varios motivos mi joya hermosa yo la perdía, se extraviaba y con ella se iba mi cadena de amor tambien, entró mucho miedo en mi ser que a mi recamara regresé y de nuevo me vi reflejado sobre mi espejo, extraje mi joyero y observé que ahí aun habían centenares de dijes por lucir, pero joyas no había una más, había que tomar una decisión; lucir para siempre esa bella joya que volvía temblorosa a mis manos y a mis ojos deslumbraban y que quedaba por su peso justo en el lugar de mi corazón. 

O, seguía luciendo muchos dijes más, decisión muy dificil para alguien que tiene su joyero lleno de dijes por lucir y disfrutar, pero había que tomar la decisión, me senté al borde de mi cama y mi corazón latía fuertemente, mis manso seguían con aquel temblor, pero al ver aquella joya me deslumbraba su candor, color, peso, en fin su valor. 

Me paré, caminé hasta mi cómoda y frente al espejo tomé la cadena del amor, la extraje de mí, la coloqué sobre mi cómoda y de ella tambien extraje esa bella joya y sobre el trozo de pana roja con mucho cuidado la coloqué, tomé la cadena que hace tiempo compré y sin darme cuenta la rompí, entonces comprendí que hasta ahí había llegado mi cadena de amor, pues era de mala suerte tratar de remendarla, con el pesar en mí, la tomé, eran dos trozos de cadena y en el joyero entre los dijes que me faltaban por lucir, la guardé y el joyero, el cual era un pequeño cofre con llave lo cerré, le coloqué el candado del olvido y con llave lo dejé, luego en mi cómoda lo guardé. 

Aun sabiendo que ya jamás lo volvería a abrir, quiero agregar que mi corazón se conmovió y de mis ojos vidriosos quiso escapar una lagrima, pero no, ella nunca de mis ojos salió, ahí se guardó, más bien cogió otro camino y se unió a mi corazón, dónde, desde entonces viven juntos, volví mi mirada hacia la hermosa joya y sonreí, pues causaba una mágica influencia en mis ojos y tambien en mi corazón, quien ahora con aquella lagrima alguna química les hizo tambien sonreír y felices fueron.

Busque entre mis cosas, algo que me sirviera para lucir mi joya, la cual la quería solo para mí, no deseaba perderla ni por accidente, deseaba algo que fuera fuerte y que ningún ladrón pudiera de mi pecho arrancarla, de tanto buscar, encontré otra cadena, una muy fuerte, le hice muchas pruebas antes de colocarla en ella y al estar completamente seguro de que ahí estaría bien protegida y que podría lucirla en cualquier lugar y circunstancia, me la coloque y al verme en mi espejo me sorprendí de ver lo bien que se veía y que el largo de esta cadena era el idóneo, pues convergía en el mismo lugar en donde tengo mi corazón y a mi lagrima que nunca de mí salió.

Desde ese día, llevo conmigo aquella bella joya, la luzco con orgullo y me hace sentir muy bien, no ha perdido su color, su brillo, su candor, su valía, su amor. Ha cambiado algo, pues es obvio con tanta contaminación, smog y otras circunstancias propias de la vida y del medio que nos rodea en algo cambió, pero su esencia, su principal belleza, ella sigue intacta, sigue deslumbrando a mis ojos y aun hace latir mucho a mi corazón, esa hermosa joya se ve como nunca se vio jamás uno de aquellos dijes en esa nueva y poderosa cadena; que se llama: Matrimonio.

Un día, la lleve con un experto joyero y se la recomendé mucho, se la llevé para que de esa hermosa joya me sacara otras joyitas más y el trabajo que hizo me asombró, hoy tengo a mi gema hermosa y maravillosa y de ella, tengo otras joyitas, más pequeñas pero iguales de bellas que la original a ellas tambien las luzco con orgullo, tienen el mismo maravilloso brillo que la de mi joya, la cual, un día de tantos en mi joyero de dijes encontré. Mi cofre sigue guardado en mi cómoda, pero la llave la perdí o, la ¿destruí?


