miércoles, 28 de febrero de 2018

Camelia (las canciones de mi vida)


_Hola Emilio, ¿cómo va el negocio?
_No está mal, todo bien. ¿Oye quién es la morena que esta en la barra?
_¿Cuál? 
_La Hermosa de jeans y blusa negra y lentes sobre la cabeza.
_Ah, esa es una hembra amigo, una hembra para un verdadero hombre. ¿Linda la condenado no?
_¿La conoces?
_Acá la conocemos todos, pero no habla con cualquiera, tiene el corazón duro y todo el coraje en su piel.
_¿Al meno conoces su nombre?
_Camelia. ¿Oye pa´donde vas?

Emilio se puso de pie y caminó hacia la barra con un tarro de cerveza en su mano, al llegar a la barra se acomodó al lado de Camelia y dijo al cantinero.

_Cantinero, llena mi tarro y pa´la señorita lo que ella quiera.
_Si patrón.

Camelia volteo y vio al desconocido quien la invitaba a beber, pero ella colocó sobre su copa su mano despreciando a quien la invitó. Y dijo.

_Yo pago lo mío cantinero.
_Esta bien Camy.
_Así que Camy, se escucha bonito. Dijo Emilio acercándose a ella.
_Solo pa´mis amigos y usted no lo es.

Dijo Camelia y se levantó luego de beber como macho su bebida y después de eso siguió su camino el cual la llevó afuera del lugar. El cantinero dice.

_¿Brava la hembra no? No tiene pareja desde que le mataron a su novio.

Emilio al escuchar esto paga la cuenta y sale del lugar, pero al salir no encontró a nadie, este avanzó por enfrente hasta donde se encuentran los autos parqueados, mirando para todos lados intentando ubicar a la chica, pero no logra nada, entonces decide regresar al bar y cuando pasa por un lugar oscuro,,Emilio escucha una voz.

_¿Supongo que me buscas, pa´qué soy buena?
_Diablos, me asustaste.
_Vaya, y te ves bien machito, pero puras pajas, ahí te ves.

Dijo Camelia muy defraudada, esto puso de mal humor a Emilio, quien al Camelia pasar por su lado este fuertemente la coge del brazo y le planta un beso, ella con la boca bien apretada y molesta le da un golpe en la entre pierna a Emilio y este al estar a merced de ella recibe un trancazo en la jeta que lo hace rodar por el piso como si otro igual a él de corpulento lo hubiera golpeado, Emilio limpiándose la jeta, por la cual en la comisuras le sangraba, luego de limpiarse empieza a reír, no puede creer que una chica tan linda pudiera golpear como hombre, muy fuerte al grado de sangrarle la boca, mientras se levanta y con Camelia esperando de pié lista para dar otro golpe, este le dice.

_¿Quién te enseñó a golpear así?, debo reconocerlo, eres muy buena... En todo el sentido de la palabra, refiriéndose a que ella era una mujer hermosa.
_En este mugroso pueblo debo estar preparada para cabrones como tú.
_Te entiendo, y sí, es un mugroso pueblo. ¿Te gustaría salir de esta porquería? 

Dijo Emilio ya con la boca limpia de sangre y extendiendo su mano, como tregua después de lo sucedido.

_Soy Emilio y vengo a este lugar pocas veces cuando necesito...
_Cuando necesitas esconderte de la ley, eso ya lo sé.

Dijo Camelia muy segura de sí misma. A Emilio no le quedo de otra más que volver a reír ante la hermosa mujer, que lo había tirado al suelo de un golpe.

_¿Qué dices Camelia, ahora si me aceptas un trago?
_Camy, puedes decirme Camy, ahora ya eres mi amigo.

Rieron los dos mientras que se apretaban la mano, Emilio sintió la fuerza de la morena en el saludo de manos, de nuevo sonrió por esto y ella también, pues sabía bien el por qué de esa sonrisa.

_¿Entonces, me aceptas el trago?
_Pos por qué no, me lo debes por el atrevimiento de besarme sin mi permiso, lindo señorito, jajaja.
_Es qué estoy un poco nervioso por unos dolares que debo, por eso me asusté cuando me hablaste. Pero eres buena estabas bien escondida y además sabías que saldría a buscarte ¿verdad?
_Eres hombre, solo eso me falta para saber cual será tu siguiente movida.
_Vamos por el trago.
_Vamos.

Aquella noche bebieron, Camelia era una mujer que noqueaba a muchos en el pueblo chupando, esto llamó la atención de aquella hembra, además de ser una mujer muy sensual y hermosa, era ruda, esto le estaba gustando a Emilio. 
Al día siguiente amanecieron en la casa donde Emilio se quedaba, ella desnuda a un lado de la cama y por el otro Emilio. Este con tremendo dolor de cabeza, ella como si nada.

