jueves, 31 de julio de 2014

HÉROES XX (dime con quien andas y....)

Una historia muy dolorosa, para muchas familias en mi país. 
Yo lo viví, pero como espectador.
Pero sentí el dolor de todas estas familias a las que conocíamos 
y les toco vivir una realidad, que mas bien fue una pesadilla. 
Para estas familias y a la memoria de esas victimas.
es esta historia. 
A la memoria de éstos héroes nacionales desconocidos: NUESTROS HÉROES XX.

Ese día, me levante mas temprano que de costumbre, pues debía de estar en la universidad a buena hora, temprano, para encontrar un buen lugar. Se trataba de nuestro primer examen de semestre. Cuando salí de mi casa hacia la parada de buses, aun era de noche, todo era oscuridad. Así que, decidí atravesarme el campo para ganar unos segundos, la luz del alumbrado eléctrico era deficiente para alumbrar en buena forma al campo por donde me encontraba ahora, a paso de infantería iba, cuando tropecé con algo; de cara di contra el suelo, no sin antes de trastrabillar.
-¡Jue´puta! Dije, cuando iba rumbo al suelo, ya tumbado boca abajo sobre el sucio y polvoriento suelo, no me quedo otra mas que levantarme y sacudirme, el polvo y un poco de dignidad, luego me percate de no haber dejar nada en el suelo, asi que recogí lo que se me habia caído y me dirigí a la parada de buses, mientras caminaba, voltee para ver conque habia tropezado, a esa distancia se veía un bulto nada mas, algo como un perro grande. Yo me dije.
-Seguro era un indigente o una bolsa de basura. Subí al bus y luego de acomodarme en el asiento que da a la ventana, quede profundamente dormido; hasta que llegue a la universidad. 
Baje del bus y el ambiente no era normal, pensé como nuevo en el campus, que asi sería cuando estábamos en  exámenes. Al llegar a mi facultad, aquello era un caos y los compañeros antiguos con alto parlantes en boca, gritaban consignas en contra del gobierno por la muerte de uno de sus militantes. Ya metido en el ambiente y de saber, de que las clases se suspendían hasta nuevo aviso y por consecuencia los exámenes, me relaje, ya relajado me entere de que, a quien habían asesinado era un dirigente estudiantil de mi facultad.
Luego, mas tarde por la noche en los noticieros en la televisión, las noticias indicaban que el cadáver del universitario asesinado lo habían arrojado en un terreno, en un campo, de una colonia de la ciudad. -Y si, ¡me había tropezado con mi compañero universitario por la madrugada! Aquel bulto, no era un perro muerto, no era una bolsa con basura, no era un indigente. Era un universitario asesinado por penar de manera diferente.
Los días subsiguientes, carecieron de importancia para mi, hablando de mis estudios universitarios,  que decidí dejarlos por un tiempo; dedicándome a estudiar: ingles y otros cursos libres. 
En uno de mis regresos de mis clases de ingles al llegar a mi casa, me encontré con la noticia de que a uno de mis vecinos lo habían desaparecido y que los familiares estaban desconsolados, imaginando lo peor. Yo presentí lo mismo que ellos, pues tambien asistía a la misma universidad que yo, solo que él ya iba adelante de mi, en cuanto a su tiempo en la U. Todos nos preguntábamos ¿porqué? si era una persona que no se metía absolutamente con nadie, una personaje estepario, que tenia a un único amigo, un muchacho con el que habia estudiado desde la primaria y que asi, llegaron hasta la universidad juntos.  Al indagar, efectivamente tambien a él, su amigo de infancia, lo habían desaparecido, se los llevaron juntos. Los familiares de mi vecino, lo buscaban en todos los lugares: hospitales, morgues, cárceles, etc. Mientras que, la madre de su amigo, pensaba que a su hijo lo habían secuestrado por culpa de la amistad con mi vecino. Ésto nunca paso por la mente de los familiares de mi vecino. Y la verdad, jamas la sabremos. Pero los que conocíamos a mi vecino, pondríamos las manos sobre el fuego por él.

Ésto, que leerán a continuación, es una conjetura. Una recreación de lo que pudo haber pasado:

"-¡Suban al carro! ¡Comunistas hijos de puta! Éste, era el vocabulario utilizado por los que se encargaban de estas tareas. Los golpearon y con uso de fuerza se los llevaron a algún lugar, que desconocemos.
-¿Qué esta pasando vos? preguntaba mi vecino, a quien llamaré: Alonso; a su compañero y amigo.
-Y, yo que voy a saber, ¡vos mula! Le respondió, su compañero de infancia, a quien llamare: Beto.
Ya en la guarida de éstos tipos, los expulsaron del auto y ambos cayeron al suelo, en donde los recibieron a golpes: patadas y culatazos, luego los encerraron dentro de una celda.
Después de varios minutos inconscientes, despertaron y asustados se cuestionaron entre ellos, ¿Porqué estaban pasando por esa pesadilla?
-¡Beto!, decime, ¿estás metido en alguna mierda?
-¡Claro que no! ¿Cómo crees?
-Entonces. ¿Porqué estamos aquí? ¡Vos me conoces y sabes que yo no me meto en ni mierda!
-Lo se, ¡pero yo tampoco! Así estuvieron por horas, hasta que llegaron por Beto y se lo llevaron dos tipos muy malos. Lo metieron en otro cuarto, lo sentaron, luego empezó el interrogatorio. Luego de unos cinco minutos, llegaron otros dos por Alonso, mi vecino y lo llevaron a otro de los cuartos a interrogarlo.
-¿Cómo te llamas? ¡Hijo de puta!
-Alonso, señor... ¡Yo no he hecho nada!
¡Cállate mierda! Y, le dieron un puñetazo.
-¡Escúchame detenidamente cerote, sabemos que vos no estas metido en ni mierda! Pero, ¡el cabrón de tu marido, ese si!
Alonso quedo asombrado al escuchar lo que le acababan de confesar sus secuestradores. Entonces Alonso reacciono, diciéndoles.
-¡Entonces, señores! ¿Porqué me tienen aquí y me golpean? ¿No entiendo?
-¡Mala suerte malnacido!... Mejor canta, algo sabrás de los secretos de tu marido; putito.
-No se nada, ni sabia que podría estar metido en babosadas. Ésta fue la tónica del interrogatorio. Al final, paso lo siguiente.
-Vos ¡Éste cerote no sabe ni mierda!... Ya hubiera cantado ¡el hijo de puta! Alonso al escuchar ésto sintió un alivio, al pensar que lo soltarían.
-¡Bueno marica de mierda! te creemos y sabemos que no tenes ni mierda que ver con el cerote de tu compañero. Pero, ¡Ese hijo de puta va a cantar ya veras!
-Pues ni modo. Les dijo Alonso. Y continuo.
-Eso quiere decir ¡que me van a soltar! ¿verdad?
-¡Oí a la mierda ésta! le dijo a su compañero uno de los captores.
-¡jajajaja! ¡Pobre hijo de puta! ¡Claro que no!... Le dijo el otro a Alonso.
¡Ya te llevo la gran puta!
-¡jajajajaja! Se burlaron del pobre de Alonso.
-¡Pero! ¿Porqué? ¡Si saben que no soy culpable de nada!
-¡Te voy a decir porqué!.. ¡Animal!...
-¡Por andar con un hijo de puta que si esta metido en mierdas comunistas! ¡Y estar, en el lugar y momento equivocado! ¡Por eso te vas a morir!... ¡Imbécil..."

Y, nunca supimos nada de Alonso y Beto, hasta hoy día. Ni cadáveres ni nada. 
La madre de Beto, murió pensando que a su hijo lo habían matado por ser amigo de Alonso. 
Mientras, que mi vecina, que si conocía a su hijo; aun ahora tiempo presente, guarda la esperanza en su corazón, de que su hijo... Algún día entrara por la puerta que lo vio salir junto a su único amigo, Beto. 

