martes, 14 de marzo de 2017

Salvando vidas inocentes (el Dr. Efrén)


El Dr. y Profesor Efrén, viajaba en un vehículo del transporte público noble con el medio ambiente, con rumbo hacia el Hospital para niños con una enfermedades terminales. 
Mientras viajaba, leía el periódico de ese día, en él leyó una noticia que le causó tremendo dolor, algo que no estaba en sus manos el poder otorgar una solución; sin embrago, su cerebro de científico iniciaba una serie de especulaciones para encontrar una solución a algo que para él era inconcebible. Para esto, la estación le llegaba pronto, descendió del vehículo público y con bastón en mano, se encaminó hacia su destino, en su rostro se veía lo compungido que iba, un ceño igualando a un V. 
Luego de unos quince minutos de caminata, se vió frente al ingreso del prestigioso Hospital de Infantes, entró en él, al hacerlo disimuló su expresión cuando fue muy bien recibido por la enfermera Lilly, quien era la que siempre lo esperaba para cuando él hacía su visita a dicho nosocomio.

No esta demás, recordar que el Profesor Efrén era una eminencia en Entomología, algo que lo apasionaba desde niño, pues cuando fue creciendo y al recordar las características tan peculiares de estos insectos, tal cual extraterrestres; además, el hecho de saber que después de una catástrofe que extinguiría a la humanidad, ellos, los insectos, y en este ejemplo: Las cucarachas, podrían ser, quienes sobrevivan entre otros. Por tanto y además, al saber y conocer, mientras estudiaba medicina, que muchas enfermedades eran causadas por bichos mucho más diminutos y microscópicos, se dijo un día, que la solución a muchas enfermedades hasta hoy conocidas como sin cura y mortales, estaría dicha cura, precisamente en ellos, sus amados insectos, por ello, es que se convirtió en un respetable Entomólogo y desde entonces, sus estudios sobre ellos, para muchos de sus colegas, el Dr. Efrén, era un demente. 

Bueno, esto era lo que lo traía muy frecuentemente al Hospital, para seguir con sus hipótesis y conseguir las pruebas de laboratorio para sus experimentos.

_ Hola Lilly. ¿Cómo están mis niños, hoy
_ Pues, que le digo Dr. igual. O más bien, están un poco peor, diría yo.
_ ¿En serio Lilly? Y, eso ¿por qué?
_ Pues, yo los veo deprimidos, retraídos, sumidos en sus pensamientos y sufrimiento.
_ Pero Lilly, recuerde que son niños, además, niños enfermos, niños que deberían de estar jugando, empolvándose, raspándose, viviendo su niñez en un campo abierto, no encerrados y sufriendo con medicamentos y tantas pruebas, que hasta al más fuerte le harían mella. 
_ Si Dr. eso lo comprendo, pero ahora están peor, cómo si hubiera una epidemia de depresión entre ellos.
_ Jaja. Usted y sus ocurrencias Lilly.

Así continuaron enfermera y científico mientras caminaban por los largos pasillos blancos del Hospital, con forme avanzaban, el Dr. Efrén denotaba que lo que Lilly le dijo no era una ocurrencia de la enfermera, era algo evidente, esto entristeció más al Dr. pues, el estado de animo era definitivo en la recuperación o avance de las enfermedades que se trataban en este Hospital y que hasta la fecha, se le habían arrebatado de las garras de la muerte a miles de infantes, gracias a una organización que el Dr. Efrén había motivado en la iniciativa privada y personas que se sumaron a la organización, para recibir fondos y con ellos, todo había mejorado en ese Hospital. 
Por fin el Dr. y Lilly llegaron al lugar que le correspondía al Profesor en este Hospital.

_ Le traigo su respectivo café Dr.
_ Gracias Lilly, como siempre: Cargado y sin azúcar.
_ Ahora se lo traigo mi Dr. bello.
_ Jajaja.

Sonrió el Dr., se acercó a su escritorio y al hacerlo, depositó sobre este, el periódico, entonces le vino a la memoria lo que lo traía con enojo e impotencia, mientras viajaba hacia el Hospital, se sentó y de nuevo abrió el periódico donde estaba la noticia que le tenía con angustia evidente.

