jueves, 2 de mayo de 2019

Super Hombre




En la sala de partos se encontraba una maltrecha mujer, era atendida por el Dr. Maco Diaz y su enfermera de confianza, Lilly; ella le decía a la parturienta.

_¡Puje, puje más fuerte, otro poco más!
_Lilly, la mujer a muerto. Escarpelo debo sacar el niño.

_Lilly cogió el escarpelo y lo puso sobre la mano del cirujano quien cortó la barriga de la mujer, luego extrajo al aún no nato, lo colocó con su cabeza hacía abajo, tomado de los tobillos y lo nalgueó, no se detuvo hasta que este soltó tremendo grito; el grito se escuchó por los pasillos del hospital, fue tan fuerte que más de un paciente se inquietó, resonó por cada pared del hospital de aquella pequeña ciudad. 
Tanto Lilly y Maco, sonrieron satisfechos por traer una vida a cambio de la de su madre, mientras Lilly limpiaba al pequeño, Maco cubría decepcionado el cadáver de la madre, para luego llenar el papeleo, la hora de la muerte, y la hora del nacimiento; la misma hora. 
Lilly le dijo al cirujano.

_Ya era inútil, no fue tu culpa, era una mujer enferma y desnutrida que no podría haber sobrevivido. Lo bueno es que trajo al mundo a este lindo pequeñín. ¿Tiene unos poderosos pulmones no Maco?
_Vaya si no, casi me deja sordo. 

Dijo Maco con la extrañeza en su rostro, no así la de Lilly, quien terminaba de bañar y limpiar al niño.

_Lo llevaré con una de las recién paridas para que lo amamanten, ¿te parece?
_Está bien Lilly, debe estar hambriento.

Lilly se lo entregó a una de las recién paridas que se ofreció con mucho gusto a amamantar al chico.

Después de un tiempo, la mujer hizo llamar a Lilly para que se lo quitara, el niño no dejaba de mamar y a ella le dolía mucho su pezón.

_Lléveselo, que me va a dejar sin leche para mi niña.

Dijo la mujer ya malhumorada y cansada, mientras qué, el bebe lloraba por más.

_Cálmate glotón, te daré un biberón. 

Y así lo hizo, este tragaba la leche como borracho en cantina vieja de alguna esquina llena de charamileros.

_Oye Maco, ¿lo has notado?
_¿Qué cosa Lilly? 
Dijo Maco sin levantar la vista de entre sus papeles de médico.
_Que este niño no es normal, hay algo extraño en él que me asusta.
_Vamos solo es un bebe, ¿cómo puede causarte miedo una criatura de tan poco tiempo de nacido? Debe ser la manera en que llegó al mundo, algo que es muy normal, tú misma me lo hiciste ver en la sala de partos.
_Sí, lo sé, pero algo no anda bien. 
Aseguró Lilly con preocupación mientras abandonaba la oficina del galeno, el cual seguía sumergido en sus tareas.

A los días del nacimiento del niño y de que Lilly, quien se había dado a la tarea de observar al pequeño, quien debería muy pronto de pasar a manos del estado, llegó a la oficina del Dr. Diaz.

_¿Y ahora qué, Lilly? Ya pronto se llevarán al niño y volverás a ser la de antes.
_He estado pensando y creo que no es buena idea que lo entreguemos al estado.
_¿De qué hablas, te has vuelto loca?
_No Maco, lo he observado y este niño es algo especial, hace cosas que no son de un niño de su edad.
_¿De qué locuras estás hablando?, lo que sucede es que te has encariñado con él, ¿por qué no lo adoptas? Jejejeje. 
Dijo Maco, observando a Lilly sobre sus lentes.
_Estás loco, mi esposo me mata, ya con los cinco que tengo es más que suficiente. Maco, soy madre de cinco traviesos, muy traviesos, o sea que tengo suficiente experiencia en niños y te aseguro que este no es normal.
_La que no es normal eres tú. Y ya no se diga más.
_Ven acompáñame.
Dijo Lilly tomando al Dr. del brazo y casi a la fuerza lo condujo por los pasillos hacia donde se encontraba el niño, el único, pues todos los nacidos en la fecha de que este nació ya se habían ido a sus respectivos hogares y desde entonces no había nacido otro.

_Ven, entra, observa esto.

Lilly tomó un utensilio usado por ellos y lo colocó sobre la mano del bebe, tal cual lo haría una madre al momento de colocar un chinchín.

_¿Qué haces Lilly, acaso estás loca?, se lastimará.

Dijo el Dr. tomando el utensilio de la mano del bebe, pero este ya lo tenía en su mano el bebe y cuando Maco lo quiso tomar y quitarlo de la mano del bebe, Maco no pudo, el bebe sostenía con fuerza el utensilio, su fuerza era tal qué, el pesado utensilio para un bebe de días, era imposible que lo sostuviera y mucho menos que lo lograra mantener en su mano aun después de que Maco intentara quitárselo. Maco, halaba la pieza pero era imposible para el adulto quitarle el artefacto médico de entre las manos la bebe.

_¡Dios mío!, esto no es posible Lilly.
_Ahora me entiendes, si este niño pasa a manos del estado le harán pruebas, muchas pruebas, hasta matarlo, será como una rata de laboratorio. Dime, ¿quiéres eso para este pobre inocente que ambos trajimos al mundo?
_Pero, ¿qué haremos Lilly? no podemos quedarnos con él.
_Y si se lo llevamos al padre Orantes.
_¿Al viejo Orantes?
_Sí, ya que el niño no tiene parientes, al menos que nosotros sepamos, ya ves la mujer se enterró como XX.
_Pero el padre Orantes ya está muy viejo y retirado de la iglesia, no creo que quiera.
_Te equivocas, yo hablé con él y estuvo de acuerdo, es más, ni se asombró cuando le conté de las cosas extrañas que suceden con este niño, además, será una alegría para alguien tan bueno en sus últimos días de vida, ya sabes, a el padre siempre le gustó ayudar al prójimo. Diremos que la mujer era una pariente del padre y qué él es su único familiar, él está de acuerdo con esta mentira piadosa, además nosotros daremos fe de que todo esto es verdad. ¿Qué me dices?...




Continuará...



SergioRaga 02-05-19



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