A LA MEMORIA DE MI AMIGO Y VECINO: ALONSO... A LAS FAMILIAS... Y A TODOS LOS CAÍDOS EN ESA GUERRA IDIOTA Y DESIGUAL

miércoles, 30 de julio de 2014

IRAZEMA

Como espuma que lleva el caudaloso rió, arrastrada por él sin rumbo alguno pues, tras ella no quedaba nada que le importara, por el contrario allí adelante le esperaba una nueva vida, pues ella quería olvidar sus pasadas penas. No se molestaba en utilizar sus remos, solo se extasiaba con los paisajes a pesar que a las orillas de ese enorme y caudaloso rió, solo se lograba ver vegetación y arboles de la región; tímidamente, de ves en cuando se veía a algún animal silvestre de aquellos parajes, quienes se preguntaban que así ella sobre esa frágil embarcación, la cual se mecía violentamente por las corrientes. Cuando se encontraba con alguna playa, sobre ella se asoleaban con sus fauces abiertas los lagartos, que esperaban que alguna victima zozobrara en él para zambullirse en el rió y devorarlo. Frente a ella, como en una avalancha furiosa iban trozos y unas enmarañadas plantas acuáticas y esas que habían caído al rió por la erosión que éste causaba con su fuertes aguas.
Ella, era Irazema, quien escapaba de la justicia, por un crimen que se habia visto obligada a cometer. Tras ella, dos soldados la perseguían para hacerle pagar su crimen, del cual habían sido testigos y sabían que Irazema era una victima; por lealtad a su capitán y que su nombre no fuera manchado en el futuro, llevaban la consigna de matar a Irazema; pero en la mente de cada uno de ellos, habia quedado plasmada la imagen de una hermosa morena, de ojos grandes, de cabellos largos y negros, de senos grandes y firmes, cintura de escultura, nalgas de tamaño excitante, par de piernas largas y tersas como el rocío, torneadas y con firmeza y unos labios que invitaban al pecado. Eso, llevaban entre ceja y ceja pues, es lo que habían visto cuando su capitán habia abusado de ella. En sus ojos, no se veía mirar de venganza, sino una mirada de pasión y deseo. Ellos, encaramados en otra canoa dándole a los palos para no sucumbir en las agitada y oscuras aguas, su diferencia era de un par de horas.
Irazema, quien se ha dejado llevar por las caudalosas aguas creyendo estar a salvo y encontrar donde curar a su corazón herido; en su mirada, la mas amarga desesperación. 
Mas adelante, sin ella darse cuenta, su canoa al no ser tripulada, golpeaba contra una piedra que del río salia y sale despedida de ella, las aguas la arrastran con violencia, por lo cual de inmediato unos lagartos que eran testigos inertes de su paso, al ver lo sucedido cobran vida y con una agilidad antes impensable se lanzan al rió tras la victima. En esta oportunidad, se trata de Irazema. Tras el agitado momento, Javier, un joven aldeano se percata de la desdichada de Irazema y corre en su auxilio; con la pericia que solo alguien que a crecido en ese lugar, puede rescatar a Irazema de una horrible y segura muerte Javier la arrastra inconsciente, luego de colocarla sobre la playita y luego de ver a tan hermosa hembra le extrae de sus pulmones el agua que se a tragado y luego de volverla a la vida, a esa que tal vez no deseaba volver, la toma entre sus brazos y la lleva a su choza. Ahí, la cura y la alimenta, luego de un par de días, Irazema vuelve en si, preguntando donde se encuentra, a lo que nadie le responde pues, se encuentra sola. 
Javier a seguido con su vida normal, mientras ella descansaba y se reponía de sus golpes y todo lo vivido en estos últimos días. Ella, se levanta de la humilde cama y sale de la choza, siempre preguntándose en donde se encuentra y con la duda si estará con alguien de fiar. 
Ella en ese momento, recuerda porque anda en ese lugar y huye de ahí penetrando en la inhóspita selva. No avanza mucho, debido a la debilidad de su cuerpo y cae al suelo, quedando allí por unos minutos, tratando de recuperarse. Luego de varios minutos, se levanta y sigue su caminar, penetrando en la selva; mas adelante cae de nuevo en una especie de agujero, gritando de terror, lo que hace que los soldados, quienes habían encontrado a los pedazos de canoa y asumen que al no encontrar indicios de ella, Irazema no estará lejos de allí.
-¡Escuchaste! Le dice uno al otro.
-¡Si!... ¡Sin duda es ella!
-El grito salio de aquel lugar. Y se enfilan hacia donde habían escuchado el grito aterrador de Irazema. Éstos, quienes tambien tienen entrenamiento militar, para sobrevivir en estos insólitos lugares no tienen ninguna dificultad en adentrarse en la selva en busca de la fugitiva. Mientras, Irazema yace desmayada al fondo de un agujero no muy profundo.
-¡Oye Juan! 
-¡Creo que la encontré! Le grito a su compañero, Pedro. Efectivamente, la habia encontrado, ahí yacía, aun inconsciente, la hermosa de Irazema. Ambos eran fieles testigos de su belleza y se encontraban parados frente al agujero, sin decir palabra alguna, solo observando lo bella que era ella, luego de algunos minutos de silencio y de, a saber que imágenes habían pasado por la mente de cada uno, se dan a la tarea de sacarla del agujero. Mientras disiden que hacer con ella, la atan a un árbol, entonces Irazema vuelve en si y se da cuenta que la agonía a vuelto a ella. 
-¡Hola bonita! ¿Nos recuerdas? Irazema solo mueve su rostro como rechazo y por el asco que siente hacia ellos.
-¡Así me gustan: ariscas! Como le gustaban a nuestro capitán. 
-¿Si lo recuerdas verdad? Ella sigue sin responder a sus preguntas. Pero Pedro si contesta.
¡Claro que se recuerda de mi capitán! 
-Y, estoy seguro que aun lo extraña. ¿Verdad? Le pregunta a Irazema, tomándola de la quijada. Ella los ve con un odio, el cual no puede disimular y a su cara escupe.
Pedro la abofetea y se limpia el rostro, mientras Juan solo ríe al ver lo que acaba de suceder. 
Al día siguiente, los dos deciden regresar con la asesina de Irazema y se ponen en marcha, pero en sus mentes solo hay una idea: poseer a Irazema. Ya frente a ese caudaloso rió, suben a Irazema en su embarcación  y se dan al agua, con sus palos comienzan su retorno al pueblo, en donde se llevo a cabo el crimen. Lo que Irazema no sabe, es que ellos enterraron a su capitán y para todos en el pueblo no existió tal crimen. Cada uno, tanto Pedro como Juan, van obsesionados con la belleza de la hembra y saben muy bien que no regresaran al pueblo y que uno de ellos no saldrá con vida de ese río. 
-¡Oye Juan! Se dirige Pedro con tono firme a su compañero.
-¿Qué quieres? 
-No nos hagamos tarugos, ambos sabemos que no entregaremos a Irazema. ¿Verdad?
-Así es Pedro. Entonces. ¿Qué propones?
-También, sabemos que ambos la queremos para quedarnos con ella.
-Entonces... ¡Uno sale sobrando amigo! Le contesta Juan. Irazema, quien en ese momento es una simple observadora, sabe que pronto se desatara el infierno sobre esa canoa, en medio de aquel caudaloso río.
-Bien amigo, entonces solo uno de nosotros saldrá con vida y sera el dueño de Irazema. ¿No es asi?
Así es, viejo amigo. 
-Bueno. ¡Entonces que asi sea! Ambos arrojan sus armas al rió, dejan los palos encima de la canoa y desenfundan sus enormes cuchillos y sobre la canoa empieza la batalla. 
Irazema solo se hace los quites, pues quedo en medio de los dos obsesionados amigos; pero, la embarcación es tan pequeña y ellos están cegados por obtener a Irazema que no le dan importancia, que cuando sienten le dan vuelta a la canoa y los tres caen en las aguas turbias de ese agitado río. Lo malo es que a él, tambien se suman los cocodrilos que descansaban en las orillas del rió. Irazema, nada por su vida, mientras los amigos luchan contra la corriente y contra su enemigo con cuchillo en mano. Irazema ve que los reptiles se vana acercando hacia donde el rió los quiere llevar, ella vuelve a luchar por su vida una vez mas. Cuando ella nadaba con rumbo hacia una de las piedras que salían del rió, pues aun no habia recuperado sus fuerzas por completo como para nadar a la orilla, algo la toma por sorpresa a su espalda, ella siente que la muerte le a llegado y grita asustada, pensando que  uno de los cocodrilos la a atrapado.
¡Soy yo! Javier, no se asuste. ¡Súbase a mi espalda! Se trataba de Javier, quien siempre habia estado siguiéndoles, a una distancia prudente, debido a que los soldados estaban armados y podrían haberle asesinado. Pero Javier esta en su ambiente y conoce bien a esas corrientes de agua; entonces Irazema deposita su hermosa figura y confianza sobre Javier. Sin aún recordar que él le habia salvado hace unos días.
Los soldados, quienes eran arrastrados por la corriente y en pocos minutos, las aguas fueron sacudidas con tal brutalidad. Los cocodrilos habían encontrado a su presa y ellos, los soldados a la muerte.
Javier llegaba a la playa exhausto y luego de unos minutos sobre esa playa; Irazema le agradece el haberle salvado al vida. Javier le responde que era la segunda vez que lo hacia y que lo haría las veces que fuera necesario.
Se pusieron de pie y se introdujeron en la espesa vegetación de aquella selva. Hogar de Javier y, ahora de Irazema. 











martes, 29 de julio de 2014

VOY A INTENTARLO

Quiero intentarlo, hasta que me lo pidas.
Hasta que me lo pidas voy a intentarlo...
soportar estar a mas de un centímetro de ti.
Hasta que me lo pidas y me lo pidas a gritos.

Quiero volver a intentarlo y me lo pidas,
y esta vez sera a gritos. 
llenarte poco a poco, con puras caricias...
hasta que me lo pidas. 
Soportar estar a mas de un centímetro de ti.

Quiero continuar con este teatro...
hasta que me lo pidas.
No moveré un solo musculo de mi cuerpo
y a mas de un centímetro de ti estaré.
Hasta que me lo pidas y lo hagas a gritos.

Hasta que me lo pidas.
Hasta que a gritos me lo pidas.
No me acercare a mas de un centímetro
de tu cuerpo.
Hasta que me lo pidas...
en ayuno de ti estaré y te digo: 
Que tan solo voy a intentarlo.

ENTRÉGATE

Eres tan bella y mas cuando sonríes.
Cierra tus ojos... déjame llevarte hasta el éxtasis,
déjame robar, eso que te hace mujer.
Entrégate, no te arrepientas...
que yo no puedo mas.

Mía, hoy te voy a estrenar...
déjame besar, ese rincón que tanto anhelé.
Que tu cuerpo se acostumbre... 
porque después de hoy, la misma nunca mas.
Pues ya no puedo mas.

No te arrepientas...
ya no puedo esperar mas. 
Pues ya solo te puedo amar,
no te atrevas a separarme de ti.
Déjame besar, ese rincón que te hace mujer.
Pues ya no puedo mas.

Quiero sentir tu cuerpo, tu calor...
tengo mil caricias y lo único 
que quiero... es amar.
Amar a la mujer, que hoy en mis brazos nacerá.
Pues ya no puedo mas...