Todos o la mayoría, hemos pasado por encontrar entre nuestros dijes una hermosa joya, me siento bendecido por tener la mía, por haber tomado tan dificil decisión.
Pero he de decir, que tambien hubo quienes encontraron en su joyero esa joya y pensando que habría otras iguales a ella se la colocaron en la débil cadena del amor y un día sin darse cuenta la extraviaron, ellos dijeron, era bella, pero no importa pues seguro en mi joyero habrá otras como ella, sorpresa, al volver y revolver su joyero no encontraron ninguna, pues ese joyero solo trae una; la perdieron se fregaron, pues alguien seguro la encontró extraviada, la valoró y ahora la luce en su pecho desnudo.
A veces, puede ser, que el que la perdió encuentre otra joya que no le pertenece, porque al igual que él otra la perdió y al verla, la coja y haga el mismo ritual, pues ahora sabe que otra no habrá.

La moraleja; o pongas en peligro la única joya que habita en el joyero del amor, pues desafortunado serás y puede ser que no tengas la suerte de pocos, de encontrar perdida una de estas pocas y valiosas y hermosas joyas que un día Dios colocó en algunos joyeros y por el mundo los diseminó.
Yo tengo la mía y espero lucirla junto a mis otras pequeñas joyas, lucirlas por mucho tiempo. Amén. Piénsalo bien, pues un día podrías arrepentirte y únicamente ser espectador de las joyas que amigos y particulares lucen en su pecho desnudo justo junto a su corazón, quien ahora como compañero tiene una lagrima que nunca del ojo brotó.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Amor a Primera vista


Algunos dicen que el amor a primera vista es algo que no puede suceder, algo imposible de ser, mientras que otros lo aseguran con tal propiedad, pues aseguran que ellos lo vivieron más de una vez y no faltan aquellos que lo confirman gritándolo a los cuatro vientos, que ellos son el resultado de un amor a primera vista. Sí, que se vieron y en el acto se enamoraron y que hasta la fecha viven aun enamorados. 
Lo que yo pienso, es que nadie puede, ni tiene el derecho de debatir cada una de estas experiencias, es de respetarlas y si lo es, o no lo es, pues eso solo lo podrá aseverar quien lo vivió en carne propia, como una experiencia propia. 
Además, el amor es algo tan especial y esplendoroso y lleva con él y en él, historias tan complejas, como otras tan simples, situaciones que realmente nos ponen a pensar quien tiene o no la razón.
Por mi parte, les contaré, que yo viví una experiencia de estas y puedo asegurar con propiedad que el amor a primera vista sí existe, pues lo viví en carne viva, una experiencia que... 
Bueno, mejor les cuento la historia.


Era época de adolescentes en mi barrio, pues, los que ahí vivíamos, todos ahí nacimos y llegamos juntos a esa problemática edad, para unos, fue ave de paso, mientras que para otros fue una tortura, luchas internas con su yo interior, peleas en casa con sus padres y hermanos mayores, otros iniciaron su lamentable camino a la perdición, el mundo de las drogas, por otro lado, a otros, les ganaron los vicios permitidos e iniciaron su vida de fumadores, tambien aquellos que iniciaron su vida de alcohólicos. Por mi parte, a mí lo único que siempre me interesó, fue el sexo opuesto, las chicas, las mujeres, no importaba como estas fueran: Altas, bajas, gorditas, flaquitas, no importaba; lo único que importaba, era que tuvieran pelo largo y falda, creo haberme enamorado hasta de una escoba con faldas. -Pero esta es otra historia-.

Por esa época, en la que nos convertimos en hombres culicagados, tambien unos años antes o meses, tambien lo hicieron las insoportables e inaguantables niñas chutes de juegos infantiles, ellas iniciaron su transformación y de aquellas muñequitas de trapo sucio, se convirtieron en muñecas de colección, otras en unas Barbies

Recuerdo que una tarde, vi pasar a Eva -nombre ficticio- era una chica nueva en el vecindario.