_ Es una pena la decisión que tomó el Sr. Alcalde, ¿verdad?
_ ¿Ya lo leyó Lilly?
_ Si Dr. y no crea, yo tambien me siento mal por esa decisión. Pero a la vez, me pregunto: ¿Qué otra cosa se podría hacer, póngase en los zapatos del Sr. alcalde?
_ Pues si Lilly, pero no es para tomar una medida tan radical, puede que hayan otras soluciones. Por otro lado, ahora me preocupa el estado de mis niños...
_ ¡Espere Lilly! creo haber encontrado la solución a ambos problemas y con él, salvar vidas inocentes, muchas vidas.
_ No le comprendo Dr. 
_ No te preocupes Lilly, yo sí, por favor, comunícame con el Sr. Alcalde.
_ Claro Dr. ahora mismo.

El Dr. Efrén habló con el Señor Alcalde y este, se alegró de que una vez más, el mal llamado loco, entre el gremio, solucionara otro problema. El jefe de la comuna, estuvo de acuerdo en ayudar con la solución, pues, aunque esta traería unos gastos extras a la comuna y tambien al Hospital, valía la pena. 
La solución tomó su curso, por un lado el político se atribuyó parte de la solución cómo idea propia. Un problema que le tenía la plaza de la municipalidad llena de activistas, quienes protestaban por su decisión tan radical. Por otro lado, el Dr. Efrén, conseguía fondos para realizar unas construcciones en el Hospital. Todo tenía forma ahora.

Los resultados fueron evidentes desde el primer día de su proyecto. Los niños, quienes parecían haber contraído una epidemia de depresión, se habían repuesto de inmediato y algo asombroso, muchos habían empezado a evidenciar una mejoría considerable en su estado de salud, algunos hasta fueron dados de alta y se volvieron pacientes ambulatorios; mientras que otros, se daban por vencedores de sus enfermedades, la solución del Dr. Efrén había sido algo increíble, que le anotaba un laurel más a su ya muy larga y laureada carrera como científico y pacifista.

El señor Alcalde, daba una conferencia de prensa, haciendo llegar a la población el avance y la ayuda para miles de familias en la cura y la pronta recuperación de otros niños, por otro lado los activistas y protectores de animales y la población en general, estaban felices y satisfechos con la solución viable y humanitaria a su decisión radical de sacrificar a todos los perros callejeros. A los cuales se les recogió de las calles, se les llevó a albergues especiales para ser revisados, desparasitados, bañados y acomodados para posteriormente, ya todas unas hermosas mascotas, fueron trasladadas a las nuevas instalaciones del Hospital, lugar en donde, ademas de los perros callejeros habían: Gatos, caballos y cualquier otro animal, que pudiera haber sido sacrificado. Estos, les eran entregados a los niños enfermos, quienes se comprometían a cuidar de ellos a cambio de tomar sus medicinas y alimentos sin protesta alguna y el estado de animo subió en un 200%, algo beneficioso para los niños internados, el plan era tan exitoso, que muchos niños al ser dados de alta se llevaban su mascota con ellos a sus hogares. 
Los niños que un día salieron de su hogar en una ambulancia sin expectativas de lograr sobrevivir, regresaban a su hogar, con su familia y con él, otro que estaba condenado tambien a morir y sin posibilidades, uno que un día tambien tuvo su hogar, pero que el destino los echó a las calles y los dejó sin hogar, ellos, ademas de salvar su vida y salvar la de otro, también regresaban al ansiado y extrañado hogar, lugar en donde ahora sí serían amados.

_ Dr. Efrén, lamento mucho que su idea se halla politizado. 
Dijo Lilly al Dr. Efrén en otra de sus vistas.
_ Lilly, eso es lo de menos, lo importante es que se salvaron vidas inocentes, eso es lo único que realmente me importa. Y ya ve, gracias a las Universidades y sus Facultades de Veterinaria hemos conseguido que nuestros nuevos miembros del Hospital, sean revisados por ellos antes de ser entregados a nuestros niños. 
_ Ve, otra cosa buena, le ha dado a las Facultades de Veterinaria la oportunidad de tener con quienes practicar. Es usted un genio Dr.
_ Jajaja. Las ocurrencias de Lilly.
_ Le traigo su cafecito mi bello Dr.
_ Si gracias Lilly, ya sabe...
_ Claro mi amor, cargado y sin azúcar.

Dijo Lilly, mientras se dirigía con rumbo en busca del café del Dr. Efrén. Mientras que este, seguía con su incansable búsqueda en la cura de centenares de enfermedades sin cura y mortales entre sus amados insectos. 




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