viernes, 21 de abril de 2017

La chica de Venus


Ella llegó de Venus, yo creí venir de Marte, pero llegué de aquí, 
en alguna parte.
Ella llegó de noche, entre las estrellas apareció. 
Yo me encontraba por debajo de la luz de algún poste.
Ella encerrada en un traje plateado, cubierto de polvo de estrellas, 
era adorable, yo vestía pantalon de mezclilla y en mis axilas 
polvo menen que robe a mi hermanito.
Ella aterrizó a unas cuadras de aquí, yo me asusté, creí que era otra redada 
y al suelo me lancé, creyendo me agarrarían otra vez.

Despues de que la luz de ella se extinguió, yo dije la policía se marchó. 
¡Uff, de la que me salvé!
Ella sin saber que hacer, hacía donde ir, aturdida por el largo viaje, 
buscó algún lugar, para el lugar investigar. 
Yo cómo tonto por detrás de un tronco, pues, pensaba era un polizonte rezagado, 
pero al verla quede atontado. 
Ella al verme agachado, ahí tirado, hacía mí caminó, con dulzura me preguntó.

_¿Quién eres, qué haces ahí tirado, eres algún terrícola aterrado?

Yo seguía anonadado, jamás vi una chica más hermosa.
En su rostro, dos estrellas por ojos y en su dulce sonrisa, brillantes titilantes, 
sus mejillas rosadas y su figura, cómo de otro mundo. 

_¿No me respondes, acaso eres mal educado o un alocado? ¡Ah! seguro eres mudo, 
perdón no lo había notado. 
_¡No!, para nada, es que estoy impresionado. 
_¡Impresionado! ¿por qué, acaso no has visto a otra Venusina? 
_¿Venusina? !Ah! ¿eres Venezolana? 
_Jajaja no tonto, soy de Venus, un planeta de por acá a la vuelta 
por detrás de aquellas estrellas. Esa que brilla tanto, ese es mi planeta. 
_¿Qué me ves cara de novato o de insensato? Estaré atontado, pero 
nunca he sido baboseado por un ser, menos de otro planeta. 
_Pero que digo. Te habrás escapado de algún psiquiátrico. 

Ella lo observó por un rato y agregó.

_Para ser un tarado, eres muy simpático. ¿Me enseñas tu planeta? Varias
de mis hermanas han venido a tu planeta, pero ninguna a regresado, 
ese fue el mandato y por eso estoy aquí hablando con este pazguato. 
_¡Oye! oye, más respeto... Me puedes decir que es un Torcuato.
_Olvídalo, tengo que buscar a mis hermanas, espero no se las hayan devorado, 
pues si todos son como tú, seguro las habrán idiotizado o desaparecido 
por miedo a ser invadidos por otro más inteligente que llegó de otro planeta. 
_En verdad que estas bien loca, pero tambien es verdad, que eres hermosa, 
bella mujer; no me importa de que colonia o barrios seas, si perteneces 
a alguna fanática secta, eso no tiene importancia. 
_En verdad que no se de que hablas, no puedo perder el tiempo con uno tan torpe 
y repito; uno tan torcuato, digo pazguato, ya me has hecho bolas. 

La chica encendió su traje y de él, se escuchó un extraño ruido, una especie de radar 
que le daría el dato exacto de donde encontraría a alguna de sus hermanas. 

_¡Cool! 

Grito el torcuato.

_¿Qué, dónde, donde están? Esos, son peligrosos. 

Grito la venusina y extrajo un extraño artefacto. 

_¡Woo, wooo! ¿qué es eso? tranquila, bájalo, puedes lastimar a alguien. 
_¿Dónde están esos Cools? 
_Tranquila, que solo fue una expresión al ver tu linda indumentaria, 
te hace ver más bella; creo que estoy enamorado de ti. 
_¿Enamorado qué es eso?, no te comprendo, mejor aléjate de mí no sea contagioso. 
_La verdad que si lo es, me gustaría que te contagiaras de amor por mí. 
_Un momento, seguro eso le sucedió a mis hermanas, claro, después de todo, 
no eres tan pazguato. 
_Y dale con eso, te disculpo porque no sé que significa. 
_Olvídalo, mi localizador a encontrado a una y es cerca de aquí. 
_Yo voy contigo, el vecindario es muy peligroso y no quiero que a una extranjera 
tan bella le pase algo malo, no se vería bien. ¿Esta bien si te acompaño? Di que sí, 
por favor. -dijo el torcuato, haciendo la cara del Gato con Botas) ella al verlo dijo. 

_Te pareces a mi gato. Esta bien minino, acompáñame, me puedes servir de escudo. 