Solamente... entrégate.

VOLVER AEMPEZAR

A veces, te sientes con ganas de saber que fue de su vida, si aun te recuerda y quisieras volver a empezar. Es en éstos momentos, cuando te gana la nostalgia al darte cuenta que ahora estas mas solo que nunca.
Y, en una de esas jugarretas que la vida te hace en cualquier momento de tu vida; ¡zas! que te la encuentras. 
Han pasado muchos años y, ¡que perra vida! Pero aun siento las cosas de siempre por ella. 
Algo extraño, pero eso recién me paso y al verte, habría dado todo por volver a empezar y es que, cada día te has hecho querer mas y ahora que solo me encuentro (aún) me doy cuenta que nunca he dejado de amar a esa mujer. 
Esta es mi historia, con esa chica que de jóvenes siempre jugué con su amor y de como ella me amaba cada día un poco mas, pero yo seguía sin darle importancia a su amor. Cuando tenia oportunidad los cuernos le ponía y luego de andar un tiempo con una y con otra, siempre regresaba a ella; y como dije, cada día, ella aun con mis devaneos me amaba siempre un poco mas. Pero todo tiene un tiempo, hasta que te llegas a cansar y eso fue lo que a ella le paso conmigo; se canso y me dejo. Y no habia vuelto a saber nada de ella... ¡Hasta hoy!

Me encontraba dando vueltas por uno de los Centros Comerciales mas prestigiosas de mi lugar y, es que siempre me funcionó y fue en estos lugares que siempre conocía a alguien con quien pasar un rato especial, no entiendo que aun después de tantos años, esta técnica para encontrar pareja solo para un rato, me siga dando resultados. 
Allí me encontraba, en el parqueo principal del Mall, recostado sobre mi BMW, con mi pelo teñido y con gel fijador, para que no se me notara que ya habia perdido parte de mi hermosa cabellera, con ropa de marca, mis lentes oscuros, finísimos y caros y mi inigualable sonrisa, muy bien estudiada que jamas fallaba. Esperando encontrar a quien sería mi compañía esa noche, cuando de una Van, descendió una bella mujer, como de unos cuarenta años, pero con cuerpo de veinte, al igual que yo, vestía a la moda, con ropa de marca, peor lo que mas me cautivó fue su personalidad, me cautivo tanto que me coloque en posición de abordaje.
Ella me vió y seguro me reconoció pues, cambio de rumbo y con un disimulo perfecto, cosa que me llamo la atención y la vi con mas percepción y entonces la reconocí.
-¡Es ella! Me dije. Sin pensarlo la seguí apresuradamente para que no se me perdiera entre los visitantes del lugar; ella disimuladamente se dió cuenta que yo la seguía, asi que hizo de todo para no encontrarse de frente conmigo. Sin embargo, un viejo zorro como yo se daba sus mañas y me dije. 
-Haré de ésto, un encuentro casual. Me di a la tarea y cuando ella creyó que me habia perdido, estaba topándose conmigo, frente a frente.
-¡Hola Susy! Tanto tiempo. Ella se asombro, quiza tenia la idea que me habia perdido.
-¡Ah!.. ¡Hola! Se detuvo y no le quedo otra mas que saludarme, aproveche y le di un beso en su mejía, ella no podía disimular su nerviosismo.
-¡Esto tenemos que festejarlo!... Te parece bien con una tasa de café o un vinito.
-¡No!.. ¡No tengo tiempo! Comprenderás que ando con el tiempo justo para hacer una compra, nada mas.
-¡No! ¡No acepto un no!... A pasado tanto tiempo y quien sabe si vuelva a suceder... Digo que nos volvamos a ver. La tome del brazo y amablemente la invite a uno de los Cafés del centro comercial.
-Para mi un café, por favor y para la señora. Tanto el mesero como yo, la vimos esperando la orden.
_Para mi un té frió, por favor. Luego nos clavamos con una mirada, con la cual ambos nos decíamos lo que con palabras sería muy difícil.
-Bien, como dices no tener mucho tiempo, déjame decirte que siempre soñé con éste momento. Rompí el hielo con ésas palabras. Ella me vió, se extrajo sus lentes y luego de arreglar sus cabellos, me dijo.
¡No has cambiado! ¡Genio y figura, hasta la sepultura! Eso me dijo, acompañado de una maliciosa sonrisa.
-¡Que te digo... Hice una pausa, me coloque mis lentes sobre mis  escasos cabellos.
-He cambiado, aunque no me lo creas.. Pero eso no viene al caso. Y proseguí con ésto.
-La verdad, que me gustaría saber que fue de tu vida en todo este tiempo. Ella me vio nuevamente con su vista fija en la mía y con mucha dulzura me contó brevemente a lo que le habia preguntado.
-¡Vaya! Que interesante. Le respondí. Luego de escucharla con detenimiento.
-Y, ¿Qué a sido de la tuya? Me pregunto, bebiendo un sorbo de su te, siempre sin dejar de verme a los ojos y con esa misteriosa sonrisa en sus labios.
Como dije antes ¡Genio y figura hasta la sepultura. Me respondió al escuchar mi breve historia.
-¿Sabes? Siempre quise un momento como éste...
-¿Para qué? Me interrumpió rápidamente. A lo que respondí.
-¡Quiero saber si todo se olvida!... Antes de que ella dijera nada, termine mi frase con ésto: 
-¡Para volver a empezar! Ella, solo me vió con nostalgia, como indicándome lo mucho que me habia amado y justo cuando me quiso decir algo. Le dije.
-Yo se, que siempre jugué con tu amor, pues seguro estaba que tu aún me querías y que siempre estarías conmigo. Pero, entonces te perdí... 
-Y hoy al verte, después de todo este tiempo me doy cuenta, Susy, que aun eres importante para mi y que sigo desperdiciando mi tonta vida, con devaneos sin importancia para mi, pues la única persona que fue y será siempre importante en esta vida. Ésa, has sido tu.
-Y, hoy al darme cuenta que todo entre nosotros se termino, que no daría... ¡Para volver a empezar!
-¿Sabes qué?... 
-Déjame terminar. La interrumpí y proseguí con mi discurso, el cual salia desde el fondo de mi corazón.
-Es que desde que te deje de ver, día a día te hiciste querer un poco mas... 
-¿Sabes? Quien me iba decir que alguna vez te perdería y hoy al verme tan solo y teniéndote frente a mi y yo sin ti; que no daría para volver el tiempo atrás, para volver a empezar. Por su mejía, brillaba una lagrima tan pura como lo habia sido su amor por mi, cuando eramos jóvenes. La tome de sus manos temblorosas y con mucho temor le pregunte:
-¿Susy quieres hacerme feliz y que volvamos a empezar justo en donde nos quedamos?
-Quisiera volver a sentir las cosas de siempre. Sentir ese profundo amor que siempre sin condiciones me diste y el que nunca valore. Y hoy que te he vuelto a encontrar, pretendo saber, ¿Si tu aún me quieres? ¿Si aun queda algo de aquel amor, dentro de tu corazón para mi?... ¡Para volver a empezar! Un silencio nos invadió y el temor entró en mi corazón; esperando escuchar que palabras saldría de esa boca que algún día, tanto bese. Si me habia atrevido a abrir mi corazón y expresarle con toda confianza mis sentimientos reprimidos por tantos años, era porque seguro estaba yo, de que aún me quería.
-Lo siento Heraldo, pero como comprenderás ya todo acabo entre nosotros. 
-Y, que bueno que el destino nos volvió a juntar para aclarar nuestra situacion y cerrar el circulo. -No puedo dejar una vida por ti. No puedo caer de nuevo en tus devaneos. En tu irresponsabilidad, en tu inmadurez y hacerle daño a terceros.
-A personas que ahora amo tanto, como alguna vez te ame a ti. Y, si me perdonas, esta charla aquí finaliza. Gracias por el té y por haberme permitido saber que mi tiempo no fue tiempo perdido y que realmente si me amaste, como yo te ame a ti pero, eso de ¡volver a empezar!... ¡Eso ya no es posible! 
-¡Te deseo lo mejor y ojala encuentres a alguien que te ame como alguna vez te ame yo! 
-Y, te haga feliz como mi esposo me hace hoy. 
-Tengo una bella familia a la cual no le haré lo que tu me hiciste a mi alguna vez. 
-¡Adiós Heraldo buena suerte! 
Y se retiro, dejándome allí sentado con mi corazón destrozado, deseando ahora mas que nunca regresar el tiempo, para volver a empezar. 
-Realmente, ella no sabe lo que yo no daría ¡para volver a empezar!
-Tiene razón señor, ella no es igual a nadie con las que ha venido a este café.  
-Deje a esa lagrima en su mejía... permita que sea el viento quien la seque, eso hará menos doloroso este momento.
-¡Gracias Jaime!
-¿Le traigo algo mas señor?
-No Jaime, simplemente déjeme solo.
-Como usted ordene señor. Se retiro Jaime y deje que el viento secara mi lagrima; viendo como Susy se aleja de mi vida de nuevo y esta vez para siempre. Cuando ella se esfumo, entre toda la gente. Solo pensé.
-¡Quiero volver a empezar!... ¡Quiero sentir las cosas de antes!... ¡Quiero vivir esos momentos de amor junto a ti; mi amor!... Solo, ¡Volver a empezar!...


