Dámelo a mí nena (poesía de erotismo de Sergio Raga)

Si pronto se lo darás a alguien.
Si se lo entregarás a otro.
Si solo piensas en placer.
Si deseas ser amada por alguien...
Dámelo a mi nena.

Si sientes que algo se quema en ti.
Si sientes que la hora te llegó.
Si crees que el momento de empezar es hoy...
Dámelo a mi nena.

Si has tenido un sueño húmedo.
Si este te ha dejado con las ganas.
Si hoy te has depilado y te has mojado 
y al hacerlo has pensado en hacerlo...
Dámelo a mi nena.

Si cuando te beso sientes cosquillas ahí.
Si cuando te acaricio 
sientes que te sube tremendo calor hasta ahí.
Si cuando bailas y te rozas tienes ganas justo ahí...
Dámelo a mi nena.

Si al caminar te comienzas a mojar.
Si a tu mente te llegan las ganas de amar.
Si piensas en satisfacer una necesidad.
Si al pensarlo comienzas a hiperventilar...
Dámelo a mí nena.

Si cuando estás conmigo 
quieres ir directo al cuarto.
Si cuando tus padres salen 
y te quedas a solas, 
solo piensas en acariciarte.
Si cuando te metes a la cama te acaricias 
pensando lo lindo que será...
Dámelo a mí nena.

Si ya crees que llegó la hora de estrenar a la mujer.
Si crees que el esperado momento te ha llegado.
Si crees que estás en el momento indicado.
Si crees que tu momento ha llegado 
de conocer a la mujer...
Dámelo a mí nena.

Si deseas ser bien amada.
Si no quieres arrepentirte y deseas repetirte.
Si buscas quien satisfaga lo que has imaginado.
Si quieres un placer largo, 
muy largo y prolongado...
Dámelo a mí nena.

Si la comezón te ha ganado.
Si con rascar ya no es suficiente.
Si con hurgar ese lugar ya no te satisface.
Si quieres por siempre recordarlo...
Dámelo a mí nena.  

Si tu momento ha llegado.
Si la naturaleza te lo ha entregado y te ha llamado.
Si la niña ha muerto
Si por fin estás dispuesta 
y quieres un orgasmo largo y prolongado...
Dámelo a mí nena.

Dámelo a mí nena. 
No te reprimas, ni busques en otro
lo que para ti tengo.
Ya con el que has jugado
y me has confesado que te ha gustado,
aunque al principio te hayas asustado.
Pero después de conocerlo te has acomodado
y con él has soñado... 
No lo dudes, no lo pienses, no lo comentes.
Solamente te digo...
Dámelo a mí nena.