miércoles, 9 de diciembre de 2015

Cinco temas de amor y desamor 1


1) Herido en el interior.

Caminando hacia mi casa, sintiendo el pesar que has dejado adentro de mi, 
mi caminar era pausado y aunque tú nunca lo sabrás, 
que con tu proceder me has herido mujer, 
me ven caminar y seguro se preguntarán ¿adónde va caminando así?
¿de dónde viene con tanto dolor encima? ¿será evidente? 
Aunque trate de esconderlo, para que tú nunca lo sepas, 
si sintieras un poco de mi dolor, me comprenderías y correrías tras de mi 
para no perder mi amor, el que aun vive en mi, por ti.
Seguí mi caminata de dolor, como mi Señor me sentí, 
decepcionado de escuchar el desprecio que me disparaste sin misericordia 
un dolor que duele por dentro de mi y que sin yo quererlo se refleja en mi semblante.
Escucho que me dicen: ¡Adiós amigo!, ¡te cuidas!, ¡ve con cuidado! 
personas que me aprecian. 
Al caminar con rumbo a mi hogar imágenes viajan junto a mi 
de cuando alguna vez caminamos juntos, por aquí regando amor, 
escuchando melodías que nacen del corazón, que linda pasión 
y no se diga la emoción de verte junto a mi y de mi desesperación de hoy 
con este dolor que me desgarra por dentro, lo sé, esta muy reciente, 
pero el tiempo seguro será mi aliciente, mi sanación consciente 
y por fin un mal recuerdo, eso serás. 
Lo bueno es que nunca lo sabrás, ni me verás, 
así como ahora voy huyendo con mi dolor muy adentro, disimulando 
para no ser victima de lastimas. 
Es un gran dolor pero debo soportarlo eso lo haré por mi honor  
y por el amor que aun siento. 
Llegando estoy a mi refugio, a mi trinchera, eso será en mi duelo de amor 
mientras sana mi corazón herido y me duele tanto, pero es por dentro 
mi familia se dará cuenta, pues a encerrarme en mi cuarto voy 
y por algún tiempo no me escucharan cantar, ni siquiera silbar 
pero por respeto, nadie preguntará, pues se darán cuenta 
al no verte a mi lado nunca más y aunque el dolor lo llevo por dentro 
se que se notará en mi semblante. Pero lo importante es que tú nunca lo sepas.

2) Volveré

Sabes bien que fuerte soy y que un día me verás volver 
no te sientas tan feliz, pues me verás volver y al verme desearás 
volver a amarme, pero tarde para ti será y sentirás el haberme perdido 
y a mi lado otra chica estará y no será para olvidarte, 
será por que la amo, porque la encontré y me enamoré, 
ella estaba igual que yo.
Dos corazones abandonados, como cachorritos dejados en un camino olvidado 
solitarios, así nos encontramos y nos dimos consuelo 
y de él nació un bello amor, se que lo ves y lo notas en mi rostro, 
estoy rebosante y me siento un gran amante, amo al amor y el amor me ama 
pues vivimos juntos y ahora nos ves y me tratas de sonreír, 
entrar otra vez en mi vida, pero tus miradas,.
Regresé triunfante y esta vez es para siempre, no más dolor adentro de mi 
solo amor, uno que me llena de emoción y pasión, la ves y haces muecas 
de que eres mejor, pero eso no es cierto, ella es bella por dentro y por fuera 
no es un maniquí como lo que encontré en ti, un álbum de imágenes 
bien estudiadas frente a un espejo de mujer vanidosa. 
Pero como toda cosa abandonada en un rincón, ahora para mi has terminado, 
serás el maniquí en el desván que paso de moda y ahí te quedarás. 
Morirás descolorida, rasgada y olvidada por el tiempo cruel 
mientras, yo regresé como un nuevo ser y un nuevo amor que es bello 
por adentro y por afuera, esas mujeres que nunca podrán ser olvidadas 
ni envejecer,  mucho menos pasaran de moda, por ser seres bellos, 
pues siempre habrá algo bello en ella, para poder admirar y amarla hasta el final.
Volveré, lo dije y lo cumplí, sorpresa para ti, que regresé y no fue 
para volver contigo, fue para ser feliz al lado de mi linda mujer.