- Hola ¿qué hacen?

Pregunté a mis amigos, quienes estaban como zanates y garrobos en el árbol de don Mario, pues era muy temprano. Los saludé con el ritual de esas fechas, cada saludo duraba casi un minuto y aquellos ese día eran cuatro, el saludarlos llevó su tiempo.

- ¡Nada!

Dijeron casi al unisono, algo que me llamó la atención fuertemente, pues era obvio que algo pasaba y yo lo sabía, porque no deseaban que me enterara.

- ¡Ah!, bueno, córrete un poco.

Le dije a Dany y me senté a su lado, mientras ahí sentados bajo el sol y cubriéndonos con las ramas de aquel valioso árbol, la platica era la de siempre, chicas y más chicas. También les comenté, bien lo recuerdo, que Rolmy había visitado un nuevo prostíbulo y estaba buenísimo, la mejor carne a un precio accesible para nuestros bolsillos, cosas importantes para nuestra edad, tal cuales esas eran. 
De pronto toda la paz en el árbol se desvaneció, mis amigos se colocaron como lo harían hoy, para la foto de perfil de Facebook, se acicalaron el cabello, acomodaron sus mudadas, hubo quien encendió su único cigarro para parecer hombre de mundo e importante y a la vez verse mucho mayor, el único que siguió tal cual, natural e ignorante de lo que por el lugar acontecía era yo, al ver que todos dirigieron su vista hacia un punto en especial hice lo mismo y entonces la vi, era ella, Eva, quien bajaba por la eterna y larga bajada, nosotros en el árbol, al centro del bulevar, ella sobre la banqueta contraria a nuestra cuadra, yo la vi, ella caminaba en cámara lenta y  a su cabellera la despeinaba el aire; ella, adentro de un jeans, uno celeste o desteñido, pero parecía que solamente lo traía pintado sobre su piel, caderas y piernas perfectas, un poco más arriba, una playera de color lila la cual, tambien parecía pintada y trataba de esconder o por lo menos disimular un par de hermosos senos de regular tamaño a mí me parecieron perfectos, sobre su cabellera despeinada, ella se coló sus gafas para el sol y dejó a la vista de simples mortales un par de ojos con cejas perfectas y enormes pestañas y, en sus iris las aguas cristalinas de un manantial, su  andar, perfecto equilibrio sobre un par de tenis Adidas de color rosado, los cuales se encargaban de mantener verticalmente perfecta al ser más bello que en mi corta existencia jamás había visto y eso que había visto ejemplares muy bellos y de muchos colores, sabores y tamaños, muchos para mi edad la verdad, ella por fin pasó frente a nosotros, pero ella ya nos había visto con mucho tiempo y distancia, algunos de mis cuates quedaron mudos y se dedicaron solamente a verla, mientras que otros se atrevieron a decir alguna mulada que según ellos, fue el piropo idóneo para tan  bella hembra, ella nunca sonrió, simplemente su paso siguió, pero yo vi que sus ojos me vieron por un breve instante o al menos, eso deseé y creí, para mí, Eva me vio y  juro que hasta me sonrió. Yo, al igual que mis amigos la seguí con loa mirada sin lubricar mis ojos, pues nunca me permití parpadear, pues si lo hubiera hecho, me habría perdido de un segundo o mili-segundo de apreciar tanta belleza.
Cuando por fin pasó frente a nosotros y siguió camino abajo, nos permitió verla por la espalda; ¡Dios mio!, que majestuosidad, esa mujer era perfecta, todo en su lugar y en las proporciones perfectas. Que alguien dijo, lo que recitaba un viejo anuncio de autos, uno que era perfecto, el cual no tenía ni un solo error para que le compitiera la competencia y esa frase era: ¿Y, no tiene televisión? era lo único que le faltaba para ser perfecta, pero apara mí, ella tenía el futuro en ella, yo vi que tenía una LCD led. 
Nadie habló, ni respiró, hasta que la distancia y el tiempo le permitieron desaparecer en el final de nuestra calle, la cual era una prolongada bajada. 
Cuando ella desapareció de nuestra vista todos regresamos a nuestra posición y creo que pasó una media hora y nadie dijo nada, creo que lo que pensábamos o hacíamos era repasar lo que acabábamos de ver. Fredy se levantó de su rama y dijo.