INSPIRADO EN LA CANCIÓN: "WHEN THE BEGIN." J. Iglesias


















lunes, 28 de julio de 2014

ABRAZO MORTAL 3

El  pescador regresaba a su casa, viajaba en su vieja canoa echa del tronco de un árbol del cual cedieron sus raíces, eran como las cuatro de la tarde y la pesca había sido buena; en medio del caudaloso río justo a la entrada de una ramificación del mismo, en donde el río se volvía un rio claro y pacifico el cual lo usaban muchas parejas para dar una vuelta con sus enamoradas, esa parte del rio era muy romántica, estaba justo en medio de un enorme y frondoso bosque, justo el hábitat de muchas especies silvestres los cuales hacían del lugar, un marco perfecto para parejas enamoradas, apasionadas y cachondas. El pescador estaba con la vista perdida en el horizonte, a veces que se alejaba un poco de la sombra de la vegetación y el sol le segaba, veía hacia el agua la cual por lo caudaloso no podías ver hacia el fondo, pero él conocía el lugar y sabia los peligros que habían bajo esas aguas. Seguía con su rítmico remar, cuando a unos pocos metros divisó a una de las lanchas usadas por las parejas del riachuelo y se preguntó.
-¡Qué diantres hace esa lancha por este lado del río?... _¡Esas, son usadas en el riachuelo por los jóvenes visitantes! Al acercarse a ella no se veía que viniera tripulada por nadie; el pescador se dirigió a ella pues la corriente la estaba haciendo zozobrar. Al alcanzarla, con la destreza que le caracterizaba la halo a su lado, con una especie de ancla y se sombro al ver que al centro de la lancha estaba en posición fetal, una chica, como de unos diecisiete años, temblando de terror.
-¿Señorita está usted bien?... ¡No se preocupe yo la pondré a salvo! Le gritaba el asustado pero experimentado pescador, cuando pudo atar bien  la lancha a su artesana canoa,  se traslado a la lancha para auxiliara la patoja. Cuando éste la tomo por el brazo, ella gritaba histérica, que fue necesario darle un golpe para hacerla entrar en razón.
-¡Cálmese señorita, yo solo quiero ayudarla! Ella, estaba semidesnuda y  mojada. El señor la cubrió con una manta que llevaba en su canoa y la abrazo para que se calmara; ella tenía la mirada en otro lado y en sus pupilas dilatadas se podía observar; toda su trágica experiencia.
        -¡Oye Carlos, que haces no debemos de entrar ahí!
-No te preocupes, todo está bien, ya viste que en el riachuelo hay muchas parejas y ¡ahí no podremos hacer nada!
-Pero... 
-Nada, confía en mí. Ella confió en el calenturiento de su novio, quien lo único que le interesaba, era pasar un rato cachondo con su joven novia. Cuando salieron del riachuelo y se metieron en el caudaloso río, él se aseguro de no alejarse mucho de la orilla y mucho menos adentrarse en ese peligroso río; él pretendía agarrarse a algo, amarrar la lancha y luego de ello hacerle el amor a su novia.
Las aves, que descansaban de su vuelo sobre las copas de los arboles, tenían una mejor panorámica que ellos, pero eso les tenia sin cuidado, para lo que se habían aventurado a entrar en ese peligroso lugar, no era precisamente para tener una buena vista, por el contrario, era para alejarse de la vista de los demás.
Las aves volaron hacia otros árboles más alejados, cuando sus ojos vieron lo que ellos no podían ver por lo oscuro de las aguas cercanas a ellos y porque los ojos de Carlos ya estaban puestos en los senos al aire de su novia, quien solo veía al cielo y sentía como Carlos metía en su boca a sus pezones. Las aves volaron asustadas al ver bajo la lancha a dos enormes serpientes que precisamente hacían lo mismo que los jóvenes a bajo de su lancha. Después de unos cuantos minutos, los gemidos y movimientos de la lancha hicieron que una de las dos serpientes se pusiera nerviosa y se alejara del lugar, lo que a la otra (seguramente el macho) le molesto mucho y se concentro en quien acababa de terminar con su romántica danza; al percatarse que los movimientos y gemidos venían de la lancha, ésta se abalanzo sobre ella, propinándole un tremendo golpe, lo que también saco de concentración a la chica, no así al caliente de Carlos.
-¡Espera!... Carlos no sentiste, ese golpe.
-De que hablas, seguramente fui yo, ¡concéntrate!  Le dijo, el ahora molesto de Carlos a su novia, quien se colocaba  bajo una tensión nerviosa.
-¡Vámonos! ¡Por favor! Le pidió ella, cosa a la que Carlos se negó. Entonces recibieron otro golpe, esta vez Carlos sintió el sacudón.
-¡Qué putas fue eso! Dijo un asustado Carlos, Rebe pudo observar el susto que se llevo con solo verlo a su entre pierna. Carlos, quiso alejarse de allí, colocándose de pie, para destrabar a la lancha. En ese momento las aves sacudieron las copas de los árboles y al cielo opacaron con sus alocados aleteos, unos pequeños monos cafés,  brincaron hacia otros árboles, para ponerse a salvo. La enojada y enorme serpiente vio el reflejo de Carlos, quien ahora estaba de pie sobre la lancha que se balanceaba por los golpes y la corriente del rio, abalanzándose hacia donde éste se encontraba, saliendo de las aguas del rio como si se tratara de un torpedo lanzado por un submarino y el animal fue tan certero, que al salir del agua abrazo con sus musculoso cuerpo a un débil muchacho de veinte años, quien no supo que le paso, luego de enrollarse en el cuerpo de Carlos y de agitar aun mas a la lancha, se introdujo al rio con todo y Carlos. Esto, frente a los aterrorizados ojos de Rebe, quien se coloco en posición fetal al centro de la lancha. Carlos, emergió del rio con todos los huesos quebrados, aun enrollado por la serpiente, para luego sumergirse lentamente en las sucias aguas, que aun no regresaban a sus movimientos naturales. Los ojos de Carlos, parecían de un enfermo tiroideo, pues los tenia abultados, saltones y sin vida, su garganta era otro síntoma de esta enfermedad, pues la tenía arrugada y abultada, debido a la constricción que su cuerpo había recibido.
       El pescador se alejo de golpe de la joven, por lo que de sus ojos había percibido y dejando la lancha, luego de pasar a la pobre de Rebe, quien estaba semidesnuda y completamente ida. El pescador apresuro sus brazos, para remar lo más rápido posible, pues bien sabía que estaba sobre un polvorín y que ellos podrían ser las siguientes victimas. Rebe, ahora sentada, no reaccionaba, mientras que el pescador agitaba lo más posible su remo, para llegar a la entrada del riachuelo, la cual era su única esperanza de vida. Pero, Rebe al fin pudo reaccionar y alcanzo a gritar.
-¡Cuidado señooorrr! Pero fue muy tarde, pues una serpiente lo acababa de atrapar, engullendo su brazo completo entre sus fauces y llevándoselo con él, al fondo del río. Rebe gritaba histérica, mientras las aves le acompañaban despavoridas una vez más con sus cacaraqueos,  mientras volaban debido al susto por lo que eran testigos y del grito de Rebe. La canoa quedo a la deriva y la corriente se la llevaba con rumbo igual al de la corriente, mientras que el agua se agitaba aun mas,  mientras el pescador luchaba contra el animal, que muy pronto lo enrollaría para terminar de abrazarlo. Con un abrazo mortal.
Cuando las aguas volvían a su estado natural y el sol se ocultaba entre las copas de los arboles. A un par de kilómetros, aun se lograba visualizar a Rebe, sentada sobre la canoa artesanal del pescador, completamente paralizada con rumbo al océano. Nunca se supo si Rebe fue rescatada por alguien en su infernal viaje o más adelante fue víctima de los lagartos (caimanes), quienes también compartían el mismo hábitat de ese rio, en medio de la selva amazónica.


sábado, 26 de julio de 2014

PESADILLA... "No lo leas..."

Era noche y estaba muy cansado, pedí disculpas y me dirigí a mis aposentos, ya adentro de mi recamara, me coloque mi ropa de dormir y a los brazos de morfeo me entregue sin reservas, no me di cuenta, cuando ya estaba profundamente dormido. Pase de un mundo a otro, el cual existe solo en mi subconsciente y esa noche, ésto me paso...