_Ah hijueputa ¿qué, nos chupamos toda la cantina?
_No seas marica, ¿a poco tienes resaca?
_¿Oye cogimos anoche?
_No marica dijo Camelia mientras le servía un café bien negro. Toma esto, y ve a ducharte. Yo siempre duermo desnuda y me tocó desnudarte, para ver que tan bien armado estás y la verdad...
_Wao, wao, recuerda que estaba casi fundido. No critiques hasta no conocerme mejor en ese tema.
_Las mismas babosadas de todos los hombres que se las llevan de muy, muy. Bueno, ay nos vidrios.
_No, no te vayas te tengo una propuesta. Solo me baño y hablamos, es algo que te interesará y te sacará de este maldito pueblo.

Emilio se bañó y luego salió, se sintió muy bien al ver que la hembra aun estaba esperando por él.

_Ya suéltala, ¿qué me quieres proponer?
_Espera, que las paredes tienen oídos, no quiero que se enteren a qué me dedico y por qué estoy aquí escondido.
_¿No quieres que se enteren de que traficas drogas? Quizá nadie lo sepa pero yo sí.
_¿Lo sabes?
_Pero tranquilo aquí nadie más lo sabe, todos son unos imbéciles, ni siquiera el que te da posada en esta porquería, se imagina lo que haces, así que tranquilo. ¿Debes dinero y te buscan para matarte, por lo mismo de las drogas, no es así?
_Sí, caí en un retén y me decomisaron una buena cantidad de droga y ahora me la están cobrando. Loa muy cabrones me sacaron del bote sobornando a la policía para que les pague esa mierda y me han dado solo un mes, del cual ya han pasado quince días y no he logrado conseguir la lana, ¿cómo quieren que consiga 100 de los grandes?
_Es plata Emilio, mucha plata, tal vez yo te pueda ayudar.
_¿En serio Camelia? ¿tienes toda esa plata?, yo te la pagaré lo prometo.
_Vaya si eres pendejo, si tuviera esa plata no estaría en este maldito pueblo idiota.

Dijo Camelia molesta vigiando por la ventana, luego cerró la cortina y dijo.

_Conozco a uno que le daba la droga a mi hombre y por su culpa lo mataron, me las debe el desgraciado, ese cabrón tiene droga con precio muchas más veces que lo que necesitas.
_¿De cuanto hablamos?
_De muchos ceros amigo. ¿Qué dices te le mides?
_Pues claro, no ves que me van a matar. ¿Qué hacemos?
_Yo no puedo ir, no quiero que me vea el maldito pues ahí mismo lo mato, pero te puedo decir como conectarlo y del resto te encargas tú. Supe que necesita una nueva mula, pues tiene mucha mercancía parada. Ahí es donde entras tú, lo qué no sé, es si tendrás los huevos.
_Los tengo ya olvida lo de ayer, me cogiste desprevenido, pero acá donde me ves soy muy macho y bueno para esa mierda de pasar la droga.

Entonces Camelia le dio las indicaciones a Emilio para encontrarse con el dueño de la droga y Emilio se contactó con este capo sin mencionarla y luego de varias pruebas que le fueron solicitadas y debido a que ya era mucha la mercancía varada contrataron a Emilio para llevar la droga al otro lado.

_Entonces Emilio mañana por la noche a eso de las doce te entrego la droga, te daré un transporte y esta de más decirte que me respondes con tu vida.
_Tranquilo, pan comido, yo paso la mercancía y la entrego, recibo el billete y lo entrego en el lugar que me ordenó.
_Bien, creo que puedo confiar en ti, y luego de este hay otros trabajos más, te harás rico conmigo Emilio. 
_Entonces en el lugar acordado a eso de la media noche patrón.
_Así será, hasta entonces.

Emilio salió del lugar y más tarde se encuentra con Camelia, esta lo esperaba en un apartado lugar.

_¿Camy, Camy, donde estás?
_Acá pendejo.
_Puta madre, si eres buena, no te vi.
_¿Qué pasó?
_Todo arreglado, te debo una Camy, luego de que me paguen regreso por tu parte, ok.
_No amigo, yo me voy contigo.
_No mames, ir con una vieja, esta de la chingada, ni hablar yo voy solo, es muy peligroso.
_Y qué dijiste, a esta le doy atole con el dedo, nada cabrón me voy o te chingo.
_Bueno, esta bien.
_Yo te puedo ayudar con los de la migra, dijo Camelia enseñando sus tetas y las bien puestas curvas y es que la condenada estaba bien buena.

Emilio, al ver lo que la hembra le mostraba se fue acercando a ella, y es qué el Emilio tenía lo suyo y a Camelia no le era del todo desagradable, así que le permitió esta vez que la besara y cuando Emilio lo hizo, el canijo era bueno en eso del romance, Camelia quien llevaba meses sin estar con un hombre por la muerte del amor de su vida, se entregó a Emilio, pues para ella, era el que le movía el tapete luego de largos meses sin un amor, Camelia era muy romántica y una de esas hembras que cuando se enamoran entregan hasta la vida por su hombre. Hicieron el amor, el cabrón del Emilio la hizo gemir y sentir varios orgasmos, pues para ser honesto el cabrón estaba bien armado y para esas cuestiones del sexo era un cabrón. Camelia quedó más que complacida y el enamoramiento por Emilio dio inicio.

_¿Los ves?
_Sí, sin duda son ellos, ve o se irán a la chingada.

Emilio llegó y recibió el encargo y luego regresó con el vehículo cargado de droga.