- Nos vemos muchá.

Nadie respondió, al rato se levantó Willy, luego Julio, después nos quedamos ahí, uno a la par del otro, mi primo Rolmy y yo. Despues de ello y ya solos.

- ¿Te gustó? ¿qué te pareció?, ya hice mis averiguaciones y se llama Eva.
- En mis oídos se quedó un eco que repetía: Eva... Eva... Eva...
- Ah, pues, está linda la chica, ¿cómo dices que se llama? Dije como quien no quiere nada
- ¡E-v-a!, ¿estás sordo?, ¿no te gustó acaso?
- Pues, no está mal la chica, digo... Eva.
- ¿Crees que tenga novio? Me dijo ingenuamente mi primo, un experimentado en el arte de la conquista, pero con Eva, había que andarse con pie de plomo.
- Bueno, una chica como Eva debe de tenerlo y si no lo tiene es porque ella no quiere o porque esta tan bonita y eso le ahuyenta los chicos, o sea, que nadie se anima ni hablarle, como ves, iba sola. Bueno primo, nos vemos después de almuerzo y damos una vuelta. 
- Ok, hasta el ratón. Dijo, nos dimos la mano y nuestro saludo. 

Y, cada calabaza para su casa. Mientras me dirigía a mi sacro santa casa, en mi mente esa imborrable imagen, la de Eva, ahí comprendí que me había enamorado a primera vista,       - cómo pueden darse cuenta, ese amor sí existe -.

Esa tarde salimos y cuando con mi primo me reuní no dije nada respecto hacia donde nos dirigiríamos, pues ya sabía a dónde iríamos.

- Si querés bajamos, allá abajo casi nunca hemos ido, ¿qué opinas?
- Me da igual, total, si no hay nada bueno subimos a dónde siempre. Dije, como quien no quiere ir, pero en mis adentros grité: ¡¡Síiiiiii!!!

Bajamos muchas veces, casi todos los días y nunca la vimos, no supimos en donde vivía, pasábamos horas esperando en diferentes lugares para dar de casualidad con Eva, pero nada. Una noche de vigilia, por donde veíamos que ella se perdía cuando la lográbamos ver bajar, ahí estábamos, cómo policías cuidando la estación; ya entrada la noche apareció un Honda Civic, uno bien chilero, qué bárbaro, que lujo de auto; este lo escuchamos a varias cuadras, pues traía el auto-estéreo encendido con los éxitos del momento, nos dijimos, pues, ya estábamos todos, primero llegamos mi primo y yo y después, uno a uno aparecieron el resto. 

Dany se colocó a bailar al escuchar la música, mientras yo me dije; ese carro no es de aquí, pues por acá son contados con los dedos quien tiene uno y los que tienen ya son carcachas, además me sobraban muchos dedos o sea los carros del vecindario, eran tal vez tres o cinco a lo mucho. Un mal presentimiento se apoderó de mi cuerpo y mi mal presentimiento se hizo realidad, frente a una casa de dos pisos, una muy bonita de la cual ignorábamos quien vivía ahí, pues como dije antes, nunca íbamos por aquel lugar, el auto se detuvo, apago la marcha y solo se escuchó la musica, ahí estuvieron como media hora, mientras ese tiempo transcurrió, Dany y ahora Julio seguían bailando. Rolmy y yo, eramos unos gatos salvajes observando nuestra presa. 
Por fin las puertas se abrieron y del Hondita salió Eva y a su lado un chavo mucho mayor que ella y que nosotros en edad, se dieron un beso, yo quise ver que fue en la mejía; y él se quedó ahí parado hasta que Eva entró en aquella hermosa casa, luego dio marcha a su auto, pasó frente a nosotros del otro lado del bulevar, abrió la ventanilla y arrojó hacia nosotros una colilla de cigarro y se lo tragó la oscuridad, nadie a excepción de mi primo y yo, nos percatamos que del auto bajo nuestra Eva.     