Recuerdo claramente que nos encontrábamos sentados en el comedor, los cuatro: mi señor padre, mi querida madre y mi hermano mayor, al otro extremo me encontraba yo, escuchando su charla, era algo amena y se veían muy bien, mejor que cuando estaban con vida. Mientras los escuchaba hablar de temas desconocidos para mi, algo afuera en el patio, me llamo la atención y mas al darme cuenta de que el radiante sol del medio día, habia desaparecido y las sombras de la oscura noche se habían apoderado de nuestro entorno. Me levante en silencio, para no interrumpir a su interesante platica. Cuando estuve al pie de la puerta que da al patio con el picaporte en mi mano, voltee y ellos seguían ahí, platicando de ese tema extraño para mi, al verlos sonreí, pero ellos no me vieron, los veía como si se tratara de unos muñecos colocados a propósito de tal manera que se vieran entre si y conversaran algo de suma importancia. 
Abrí la puerta que da a mi pequeño patio, pues afuera seguían esos horribles y extraños sonidos, al abrir la puerta mi pequeño jardín, no era; era el enorme patio de la casa de mis abuelos (ya fallecidos tambien). Salí, era de noche, el enorme corredor estaba solitario, todo el mundo seguramente dormía, los arboles del fondo se mecían, casi se fracturaban sus tallos por aquella ventisca, me dirigí a la pila que estaba precisamente ubicada cerca de las caballerizas, recuerdo que mi piel se erizo, no de miedo sino por el frió del ventarrón, que casi arrancaba a los arboles, hice un paneo visual a mi alrededor y... _¿Qué es eso? Pense, volviendo la vista de golpe. Efectivamente, allí entre los arboles, quienes tronaban, como cuando estas quebrando trozos de madera, eran un par de luces muy brillantes, que sobre salían de la oscuridad absoluta, quede inmóvil presintiendo que algo malo vendría pronto, veía a las luces desafiantes, sin temor, como si me encontrara en trance, ellos me veían detenidamente como si me estuvieran estudiando. Yo quería alejarme de ese lugar (por mi feo presentimiento) pero mi cuerpo estaba catatónico, me encontraba paralizado y pegado al suelo, como si fuera de yeso, las luces que resultaron ser un par de ojos, avanzaron hacia mi y cuando se acercaba mas a mi iba apareciendo su forma física, entonces me di cuenta que se trataba de un enorme león, el cual al enseñarme toda su enorme cara y melena en su esplendor, un enorme rugido me obsequió. Me esmere y logre mover mis músculos y salí corriendo por aquel largo corredor de esa finca; corría y sentía tras de mi, la respiracion de la enorme bestia salvaje y tambien sentía cuando sus garras golpeaban a mis pies, tratando de echarme al suelo. Mientras corría lo sentía casi encima de mi, al final encontré una puerta entre abierta y por ella entre, cerrándola, me coloque detrás de ella para impedir que éste la derribara, solo escuchaba sus gruñidos y su respirar; por la separación de la madera y el piso. En eso, ya no se escuchaba nada, pase el pasador y vi hacia adentro del cuarto, por los ventanales superiores entraba una luz muy tenue pero si reflejaban sobre la pared que me quedaba enfrente al enorme felino exhalando de sus fauces una espesa especie de niebla, era su aliento, mientras caminaba algunas tejas se quebraban y caían al suelo. 
Algo me asusto y me puso en alerta, al fondo del cuarto en penumbras vi una ventana, la cual estaba entreabierta, luego busque a la sombra de mi depredador y no estaba, corrí hacia ella para asegurarla y cuando a ella llegue, frente a mi rostro un zarpazo paso, yo empujaba a la ventana pero éste la empujaba contra mi y su resoplo entraba por el espacio que aun faltaba para cerrar a esa ventana, su garra mordí con desespero y éste la extrajo; entonces la cerré. Vi con desesperación, sino habia otra puerta o ventana abierta por donde el animal podría ingresar pero no, todo estaba en orden, caí rendido al suelo. 
Y... En un breve cerrar y abrir de ojos, mis piernas estaban invadidas de enormes tarántulas peludas, las cuales se dirigían hacia mi rostros, me pare y empece a sacudirlas, caían al suelo y de inmediato se subían de nuevo, atareado con ellas me encontraba cuando el techo cedió al peso del enorme animal y éste cayo parado frente a mi, su fauces abrió y de ella babas caían al suelo de tierra, su gruñido espanto a las arañas y a mi. Entonces, corrí hacia la puerta mas cercana, la abrí para salir de esa habitación, pero a sus colmillos sentí en mis camotes (piernas), aun tirado desde el suelo pateando a su cara, logre entrar en esa nueva habitación; cerrándola como pude y escuche un enorme rugido, encolerizado por haberme soltado. 
Al ponerme de pie, ya no habia puerta, era un muro enorme, al cual a mi vista le costaba visualizar que habia a su final; del muro colgaban unas enormes cortinas de terciopelo rojas, me enmarañe con ellas y si que me costo salir de entre ellas. Cuando lo logre, al piso fui a dar. 
Al levantar mi vista, unas gradas, las cuales daban a un atrio, eran redondas y enormes, la vista eleve, me encontraba en una enorme, vacía y silenciosa iglesia; al frente mio, en la enorme pared, una figura del Cristo Crucificado colgaba, con mucho respeto me santigüe, al finalizar, el cristo, quien tenia su cara recostada sobre uno de sus hombros, vi como sus ojos se movieron lentamente hacia mi, luego con mucho esfuerzo tratando de despegar el rostro, la estatua se volteó hacia mi y una sonrisa me dió, me levante lentamente y con mi vista en el suelo, salí de allí y me introduje en un pasillo, mientras caminaba por él; todos los santos gigantes que yacían en ese interminable pasillo tan silencioso y en penumbras, giraban sus ojos, viéndome caminar entre ellos y conforme pasaba frente a ellos, con gran esfuerzo sus rostros movían para seguirme los pasos, luego de unos instantes interminables, llegue al final de ese largo pasillo, busque entre las cortinas aterciopeladas alguna salida y con una puerta de ascensor me tope, presione una de las teclas, la de la flecha que indicaba bajar y espere a que el ascensor llegara por mi; mientras, en mi espalda sentía una enorme presión y no quería voltear, pero el ascensor nunca llegaba, que toco que voltear y, lo que vi me aterro (...) ¡Si! Las estatuas se habían despegado de las enormes paredes y de una manera indescriptible hacia mi se dirigían, menos mal que el pasillo era enorme como la iglesia. Al final, del ejercito de: Santos, de la Virgen, de los Soldados Romanos, se veía que, Cristo caminaba de ultimo (...) Lo aterrador era que eran enormes, me sentía como la serie "Tierra de Gigantes" y yo, era el hombrecito. Cuando las estatuas de concreto estaban a casi a un metro de distancia, escuche el clásico timbre del ascensor, indicando que habia llegado y la puerta se abrió. 
De inmediato entre en él y oprimí a cualquier botón, pues lo que deseaba era que éste se cerrara, al fondo del ascensor me encontraba cerca de los espejos, mientras la puerta se cerraba alcazaba a ver solo los pies y sotanas de aquellos enormes santos. Al cerrarse las puertas del ascensor, una musica se dejo oír, eso me relajo por unos breves minutos, vi la botonera y me encontraba en el piso ciento diez.
Oprimí, el sótano uno, no se porque. Y entonces el ascensor empezó a descender yo veía pasar luz y sombras en el vidrio de la puerta del ascensor, mientras este bajaba. Me vi en el espejo y a mi cabellera arregle, fue en ese momento que se escucho como los cables se rompieron, claramente escuche cuando éstos dieron contra el concreto y la luz del ascensor se apago; quedando atrapado en un espacio de dos por dos metros, en total oscuridad, y mi estomago sentía la velocidad en la que ahora caía al vació; sentía, como si flotara y de pronto flotaba a medio ascensor, viendo como las sombras y luces pasaban a una velocidad que se volvían una, ya estaba casi pegando con el cielo del ascensor, cuando escuche el timbre del mismo y éste se detuvo cayéndome al piso. Abrió entonces sus puertas. 
Me pare y asome mi cabeza afuera del ascensor, me encontraba en un enorme centro comercial. Salí muy confiado, pues habia miles de personas comprando en él, al salir del ascensor, sentí alivio. Alivio que no duro mucho, pues entonces escuche unas ráfagas de metralletas, la gente corría despavorida; por doquier: gente ensangrentada por los suelos, otras corrían en estampida y sobre los caídos pasaban encima de ellos, a mi me rebotaban de un lado a otro, en una de esas me aventaron en un cuarto, caí tirado boca abajo, sentía como las personas pasaban sobre mi cuerpo, yo me protegía mi cabeza. Cuando ya no sentí nada, levante mi cabeza y al final de los pasillos, con un caminar tardo, venían a donde me encontraba; eran las enormes estatuas de la iglesia, que me habían encontrado, me puse de pie y corrí, me tope con otra puerta, pero, antes de abrirla vi para mi espalda y si, ellas venían por mi, esta vez traían sus rostros molestos, enojados. 
Abrí la puerta, y tras mio la cerré, sentí como mis pies se hundían en un barro lodoso, al levantar mi vista estaba en campo santo, un cementerio, pues muchas cruces emanaban del suelo, quise quedarme en esa puerta por un rato, pero atrás de mi persona venia un entierro; la puerta ya no estaba. Me empujaban para que los acompañara, todos venían de negro con cirios y flores en sus manos y los lamentos eran ensordecedores, yo caminada y de pronto me vi entre toda esa gente hablaban de la matanza del centro comercial. Al llegar al lugar en donde enterrarían a la caja mortuoria, vi el agujero, no eran tres metros, era algo mas profundo, era casi un túnel, vi cuando la caja la colocaron para luego allí depositarla.
¿Quién iba adentro? Era (...) ¡Yo!. Mientras bajaban al féretro conmigo adentro, volví a estar catatónico y mudo, mientras bajaba me dije. _¡Pero éste es un sueño, una pesadilla! Voy a despertar y me esforcé por despertar; pero lo logre, allí estaba sobre mi cómoda cama, con el pecho que casi se me abría, por mi agitado corazón. Vi que mi esposa estaba al lado mió, quise moverme para pedirle un vaso con agua, pero ni el mas pequeño de mis músculos obedecían a mi cerebro, no podía moverme, los únicos que se movían eran mis ojos y solo escuchaba el ronquido de mi amada compañera. Pero, ¡Esperen eso no es un ronquido! y efectivamente no eran ronquidos, eran gruñidos, sobre mis dilatados y asustados ojos fue apareciendo el enorme león,  quien jugaba conmigo, arremetiendo contra mi cara para luego volver a gruñir. Sobre mi pecho sus enormes patas, yo sentía como sus garras iban penetrando en mi débil pecho, luego su cara me vio nuevamente y con feroz odio y hambre se abalanzo sobre mi cabeza. Entonces, grite y me senté, mi cuerpo estaba empapado con un sudor frío y húmedo, por mi frente resbalaban gotas de sudor.
-¿Amor?.. 
-¡Tuve una horrible pesadilla!  
-¿Puedes traerme un vaso con agua? 
-¡Mi amor! ¡mi amor!. Al no contestarme la agite con mi mano, sentí cuando despertó y se volteo para conmigo.  
-¡Cielo! 
-¿Qué pasa? Pregunto. 
-¡Tuve una pesadilla! Le contaba con mis ojos cerrados, aun me encontraba acostado boca arriba pero lo que mi esposa me contestaba era simplemente 
-¡Cielo!... ¡Cielo!... ¡Cielooo! 
Abrí mis ojos y sobre mi, moviéndome una calavera con una larga cabellera, yo gritaba sin emitir sonido y aun catatónico, solo escuchaba a lo lejos 
-¡Cielo! ¡Cieelooo! Abrí mis ojos y esta vez si era ella, mi esposa. 
-Creo que tienes una pesadilla. 
-¿Quieres un vaso con agua? Sentí un alivio, al ver a mi esposa salir del cuarto por mi vaso con agua, esperando estaba a que regresara, cuando sobre mi se abalanzo el enorme león... Me senté con un grito en mi boca, esta vez si habia despertado.
¿Qué paso?... 
-Nada, duérmete. Le dije, ya desmoralizado. 
-¡Solo tuve una pesadilla! Le dije.
-¡Que malo! me contesto somnolienta.
Se volteo y se dejaron oír sus ronquidos. Yo, me levante a buscar mi vaso con agua, luego de tomarla, me dirigí al baño, pensando. 
-¡No volveré a cenar eso tan pesado! En eso, se dejo oír... 
A mi orina chocar contra el agua del retrete, luego de un bostezo regrese a mi cama y, repensé en dormirme. Pero, apenas eran las tres de la madrugada. Me dije: 
-Ni modo, morfeo halla voy. Me voltee y, no recuerdo cuando quede profundamente dormido...




