Perfecto amanecer, es mi mujer

Amanecer y encontrarme 
con una sonrisa en tus labios
me llena de ternura, 
me cubre de dulzura.

Una caricia tuya 
me da más calor que la luz del sol.
Tu mirada es más fuerte que la luz del día,
y tu voz, la más linda melodía.

Encontrarme así en cada amanecer 
es lo que siempre deseé,
maravillas que solo imaginé 
y que tal vez también soñé.
Hoy es una bella realidad.

Olvidar que antes de ti 
mi vida fue una interminable pesadilla.

Hoy es una eterno despertar,
del que no quiero escapar, 
dejar de observar 
esa mueca en tu boca roja,
esa luz que enciende a mi habitación
e ilumina mi vida.

Melodía que la naturaleza envidia,
así quiero despertar 
por el resto de mis días.

Ver a la mujer con la que soñé
caminar desnuda con destino, el baño.

Siento celos 
de las gotas que te habrán de acariciar,
del jabón que te robará mi olor en tu piel,
del estropajo que disfrutará 
del roce en tu blanca piel,
de la toalla que tallara 
cada esquina y redondes 
de tu perfecta figura.

Cada noche me entrego al sueño,
lugar en donde tambien te encuentro.

A veces no quiero despertar,
pero sé que tambien esperas por mí;
bendito amor, que te condujo hasta mí.

Abrir mis ojos y encontrar esa sonrisa,
escuchar un cansado y aletargado; 
buenos días, la más linda melodía.

Sentir el calor 
que me proporciona el roce de tu piel.
No envidio, ni necesito el calor del sol.

Solamente necesito el aire 
que escapa de ti, para sobrevivir.
Alimentarme de un largo y apasionado beso,
el mejor café y pan con mermelada.
No necesito nada.

Ver el ritual del maquillarse y vestirse,
entrar en diminuta pieza intima.
Colocar la seda 
sobre la piel de tus piernas,
nunca he visto diferencia alguna.

Introducirte en estrecha prenda de vestir,
alizar, tu lacia cabellera, 
cual cascada fresca.
Creo escuchar el sonido del agua 
golpeando contra las rocas.

Verte inventar colores 
que le irán perfectamente a tu indumentaria,
algo que sé que no necesitas, 
al menos no para mí.

Pero eso te hace ver perfecta, 
perfecta eres para mí.

Será el amor que has depositado en mí 
o será el que yo te he entregado a ti 
o mejor, el que ambos nos hemos confiado.

Para que nazca, crezca y jamás muera.