- Bueno muchá, nos vamos, ya hace frío y a estas horas no creo que veamos a Eva, dijo Julio y ellos se fueron, quedándonos ahí, mi primo y yo.

- ¿Qué opinas? Me preguntó mi primo un poco desilusionado, yo respondí como todo un experto.
- Pues, esta claro ¿no?, Eva no es pulga que brinque en nuestro petate, a ella le gustan ese tipo de tipos, con carro y que sean mucho más mayores que nosotros.
- Si, eso pienso, lastima ¿no?
- Si. Dije con mi corazón enamorado y destrozado, abrazados, los primos se fueron a sus sacrosantos hogares.

Esa noche, me dije: Realmente me gusta, pero no creo que me haga caso, no perderé mi tiempo con ella. Palabras que hoy resuenan en mí, pues renuncié a ella sin darme una oportunidad la cual, por lo que en mi vida logré, pudo haber sido otra historia, yo estaba enamorado de Eva y fue, amor a primera vista.

El tiempo pasó y nos conformamos solo con verla pasar, nunca nadie pasó de un tonto piropo o de simplemente verla, eso nadie podía evitarlo. 

Pues bien, en uno de mis viajes a la Sexta avenida, ya entrada la tarde, luego de comer una hamburguesa y de dar unas vueltas por la sexta viendo vitrinas y chicas, miles como Eva, subí a un ruletero, el cual me llevaría hasta la esquina de mi casa, subí en él, ya estaba casi lleno, me senté y sin darme cuenta, pues mi pensamiento le pertenecía a Eva, el amor nunca logrado, en una de las vueltas del ruletero a una velocidad que a los pobres pasajeros de la segunda y tercera edad incomodaba y al chofer le sacaban la madre, además que le gritaban que le bajara el volumen al auto-estéreo, a lo cual, el condenado piloto hacia lo contrario y oprimía más el acelerador y con su ayudante se reían, burlándose de los que ahí iban con las caras blancas que ya vomitaban. Pues en una de esas vueltas increibles, la luz incidió en quien estaba enfrente de mí, con su mirada clavada en mí, eso llamó mi atención y al verla con atención, ella evadió mi mirada y se hizo la disimulada. Era Eva, yo ya no le quité la mirada de encima y ella la sentía pues, cuando le era posible me veía y arreglaba su linda cabellera, subía sus cejas, lamia sus labios tambien los mordía, me daba miradas de perrita regañada, en fin, era evidente que Eva me coqueteaba y yo, simplemente la veía fijamente, sin parpadear, la escaneaba de pies a cabeza, observaba complacido lo que ella con su expresión corporal me enviaba; para mí, eso fue suficiente, como si hubiéramos tenido en ese viaje el cual me pareció muy corto, un encuentro amoroso, el cual para mí fue tocar el cielo. Sí le gustaba a Eva, llegamos a nuestro bulevar y en lugar de seguir hasta su casa y de hablarle o por lo menos hacerme su amigo, yo, ya estaba conforme, de que la amaba desde el primer día que la vi y eso para mí ya era más que suficiente. Nunca sabré si ella sintió lo mismo por mí esa tarde noche que me vio sentado frente a ella, ahora me digo; quizá tambien se enamoró de mí a primera vista y por un tiempo al igual que yo, ella me amó. Pero eso nunca lo sabré, pero eso quiero pensar que sucedió.

- ¡Bajan! grité al chofer.