3) Hasta que llegaste tú

Hermosura me dije cuando te vi y hasta del dolor que lleve adentro de mi lo olvidé, 
hasta que llegaste tú, sufriendo viví, recordando un mal amor que me lastimó 
y a mi corazón hirió, hasta llevarlo a la desesperación, pero que hermosura 
a quien me encontré y ella, de mi piensa lo mismo, ve en mi 
lo que tú nunca viste, triste fui hasta que llegaste tú, solitario quedé hasta que llegaste tú, miserable me sentí hasta que llegaste tú, bella mujer que al verla me emocionó 
y al viento grité: ¡Hermosura! pues eso vi en ti. 
Y, a la que antes creí que era símbolo de belleza, en ese instante olvidé 
y todo fue, porque llegaste tú. 
Hermosa musica hoy escuchó en mi, desde que llegaste a mi, 
hermosos colores y muy vividos veo, desde que llegaste tú, 
los que antes creí que eran bellos hoy tiene tinte de gris, sentir amor antes creí 
pero estaba equivocado, pues amor siento desde que llegaste tú. 
Mi vida es vida y la vivo por ti, pues hubo un tiempo que la vida para mi termino 
o al menos eso creí hasta que te vi, llegas tú y me rescatas 
de una vida llena de malos recuerdos que dejó mal amor en mi, 
unos que acababan con mi vida, vaya tiempo que perdí, ahora quiero recuperárlos 
y eso hago desde que llegaste tú. 
Desgraciado fuí hasta que llegaste tú y a mi vida cambiaste, me convertiste 
en otro ser más en este mundo de los pocos que viven felices y eso fue...
Hasta que llegaste tú.

4) Deja que sea yo

Un día me acompañaste por el camino y me dijiste: ¡Ven junto a mi, acompáñame! 
y yo confiado te seguí, a tu lado por mucho tiempo caminé y debo confesar 
que me gustó. Me gustó tanto que permití que tomarás control en mi, 
yo lo entendí, asi lo comprendí, me dije, es lo correcto pues ella me invitó 
a caminar éste camino a su lado y fui feliz debo decir, 
pero con el tiempo me sentí menos que tú o eso querías de mi, 
entonces raro sentí, pues ya no era yo, era lo que tú querías de mi, 
escogías por mi y yo vivía por ti, pero al ver que no me llenaba 
y que yo era un muñeco de trapo para ti al que hoy pones aquí y otro día allá 
mi dignidad salió a flote. Como el iceberg que se desprende del polo 
y que por un tiempo nada bajo el agua, hasta que se atreve y sale a flote 
y ve lo bello que aquello es y ya no siente miedo de viajar su camino solo, 
se admira y se valora, suelta las amarras, rompe el cordón que un día los unió 
y al que sin quererlo se aferró, por miedo o desespero, por lo que sea 
no hay nada mejor que ser tú mismo, equivocarte y encontrar el error 
por tus propios medios, que emoción fue entonces que en la siguiente bifurcación 
tú seguiste por un camino y y o seguí por el mio. 
Quien sabe, quiza y el camino junto al destino un día nos vuelva a unir 
pero las condiciones serán otras, seremos iguales y compartiremos 
nuestras experiencias, asi deberá ser, pues somos seres individuales, 
me respetarás y yo haré lo mismo, veras que entonces hallaremos al verdadero amor 
y si no vuelvo a verte, aunque lo que pasó no fue tu culpa sino mía 
quiero que seas feliz como lo intentare ser yo, pues nada está escrito 
y si debo equivocarme, encontraré otra salida para rectificar mi camino 
y dejaré de ser quien un día contigo fui, para ser lo que quiero ser... 
¡Déjame que sea yo!

5) Aquí llegó mi sol

Una tenue luz, un tímido calor, así eran mis día cada mañana al llegar el sol a mi, 
su luz no era suficiente para ver las maravillas de la naturaleza 
y el inclemente frío, no me permitía disfrutar de la alegría de vivir la vida a plenitud, 
pero llegaste tú y me dije: ¡Aquí llego mi sol!, tú luz era incandescente y tu calor 
erradicó el frió que heló mis huesos. 
Ahora puedo ver las maravillas naturales y tambien logré disfrutar 
sin miedo a congelarme de las alegrías que da la vida, 
hoy me ven correr y brincar, me escuchan cantar, disfrutan verme feliz. 
Y, todo porque al fin llegó a mi vida el sol, mi sol eres tú mi amor, 
ese calor que me hacía falta lo obtengo de tus cariñosos brazos 
y la luz que me permite ver viene de tus bellos ojos azules, 
los sabores de tus besos y los aromas de tu cuerpo, que feliz ahora soy. 
Es que a mi llegó, por fin el sol, gracias Marisol, por traer a mi vida
la fresca brisa, el reconfortante calor de un cálido abrazo y los muchos sabores 
de tus ricos besos y de los colores ni se diga, esa luz que viene de tus azules ojos. 
Feliz hoy soy, por fin un hombre feliz dicen que soy y así me siento cada mañana 
cuando me levanto y abro la ventana y me repito... 
Aquí llegó mi sol y apareces tú, frente a mi.


Éste ultimo dedicado a ti Marisol, mi amor afortunado, no lo digo por ti, lo digo por mi.

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