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miércoles, 15 de junio de 2016
Guilty
Sombras, luces, claroscuros,
luces incandescentes y un sol sorprendente.
Así fue al inicio todo con varias aristas
que le daban cierta sabor a todo.
Imágenes reflejadas sobre un blanco papel
que luego fueron impresas con sudor de amor
sin pensar que un día todo sería oscuridad.
Oscuridad total, donde no cabía una sola sombra
lugar en donde nunca más insidió
la luz natural y ni la artificial.
Debo confesar que de aquella variedad
que un día me sorprendió nada quedó.
Debo confesar que el único culpable
de que aquello terminara, ese fui yo.
Frio, calor, clima templado,
siempre acurrucados, frio como de nevera
y frío que llegó de los polos en forma
de fresca brisa y que me hizo tiritar.
Pero tu cuerpo de mujer al mío logro calentar
y lo que pareció ser algo inclemente
burlado se largó.
Nunca junto a ti sentí ese frío
el clima estuvo aclimatado, pero debo confesar
que eso que dio calor a mi cuerpo fue nuestro amor.
Culpable soy hoy de sufrir y tiritar
por falta de cuerpo de mujer, de la mujer
que tanto me amó y un día de mi se alejó.
Principio y fin, lugares intermedios,
alfa y omega, lugares sin limites,
fueron alcanzados y superados por un gran amor.
Cuyo inicio fue la casualidad,
esos que nadie apuesta por ellos
amor a primera vista les llaman los insulsos.
Para mi son verdaderos y duraderos,
pero he de confesar que lo que pareció
ser un eterno amor y verdadero.
Yo fui el culpable de que un día
llegará a su fin, que terminara, como termino
me dijo: Good bye y se fue con odio en su corazón.
Culpable soy yo y ahora me condeno
al confinamiento y encierro junto a un corazón
que me resulto: libertino y que lastimo
con sus cuitas de amor a quien tanto dio (me amó)
Culpable fui yo, por no controlar mi galope
en cuestiones de amores falsos y solo hoy me encuentro
condenado por ser culpable de no mantener una relación.
La mejor que nunca volveré a tener
porque mi mujer muy herida quedó lo sé,
culpable soy, culpable fui y culpable seré.
Mi devoción por mantener a varias mujeres
me duele tanto; aquí no hay luz solo oscuridad
y tengo tanto frío que tirito sin una sola arista
que me dé variedad en este lugar tan apartado.
Sin principio ni fin, aquí no hay un alfa ni un omega
merecido por ser culpable de acabar con un bello amor
que nació de la nada.
Amor a primera vista dicen los insulsos
y yo no creí lo importante que era
hasta que un día ella dijo good bye y se fue.
Dejando olvidado a un culpable... Ese soy yo
que ahora muero aquí en soledad y en oscuridad,
también de frío y sin un papel en blanco
donde pueda escribir mi trágica historia
para evitar este dolor a otros iguales a mi...
El único culpable ese soy yo.
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