   

viernes, 25 de julio de 2014

MADRES ASESINAS

Hace un par de días, leí una historia que andaba por el facebook, no se de quién es; pero era una historia muy triste y con un profundo mensaje. Eso me trajo a la mente un sin numero de ideas. Llegando a la conclusión de algo que siempre he aseverado y, eso es: "Existen personas muy inteligentes... Pero, tanta inteligencia los lleva a hacer estupideces" y ésta otra: "Letra no quita tontera" ahora puedo agregar a éstas, la siguiente: "Tanto amor puede matar" y "No hay peor ciego que una persona enamorada"...Agreguemos, esta otra: "Aquella persona que no quiere escuchar ni ver lo que para todos es evidente... Es porque esta enamorada". 
Entonces, creo que las madres aman tanto que, sin ellas darse cuenta, cometen diversos errores con sus hijos, al grado de casi "matarlos". 
La historia que leí, era según mi versión, así:

"Un hombre, horas antes de enfrentarse al pelotón de fusilamiento, por un crimen capital del cual fue encontrado culpable, se encontraba en la soledad de su capilla ardiente, llorando de rabia y escribiendo sobre un papel en blanco; una carta para que se le entregara a su madre después de ser ejecutado. El sacerdote, esperaba a que éste concluyera su escrito, pues luego, él le daría la absolución a sus pecados y tambien sería él, el encargado de entregar el papel a la madre, del ahora condenado a muerte". Ésto, escribía en su carta:

"_Madre, mi amada y abnegada madre, sabes cuanto te he amado y respetado, hasta este momento en que me tocará vivir, el momento mas nefasto de mi existencia... _¡mi ejecución!.   _Se que en su momento todo lo que hacías por mi, era por amor, pero ese era un amor insano, no era realmente amor. _Madre, ahora a unas horas de marcharme para siempre y dejar detrás de mi, una vida vana, vacía, llena de oscuridad. Quiero que sepas, lo ultimo que por mi mente pasa, sobre ese amor que me entregaste durante nuestra vida juntos. Esos pensamientos; me hacen reflexionar en que yo, no debería de estar sufriendo esta capilla ardiente. _Que yo, no debería de ser quien a pocas horas perderá la vida. _¡No!  _La persona que debería de estar aquí, en mi lugar, deberías de ser ¡TÚ!. _¿Porqué? _Porque fuiste tu, quien jamas me corrigió, por el contrario, siempre me solapaste mis errores, encubriéndome, cuando lo que necesitaba era una corrección. _¿Recuerdas? _De como peleabas con mi padre cuando él me corregía. _Llegaste al grado de quitarme a mi padre, separándote de él. _Según tu, por el maltrato que me daba. _Recuerda, que en las Santas Escrituras esta escrito que: _El padre que ama, es aquel, al que a su hijo corrige, si es necesario a golpes. _Pero, tu amor no te permitió ver mis errores, los cuales tenían solución en su momento, para con ello evitarme hoy presente, mi difícil realidad. _Por ello, querida madre, a la que deberían de ejecutar mañana. ¡Esa eres TÚ!. _Con amor, tu hijo".

Difícil, pero no deja de tener mucho sentido, y es que exísten madres, que aman tanto que se niegan a ver los errores que su hijo amado esta cometiendo, esos pequeños que solo están experimentando y tu les permites todo. 
Madres que van a prisión, por alcahuetear a sus hijos. Hijos que cometen un crimen y ellas se vuelven sus cómplices; sin darse cuenta los daños colaterales a que ésto conlleva: El asesinato de una débil y enamorada mujer. El trauma, que les hereda a sus nietos. El dolor, que les obsequia a otra familia. ¡La de la victima! y todo ésto, por amor al hijo enfermo, con esa enfermedad que se complico y que ya no tuvo cura; pudiendo haberse controlado en su momento, con un simple: "¡Ésto no esta bien!".
Por otro lado, están aquellas madres que lo son, por el simple echo de haberlos parido, y luego delegan esa hermosa responsabilidad a una empleada, a quien los niños llamaran Nana. Porque, ellas estarán ocupadas: alisando su cabello, haciéndose la manicura y pedicura, porque estarán jugando canasta con sus amigas, porque están preocupadas en mantener una figura estética; que con el tiempo se caerá en pedazos. Y, en lugar de darles tiempo de calidad a sus hijos, se la pasan dentro de un gimnasio. Otras prefieren andar con un amante. 
Las hay aquellas que, pasan con el bebe nueve meses, para luego dar en adopción a su cría y, vuelven a embarazarse. 
Madres que dejan a sus niños, con unos viejos ya cansados pero muy amorosos, ellas son unas egoístas, pues les ponen carga a sus viejos padres, quienes ya vivieron su época, criando a los propios. Madres que golpean hasta llegar a matar a su hijo, simplemente porque en el fondo no son realmente mujeres, y no lo quieren aceptar. Pues es bien sabido por todos que, las madres de cualquier especie, matarían antes que hacerle daño a sus crías. Pero éstas, como dije, no son mujeres, son entes en cuerpo equivocado, por ello no pueden concebir ese bello amor para sus hijos, ese bello amor de ser madre. 
Niñas madres, mentes que aún están en proceso de maduración, que en lugar de jugar a ser madres con muñecos, lo hacen con seres humanos, pues la vida y la mala crianza las hizo madres antes de tiempo. 
Madres que la sociedad, la publicidad, el entretenimiento, las obliga a despreocuparse de ser y apreciar el mejor regalo que la vida les ha delegado: Ese placer, esa exclusividad de ser madres. Y el peor de los casos, aquellas que desean sin poder serlo, porque la naturaleza se los negó, ven con desconsuelo como las otras, las fértiles, abandonan en un callejón oscuro y clandestino, a un niño indefenso, que no pidió venir a este mundo. Y que, en el mejor de los casos, son rescatados por los mismos animales, ésos que no tienen alma, pero que a mi criterio son mejores que esas desalmadas sin conciencia.
Madres asesinas, es una realidad. ¿Pero debido a qué? es que existen esta clase de personas, las cuales son contadas con los dedos y que cada vez se suman mas. Esas personas que de tanto amor, este se pasa al lado contrario y de ser fuentes de vida, se convierten en proveedoras de muerte.  

Mis disculpas, para aquellas que se dan por aludidas, simplemente es un pensamiento que nació de otro, el cual fue publicado en el Facebook y que a su autor desconozco.
Hasta la próxima de la serie.....

jueves, 24 de julio de 2014

BELLA MUJER

Bella mujer, quiero amanecer contigo.
Quiero recorrer tu cuerpo.
Quiero comerte de los pies a tu cabeza.
Devorarte, no dejar un centímetro sin haber probado.

Quiero que me abraces fuerte al hacer el amor.
Terminar embriagado de tanta pasión
y amanecer con una gran resaca,
para quitar mis molestias, comiéndote una vez mas.

Bella mujer, escudriñaré hasta el mas recóndito lugar
en tu cuerpo. 
Ese en el que nadie ha estado, ni estará.
Quiero volverte una locura de amor.
Quiero envejecer contigo, con esta misma pasión.

Quiero saciarme, para luego desearte aun mas.
Quiero mas inspiración, enséñame tu cuerpo,
para recorrerlo sin compasión.
Quiero profanar, esa parte prohibida de tu cuerpo, Bella mujer.

Quiero asesinar tu cuerpo y mente con tanto amor.
Quiero que pierdas tu aliento Bella mujer.
Quiero permanecer en tu pensamientos pecaminosos. 
Quiero que no puedas vivir si yo no estoy. 

Bella mujer, se que esta pasión nos mata. Bella mujer.
Vas ha ser mi bella esposa. Bella mujer.
Haces que me olvide hasta de respirar, Bella mujer.
Bella mujer, quiero quemar tu cuerpo y que ya fundida
y extasiada, desaparezcas.
Bella mujer...