_Bueno Camy ya tengo el encargo. ¿Estás segura que vienes?
_Ahora más que nunca cabrón. ¿En donde está la droga?
_En las cuatro llantas.
_Pero si que son mulas estos cabrones, qué no saben que los de la migra tienen perros, nos agarran en la primera requisa, pero no te preocupes que le conocí un truco a mi marido finado, espera ahora soluciono el problema.

Camelia llegó con quien sabe qué cosa y untó las cuatro llantas.

_¿Qué putas es esa mierda?, como hiede, tal vez los chuchos se ofendan con el olor pero no los tiras.
_Tranquilo, ese olor mierda se desaparece con la temperatura de las llantas y el pavimento, confía en mí.
_Está bien. ¿nos vamos?
_Vámonos pa´la mierda.

Dijo Camelia, luego se besaron apasionadamente, Camelia se veía ilusionada por su Emilio y este se disfrutaba a la hembra.

Se hicieron al camino... 

Salieron de San Isidro, procedentes de Tijuana, con las cuatro llantas del carro repletas de hierva mala, eran Emilio Varela y Camelia la Tejana, ella ya enamorada del otro, y este ilusionado de salir de su problema y saldar su deuda. Avanzadas las horas y ya con muchos kilómetros de viaje, llegaron a San Clemente ahí los paró la migración, les pidieron los documentos.

_Sus documentos por favor. Se bajan por favor.

Dijo el uniformado mientras el otro requisaba el auto, los perros olfateaban el auto, pero estos al oler las llantas sintieron un olor para ellos muy desagradables que les impidió oler la droga.

Primero bajó Emilio y luego bajó Camelia y esta que era una belleza le quitó la atención a los oficiales, mientras ella muy sensual les enseñaba sus bellezas naturales.

_¿De donde son?
_Yo soy de San Antonio.

Se apresuró a responder Camelia, pues de ella dependía que la misión de pasar por allí sin ser detectada la droga y descubiertos, estaba en su lindo cuerpo. El oficial se sonríe muy coqueto mientras el resto no podían dejar de ver el culo de la hembra y otros las chiches, los perros estaban resoplando para deshacerse del maldito y desagradable mal olor de las llantas.

_Bueno todo en orden, buen viaje.

Pasaron la migra y estos gritaron emocionados pues, ya estaban del otro lado, ahora solo era de dirigirse hacia el lugar de la entrega, Camelia muy alegre besaba a Emilio, este reía emocionado pues, ya daba por cancelada la deuda y con esto la libertad de hacer lo que quisiera, mientras Camelia lo veía muy ilusionada, estaba tan enamorada de Emilio, era toda una hembra y seguro daría la vida por él.

Luego de un par de horas de viaje y de parar para hacer el amor en medio de la nada y en la oscuridad de la noche, una vez Camelia satisfecha por la cogida de su Emilio se hicieron a la autopista con rumbo ahora sí, a la entrega de la mercancía.

A los Ángeles llegaron, a Hollywood se pasaron y en un callejón oscuro las cuatro llantas cambiaron y entregaron la hierva y ahí también les pagaron. Y solos en el callejón los dos quedaron con la mirada que ni se la creían al ver la cantidad de dinero en el maletín, luego Camelia besó con pasión a Emilio y este le respondió, estaban muy emocionados, era mucho dinero, luego de besarse y de recobrar la cordura después de tanta adrenalina por haber cumplido la misión, se miraron a los ojos, ella lo veía muy enamorada y este no la veía de igual manera, él ya tenía la pasta par pagar su deuda y le sobraba para pasar un buen tiempo sin trabajar.

_Entonces nos vamos, entregamos el dinero para que nos paguen y después de esto nos perdemos en este país, con lo que nos toca no tendremos de que preocuparnos.

Emilio mira fijamente a Camelia y le dice.

_Hoy te das por despedida, con la parte que te toca tu puedes rehacer tu vida; yo me voy pa´San Francisco con la dueña de mi vida.
_De que putas hablas, la dueña de tu vida soy yo, eso me lo has jurado cuando me has cogido, maldito.
_Lo siento Camy...
_No me digas así, ya te dije que así me dicen solo mis amigos y ahora mismo has dejado de serlo.
_Tranquila Camelia, no lo hagas...

Camelia encolerizada le extrajo del cinto una pistola a Emilio y este ni cuenta se dio, Camelia se sabía sus trucos y ahora era una hembra herida. Sonaron siete balazos, Camelia a Emilio mataba, le descargó todas las balas del arma y Emilio cae sin vida. 

La policía al llegar solo encontró una pistola tirada al lado del cadáver de Emilio. Del dinero y de Camelia nunca más se supo nada...

_¿Qué opina agente Smith?
_Yo no creo agente Corzo que esto sea una cuestión entre traficantes por deudas de dinero al crimen organizado, yo más creo por mi experiencia, que esto fue un asunto sentimental. Aprenda Corzo, la traición y el contrabando son cosas incompartidas.



                       El Fin


Inspirado en la canción: Contrabando y Traición o La Camelia, de Ángel González.
Historia de: A. González y S. Raga




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