El chico hizo cara de malhumorado, pero al verla de nuevo quedó enamorado. 
Caminaron los dos; terrestre y venusina. Él decía. 
-Sí que son lindas estas Venezolanas, por eso tanta corona de Miss Universo 
que se han ganado. 
Ella caminaba casi levitando, el chico tambien, pero era por el amor que le brotaba 
por cada poro por la linda chica alien. 

_Mira torcuato, aquí la señal se ha incrementado, debe estar una de mis hermanas 
por acá, sufriendo de alguien tan desesperante como tú. 
_Naaa... Di que te gusto, lo veo en tus ojos cuando me miras, de ellos sale luz, 
eso es amor, no lo disimules más. 
_Cálmate Romeo, pues si me enojas de mis ojos saldrá un láser que te rostizará, 
y en nada te convertiré. 
_Un momento, ¿cómo sabes del tal Romeo?, ¿verdad que sus canciones son hermosas?, 
tiene vos de nena, pero son bonitas. 
_¿De qué demonios me hablas,? yo te hablo de la obra de Shakespeare, 
no me creas venusina inculta, tambien conozco al señor Julio Verne y a otros 
que ustedes creen pertenecen a este lugar, pero no, ellos son de otros mundos. 
¿Conoces a Einstein? Seguro no pues eres inculto y baboso, para que lo sepas 
él no es de aquí, vino, porque se compadeció de ustedes, para evitar que terminen 
con su hermoso planeta, eso sí, es el más bello en todo el universo, pero si todos 
son como tú..., ahora entiendo porque están acabando con él, a mi me dan ganas 
de ayudarles, pero ya me tienes fastidiada. ¡Mira ahí está!, es Venusporina 5, 
menos mal que esta con bien, se le ve bien. Espera aquí, no asea y arruines la misión; 
debo hacer contacto con ella. 
_Esta bien, ¡wao! es bella tu hermana, aunque ya se ve un poco envejecida. 
_Claro idiota, con tanta contaminación, ¿como querías que estuviera?, 
yo ya me siento más vieja de cuando llegué y eso que recien llego. 

-Esta loca, pero no importa, así la quiero- Pensó.

_Aquí te espero mi Venezolana divina. 
_¡Va! si que es molesto este torcuato. 

La venusina se acercó hasta el hogar de su hermana y al tiempo lo detuvo, 
todo se paralizó, hasta el torcuato quedó como pescado en refrigerador, 
ellas hablaron por largo rato, y la linda chica que recien llegó, trató de convencer 
a su hermana, pero después de un rato, ella la llevó al siguiente cuarto y ahí le enseñó 
a sus lindos hijos, la venusina entendió y de los chicos se enamoró en el acto, 
pues, en Venus no había manera de lograr un embarazo por falta de machos, 
la venusina, mientras regresaba convencida de que sus hermanas estarían felices como terrestres, observó al torcuato y su hermana le dijo.

_¿Este pazguato fue el que te encontró?, ahora te entiendo si te quieres volver a casa, 
por favor no nos delates. 
_Bueno, ese es el que me contacto, pero en el fondo no es tan malo, solo es un idiota, 
creo que me gustaría quedarme tambien, tener una familia como la tuya, ¿qué crees? 
_Pues creo que es tu decisión, este planeta esta lleno de nosotras y otras, de otros 
planetas, donde tampoco hay machos. 
_Bueno hermana, te dejo, voy a descongelar a mi gato torcuato. 
_Hasta pronto, espero decidas bien.
_Lo mejor para ti hermana. 

Se hicieron un saludo particular de su planeta y se despidieron. La venusina descongeló 
el tiempo y todo regresó a la normalidad. Cuando estuvo con su torcuato, lo vio, 
pero no vio su físico, pues si era por físico, este pobre estaba perdido, ella vio 
lo más bello del ser humano, del terrestre, ella vio, algo bello en él, tal cual, 
un príncipe de cuento de Disney.  Esa era la analogía, para lo que ella vio 
y de él se enamoró. 
Ella renunció a su planeta y adoptó a la tierra como el propio, arregló su situación legal intergaláctico. Pero, al torcuato le dijo que era Venezolana, pues jamás entendería 
que era un alien del planeta Venus.

Y una noche, fresca y despejada, cuando más brillaba en el firmamento su planeta Venus, 
junto a muchas de sus hermanas, la chica de Venus se casó. 
Hoy día, ella vive feliz con su torcuato y sus torcuatitos. En las noches despejadas, 
sale a su patio y con suspiro en su pecho, mira con nostalgia a su lindo planeta, lugar de bellas Venezolanas, cómo cree su esposo el gato torcuato.



                                    El Fin





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