EL CEPILLO

Esa tarde recibi a mi entrañable amigo de juventud, de kermeses, de bohemia; quien hacia cinco años que habia emigrado para el norte en busca del sueño americano. Ésta, era su primera visita desde el día que se marcho. Luego de una tarde de risas y recuerdos lo acompañe hasta su carro, en el que habia viajado desde los USA, con la idea de usarlo en su estadía por acá y luego venderlo y regresar a su vida engringada.
-¡Que bonito tu carro!. Le dije. En realidad estaba bien coqueto y moderno.
-Ya lo tengo vendido. _Cuando me vaya lo entregaré. 
Se dirigió hacia él para abordarlo, pero se detuvo y regreso, le quito los parabrisas a su vehículo y me los regalo.
-Toma, ponéselos al tuyo y dame los que tienes. 
-Pero, ¿no me dices que ya lo vendiste?. Le pregunte con mucha pena pero con ganas de quedármelos, pues eran algo novedoso y no habían llegado al país.
-Bueno... gracias y aquí están los míos.
-No te preocupes de todas formas el carro ya esta pagado, ¡Jajaja!. 
-¡Nos vemos al rato!
Se subió a su carro y se largo, yo me quede colocando mis nuevos parabrisas a mi pickup Pony. 
Al día siguiente, eran la novedad, a donde iba me paraban y preguntaban en donde los habia comprado y, yo todo creído les contaba, 
-Que los habia comprado en uno de mis viajes al norte. 
Una tarde, me encontraba preparándome para ver a mi novia y mientras buscaba mi cepillo para el cabello, me di cuenta cuando lo encontré, que ya era una pieza de museo, asi que decidí que compraría otro. En esos menesteres me encontraba, cuando ella llegó por mi. 
Ya, adentro de mi carro, le digo.
-Haremos una parada en un Mall, para comprar un cepillo para el cabello; pues el que tenía se me daño.
-Esta bien, no hay problema. Me respondió. Luego de conducir por cinco minutos, ella me hablo.
-¿Qué te pasa, que te quedaste callado?.
-¡Ah!.. nada, solo pensaba algo. Me quede nuevamente pensativo.
-Puedes compartir tu pensamiento conmigo. Me dijo ella un poco intrigada. A lo que le conteste.
-Pues, ¡sabes que si!... _Pensaba que esos, los dueños de estos lugares que tienen mucho dinero y que si les robo ese cepillo... ¡sera como quitarle un pelo a un gato!.
¡Bromeas! ¿verdad?. Me dijo ella, con vos y expresión de extrañeza.
-No, no bromeo y eso es lo que haré. _Total, tendrán algún seguro contra robos.
-¡No mi amor! ¡no lo permitiré!.. _Es mas, ¡yo te lo quiero comprar!... ¿te parece?
-¡No señorita, ya dije y eso haré!... _¡está disidido!
-Me parquearé aquí, porque no me tardare nada ya veras. Así que me parque en un lugar en donde no habia seguridad del centro comercial y nos dirigimos hacia los pasillos, en donde se encontraban los mencionados cepillos. Tome uno y como todo un profesional, lo extraje del lugar, la maldad estaba echa ya no me podía echar para atrás y ni quería, la verdad. 
De regreso en el parqueadero, justo en donde habia dejado a mi carro, me dirigí hacia la puerta. Cuando, ésto, me detuvo ipso facto
-¡Mi amor!... ¡mira!. Me grito ella, señalando hacia el windshield.
-¿Qué?. ¿Qué sucede? Le pregunte, a mi asustada acompañante.
-¡Mira! ¡Ya no están!... _¡Te los han robad!  Fue entonces que me di cuenta, que habia sido victima de un robo.
Algún despreciable ladron, habia hurtado a mis llamativos y exclusivos parabrisas.
-¡Que desgracia! Me dije, muy molesto conmigo mismo. 
Ya adentro del carro y en silencio sepulcral; le digo a mi novia
ste, ¡es el cepillo mas caro que he comprado! Entonces prorrumpimos en risas. Luego de reírnos de mi estupidez, le prometí que nunca mas haría de nuevo algo parecido. Pues, siempre que hagas algo malo, habrá otro que te la cobre.
Paso un tiempo y llego el día de nuestro viaje al interior del país; pues una prima se desposaría y estábamos invitados a la ceremonia y fiesta. Luego de conducir por cuatro horas, llegamos a la casa de mis tíos, lugar en donde se llevaría a cabo la ceremonia. En el lugar, todo era un caos, todos dándose los últimos detalles y retoques. Ente las locuras de todos y todas, salio de uno de los cuartos, una de las damas de honor, pidiendo desesperadamente que alguien le consiguiera un cepillo, para peinarse y yo todo un caballeo le preste el mio. Aquel que me habia salido carísimo. La chica, agradecida se encerró en el cuarto con mi afortunado cepillo y yo seguí con mis preparativos. 
La Ceremonia estuvo muy solemne y la fiesta fue algo increíble.
Al día siguiente, a eso del medio día, salimos todos los capitalinos de regreso a nuestros hogares y lo hicimos en caravana, entre todos venían los novios, quienes se dirigían al aeropuerto, para su viaje de bodas.
Ya en casa, muy cansado por el viaje, me di un baño, salí de él muy relajado, me cambie, me coloque una ropa muy despreocupada y luego me pare frente a mi espejo, tome la secadora y procedí a secar mi frondosa cabellera, al finalizar de sacarlo, me quise peinar, pero no encontraba a mi famoso cepillo. Entonces tome el teléfono para preguntarle a mi novia si no se habia venido entre sus cosas.
-¡Hola amor!. Estoy buscando mi cepillo y no lo encuentro de casualidad.. ¿no está entre tus cosas?.
-¡Mi amor!. Grito nuevamente mi novia, al otro lado de la linea.
-¿Qué?... _¿Qué sucede? Le pregunte alarmado.
-¡Te robaron tu cepillo! Y empezó a reír como loca. Yo me senté y en ese momento regreso a mi mente; como si se tratara de una película, en donde veía a la dama alocada encerrándose en aquella habitación, con mi carísimo cepillo de cabello.
Desde entonces, aprendí la lección que la vida me dió y nunca mas he vuelto a repetir mi estúpida experiencia como caco profesional. Pues las consecuencias son mucho mas graves. 
-Como recordarán, me quede sin: mis hermosas plumillas y sin el famoso cepillo.

"Espero que mi desagradable experiencia te sirva. Hasta la próxima..." 