El ruletero paró justo en la esquina de mi casa, me puse de pie y nuestras miradas se encontraron, sus ojos, como agua cristalina de manantial, ella me vio y ambos sonreímos, caminé hasta la puerta y de nuevo, antes de bajar la vi y ella me veía como diciendo; vivo más abajo, no me acompañas: pero yo dije; no gracias, de nuevo sonreímos. 
Al estar en tierra, ella me siguió por la ventana y yo ahí quedé hasta que el ruletero se perdió con mi amor al final del bulevar. 
A nadie le conté lo que pasó, ni a mi primo, pues de hacerlo me imagino lo que me habría pasado, para mí la conquista de mi amor se consumó, pues me dije, nunca antes la vi en un colectivo, siempre la vi en un auto de lujo y con tipos mayores a mi corta edad, aquello era un caso perdido para mí.

El tiempo pasó y pasó y mientras, yo saliendo con mi chica en turno, otra muy linda por cierto, regresaba de nuestra cita y de una visita al cine, no para ver la película, sino para pasar casi dos horas besándonos en la oscuridad de la sala del cine, al volver me bajé por donde me invitaron a una fiesta, un repaso, a pesar de que la fiesta ya estaba por terminar, pero cuando me fui acercando, aquella casa estaba que no cabía un alma, algo extraño, pues para cuando las fiestas estaban por terminar cada quien salia de ahí con su pareja o la conquista de esa tarde, pero aquello estaba como si la fiesta recien empezaba, la música estaba increíble, me acerqué y de entre la oscuridad, apareció Dany con mi primo.

- Vos, de lo que te perdiste, vení, entra y verás porque está esta mierda toda llena. 
Entré como pude a la casa, escoltado por mis amigos y a media sala con la blusa pegada en su piel, lo cual no dejaba nada a la imaginación, parecía como si estuviera topless, sus pezones hinchados, aquello era un espectáculo digno de un pista de streaptease, sí, era Eva la que bailaba como una bailarina de película y con ella uno de nuestros amigos, pero de otra pandilla, un chico tan particular y sin nada que envidiar, uno más de la banda, me refiero, que no era uno de los que con ella antes vi y que me hicieron poner mis pies sobre la tierra y conformarme a amar en silencio. Y justo cuando la olvidaba de nuevo aparece y con otro igual a todos nosotros. La fiesta terminó y ella salió de la casa de la mano del Checha, vaya contrariedad, cuando por mi lado pasó, me sonrió y me dijo.

- Hola, te cuidas.

Yo quedé mudo, al darme cuenta de mi error, quienes se alarmaron y preguntaron, fueron Dany y Rolmy, aparte de que los que oyeron, me vieron con cara de; ¡que pilas este chavo, lo saludo esa nena!, el crédito lo compartí con el Checha, aunque quien la llevaba de la mano era él y no yo.

- ¡Sergio! ¡te saludó!
- ¡Yo la escuché muy bien cuando te habló!
- ¡Además te sonrió!
- ¿Acaso hay algo que no sabemos? 
- Contá, ¿por qué te saludo y te habló? cosa que no ha hecho con nadie del barrio, hasta hoy que se la lleva de la mano el Checha.

Mientras caminamos hasta nuestro sacrosanto hogar, les conté a Dany y a mi primo, de ellos recibí el consuelo y ahí terminó la historia de amor a primera vista para mí, para todos, pues al verla de novia del Checha, Eva perdió todo atractivo y es que hacerse novia del Checa, eso era para bajarle la moral a cualquiera y no es que Checha estuviera tirado a la perdición, ni que no mereciera, pues feo no era, era popular tambien con las chicas, pero la diferencia entre Checha y yo, fue que él se arriesgó y que estuvo en el lugar y la hora indicada, mala suerte para mí, pues si no hubiera ido con mi novia de turno esa tarde y hubiera llegado a la fiesta que me habían invitado, tal vez esta sería otra historia.

¡Ah!, tiempo después, supe que se casaron y se fueron a los USA y desde ese día, nunca más supe algo de Eva. Espero que aun estén juntos y que alguna vez, Eva me recuerde como la recuerdo hoy yo. Cómo ven, si existe el amor a primera vista, por lo menos, en mi caso el amor fue de una mitad de la naranja o quién sabe y lo fue la naranja entera. Pero eso, nunca lo sabré.




Tomado del libro: "Historias de un adolescente Tímido 2". De: Sergio Raga.