miércoles, 23 de julio de 2014

Mariam, mi amiga Danesa

Buscando empleo en el periódico durante varios días y sin poder encontrar uno, que fuera como al que había tenido que renunciar por un problema de salud. 
Ese día, ya desesperado, no tanto por estar de haragán en mi casa, pues ahí habia de todo, porque aun vivía con mis padres. La desesperación, era al meter mis manos en mis bolsillos y encontrarme en ellos, con el desierto del Sahara, esa era mi preocupación, no tener con que invitar a mi prospecto de novia, pues al enfermarme y perder mi empleo tambien perdí a mi querida novia, (_¡Hurra! de nada me servia una novia que te deja al primer tropezón).
-¿Que dice aquí?  
"Empleos para técnicos en electrónica, telefonía, electricistas y afines. La Empresa, Sony Ericsson; Estará contratando técnicos para un período de tres meses. experiencia mínima, salario minimo. Interesados llegar a la siguiente dirección...."
Al día siguiente, luego de la entrevista me indicaban el lugar en donde uno debería presentarse para iniciar labores. 
Al siguiente día, a la hora en punto, estaba estacionando mi pickup maraca Pony, en el parqueo de una de las bodegas de una empresa de telefonía en mi país.
Luego, ya adentro de la bodega, nos empezamos a conocer con nuestros compañeros. Quienes habíamos llegado a trabajar por un termino de tres meses. Ansiosos de conocer a nuestro jefe y de que nos dieran nuestras obligaciones, pues el reloj avanzaba y nada. 
Bromeando estábamos, cuando de un carro ultimo modelo, se bajaron tres europeos, específicamente de Dinamarca. Se trataba de dos varones, un jefe, un técnico 1 (igual que nosotros) y una señorita técnico 2. Nuestros ojos se salieron de nuestras órbitas oculares, como caricatura gringa, solo nos falto aullar al ver lo guapa que se encontraba la técnica Danesa. De los tres extranjeros, solo nuestro jefe hablaba nuestro idioma (al estilo engringado) y los otros dos, hablaban su idioma natal y el ingles. 
Nuestro Jefe, Steve se presento y luego de una charla informativa, nos ubico en nuestros lugares de trabajo y entregándonos el equipo del cual seríamos responsables, ademas nos explicaba lo que haríamos en la linea de ensamble. 
Bueno la mañana transcurrió y nuestros ojos eventualmente se salían de enfoque, dirigiéndose de forma autónoma, hacia el lugar de la joven Mariam. Llego la hora del almuerzo y ellos (los extranjeros) dejaron de laborar justo cuando la segundera lo indico. Nosotros, hacia unos minutos que ya estábamos buscando nuestros almuerzos, en nuestras mochilas. El momento de ingerir nuestros sagrados alimentos llego y asi lo hicimos. 
Entre los alimentos yo me tomaba una medicina, la cual me producía una somnolencia, por lo que busque un lugar en la enorme bodega, para recostarme, no sin antes pedirle de favor a uno de mis nuevos compañeros de trabajo, que si veía que yo no aparecía y el jefe regresaba de sus dos horas de almuerzo, me llegara a despertar. Así, transcurrieron los días y yo debido a mi placentera siesta y que casi que, uno a uno fueron descubriendo a Mariam; unos por afinidad otros por curiosidad, en fin el ultimo en enterarse de aquella noticia fui yo, y de no ser por el siguiente comentario, no me hubiera dado por enterado.
-¡Ya vieron que Mariam esta mas morenita!
¡Sii!! Contestaban los demás, como en son de broma, pero habia algo mas en esa broma. Si, había lujuria, excitación y emoción. Entonces, pregunte a mi socio encubridor de mis fugas a los brazos de morfeo.
-Y, ¿éstos qué se traen, con Mariam? Le pregunte en silencio, claro sin desaprovechar y darle un taco de ojo a la hermosa chica.
-¡Es que, no sabes nada por huevón! ¿verdad?
-¿Nada? _¿Cómo de qué? Le pregunte, con toda la inocencia del caso.
-Lo que sucede, es que a la hora del almuerzo Steve y Bob se van a almorzar, quien sabe a donde pero, Mariam se queda y en lugar de almorzar...
¿Qué...? ¿En lugar de almorzar qué? Pregunte con mucha ansiedad, pues todo lo que tenia que ver con Mariam, nos interesaba a todo el cuerpo técnico.
-Pues, nada que se va para el patio de atrás, ese que tiene un bonito jardín...
-¿Y?... _¿Qué sucede ahí?... Le preguntaba, casi enojado pues, me la estaba haciendo de tos.
-Coloca una toalla sobre la grama y.. 
-¿Y?...
-Ya, cálmate, deja que termine. Me regaño mi socio. Y termino el misterioso relato.
-Y, ¡Se desnuda para bronceare!.
-¡¡¿Quéee? 
-Y, ¡Yo durmiendo mientras ustedes han estado viendo desnuda a Mariam!
-¡Si! Parecemos gallinas en tapanco, comiendo y disfrutando de la vista.
-¿Y, ella lo sabe?.
-Pues, yo creo que ahora ya debe de saberlo, pero ya conoces a las gringas ¡les vale madre!. 
Me quede pensativo y obviamente celoso, por saber que ojos impíos habían mancillado el cuerpo de tan hermosa criatura y yo, sin saberlo por estar durmiendo. Pero, esto no mas, le dije.
-¡Oye!    _Y ¿Está buena?.
-¡Ja si vieras lo que algunos perros hacen!. 
-¡Cállate no me interesan los detalles!. Y efectivamente el siguiente día, habia una gallina mas en el tapanco, comiendo y degustando de tan maravillosa vista. 
Cuando la veía a ella, mi corazón latía apresurado de emoción, pero al ver a mis vecinos, los del tapanco, eso me irritaba.
Esto era lo que todos veíamos cada día, de lunes a viernes, durante dos horas, bajo el sol con o sin apetito. Todos, corrían como en San Fermín España, para encontrar el mejor lugar.
Salía ella por una de las puertas de la bodega, con un diminuto bikini blanco, de dos piezas, en su brazo una dichosa y disimulada toalla, ella la extendía sobre la húmeda, verde y afortunada grama, luego se acomodaba, sentándose sobre ella, de su neceser extraía a un orgulloso bronceador, el cual se disfrutaba la piel de Mariam. 
Empezaba, aplicándoselo por sus bellos y sensuales pies, con masajes circulares y suaves sus manos recorrían a sus largas y esmeradas piernas, en ella no se veía una sola imperfección, cuando sus manos tocaban su ingle, entonces se colocaba en rodillas y se aplicaba suavemente ese vidrioso liquido, sobre sus redondas y no exageradas nalgas, mientras las sobaba se sacaba el pequeño hilo que estaba atrapado entre sus dos perfectas y duras aterciopeladas y ya bronceados glúteos. 
Ahora, se encontraba frotando ese vientre tan plano, que en el podrían aterrizar sin problemas los mas exigentes pilotos de un jumbo 747. Su ombligo, dejaba escapar algunas gotas del bronceador, las cuales corrían hacia los costados, pues ahora estaba acostada boca arriba. Mientras recorrían su dorso, dejaban una estela que con los rayos del sol se iluminaban causando un eclipse a nuestros ojos. Seguía frotándose, ahora sus brazos y parte de su espalda, hasta donde éstos lograban llegar, desde la cintura baja hasta su cuello. 
Entonces, Colocaba el frasco sobre la toalla y sus brazos se dirigían juntos hacia su cuello y en plena armonía, sus delicadas manos desataban el nudo de su sostén, cediendo éstos como si se hincaran ante alguna deidad, para luego pasar sus brazos a la parte trasera y asi liberar por completo a su cuerpo de ese artículo de vestir playero. 
En ese sublime momento, nuestros corazones se detenían y comenzaban a latir en cámara lenta, ella amarraba su cabellera, haciéndose un penacho con ellos. Mientras sus senos de medida perfecta, que hacía unos instantes habían quedado en libertad, apenas si se movían de la firmeza de éstos; su caída era perfecta, tomando forma de higos robustos y firmes y en su terminación lo adornaban un par de aureolas, con un erguido y orgulloso pezón de un color mas oscuro al de su piel, se acomodaba sobre la toalla y allí quedaba inerte. Cuando estaba boca arriba, sus senos apuntaban, cual artillería antiaérea hacia el sol, nada de desparramarse hacia alguno de los lados y cuando se colocaba boca abajo ella desataba los cordeles de su biquini para dejar en libertad a sus duras nalgas, como si estuvieran echas de puro ébano. Un ébano muy claro, color que habia logrado con esos días de bronceado.
El color, que su piel ahora tenía era una especie del color rojizo (cobrizo) y moreno, algo que solo se logra en una piel blanca como la nieve.
Luego de que esas dos horas parecían dos minutos para nosotros, ella se incorporaba completamente desnuda; cogía su toalla la enrollaba en su perfecto cuerpo, colocaba a su biquini blanco, adentro de su neceser y se metía por la puerta de la cual habia salido. Mientras, nosotros caminábamos, cabizbajos y meditabundos, hacia nuestro lugar de trabajo. 
En pocos minutos, ella aparecía justo cuando sus compañeros llegaban, no antes ni después, metida adentro de unos jeans que atrapaban perfectamente a su figura, de su top, sobresalían, como queriendo acusarnos a todos; un par de pezones, que hace unos minutos nos habían deleitado.
Aunque no me lo crean, el resto de los días de trabajo ya no quise ser un espectador mas, me sentía incomodo de escuchar los comentarios de mis compañeros, eso me enervaba y para ello en mis ojos habían quedado quemadas las imágenes que recien les detalle.
Cuando el proyecto terminó, mi decisión de no volver a espiarla recibió su recompensa, pues de los compañeros solo a dos nos invitaron a una cena y luego a una discoteca de musica salsa. Esto como despedida, pues al día siguiente, salia su vuelo rumbo a Dinamarca.
Esa noche, bailamos hasta el cansancio, ella vestía un vestido el cual era una minifalda, desmangado y sin tirantes, era una especie de top; su bronceado era impresionante, impecable. Cuando llego la hora de la despedida ya mi socio se habia retirado, solo quedábamos Steve, ella y yo. 
Mariam, tomo mi mano y me pidió que la llevara a la habitación del hotel. Frente a su puerta, ella me dijo. (en inglés, pues no hablaba español)
-¿Quiéres ver como quedo mi bronceado?...

Ésta historia es para ti, colega Mariam






Dime que debo hacer para olvidarte

¡Dime que he de hacer si yo aprendí a querer entre tus brazos! 
¡Se que fuí uno mas para ti, pero eso a mi no me importo y nunca olvide tus caricias, tus besos y tus arrumacos!

¡Dime que he de hacer para olvidarte!... 
Si me has tatuado todo el cuerpo con: tu olor, tus sonrisas, tus caricias, tu piel suave y caliente. 
Y a pesar de saberlo estuve entre esa fila que tiene tu historia.

¡Dime que he de hacer para olvidarte!.. 
Si solo tronabas tus dedos y allí estaba presto... 
Para beber de tus labios esa miel embriagante y adictiva... 
Que tu sabias que traías desde el momento en que ha este mundo llegaste.

¡Dime que he de hacer para olvidarte! 
Si como a un esclavo de amor, engrilletado a tus piernas, a tu sexo, estoy... 
Y tu sabias que ya no iba a encontrar a otra como tu.

¡Dime que he de hacer para olvidarte! 
Mira, como me pones al llegar a verte...
Y, de saber que en ese momento, eras alimento de otro ingenuo igual que lo era yo.
Y, al saber que él de ti bebe, todos esos ríos de placer... 
¡Que de tu bello cuerpo emanan!

¡Dime que he de hacer para olvidarte! 
Si hoy ni siquiera he podido olvidar ese primer beso... 
¡Como quieres que me olvide de esa forma de amarme! 

Dime amor, si un día en mi droga te convertiste y de ti soy dependiente... 
Si no respiro el aire que tu respiras siento que me ahogo...
Si no tomo ese elixir de tus labios siento que empiezo a envejecer... 
Si no toco a tu tersa y blanca piel me siento morir...
Si no escucho esa musica excitante de tus labios escapar, cuando hacemos el amor, me siento como en el limbo... 
Si no rozo mi cuerpo deseoso contra el tuyo, me siento como en el desierto. 

Así aprendí, que después de ti, no encontré mas que puros fracasos.
Algo frío, algo pasajero.
Entonces, ¡dime amor!... 
Si un día me enloqueciste y en tu esclavo me convertí y droga eres para mi.
¡Te pido!... ¡Te exijo!.. 
¡Que ahora me liberes! ¡Que borres de golpe todo lo vivido! 
¡Que debo ahora hacer! Para de mis venas sacarte... 
¡Que he de hacer para olvidarte y volver a vivir!...

¡Dime... Que he de hacer para olvidarte!