lunes, 4 de septiembre de 2017

Fragancia


Aléjate de mí, me dijiste al partir.
¿Por qué habría que mentir?
si se moría nuestro amor,
el verano le dio paso al invierno
convirtiendo nuestro amor en un infierno.

Te dejé allí parada,
el odio asomó a tu tierna mirada,
la que un día fue mi amada,
ahora era mi enemiga,
con odio me repetiste mil veces
aléjate de mí.

Me alejé 
sin dejar de verte,
creo que hasta mí llegó tu llanto 
y para mí, murió tu encanto.

Lo que un día fue amor 
en odio se convirtió
y te doy la razón, pero fue tu traición,
tu abandono.

No fue lo mejor en nuestra relación,
para cuando regresas 
ya otra ocupa tu lugar
siempre te gustó mi honestidad
y eso fue lo que hice, 
decir la verdad.

Otro amor te sustituyó 
cuando te alejaste y me dejas en libertad (me das la libertad)
sabías bien que odio la soledad,
ella apareció y me sonrió, 
su mirada me sedujo y cuando caí en cuenta 
ya la amaba y a ti te olvidaba.

Tus cartas ya no traían tu delicada fragancia,
olvidé tus besos, 
los de ella tenían (traían) más miel
y en ti ya se asomaba la hiel,
hiel del abandono, de la distancia, de la arrogancia.

Caminé un buen tramo 
sin dejar de ver a quien tanto amé,
pero que un día se alejó 
y solo me dejó.

Honesto como siempre fui 
y a otro amor en tu ausencia conocí 
y en la distancia, 
ella me trajo esa fragancia 
que en tus cartas ya no hallé.

Perdón si te fallé, 
me duele el alma 
escuchar de ti esas palabras 
con tanto odio.

Pensé detenerme y regresar, 
abrazarte y consolarte,
pero supe en tu mirada 
que eso no era buena idea.
(que para eso era tarde ya)

Te daré el tiempo para olvidar mi amor, 
como yo olvidé el tuyo
aquel día en que te vi partir, 
lloré, sí lloré y también me asusté.

Mientras tú me decías adiós 
con el pañuelo que te di,
fue de regreso a casa 
cuando su mirada se cruzó con la mía
y luego su sonrisa me consoló, (cautivó)
se me acercó y me preguntó. (Consoló, luego preguntó).

¿Qué pasa, por qué ese dolor? 
yo le conté y ella me escuchó,
así pasaron los días, 
tus cartas ya no tenían aquella fragancia,
la fragancia ahora estaba en ella.

Mientras tú seguías ahí.
Yo veía nuestros encuentros de amor 
pero también vi aquel adiós
que no te importó.

Cuando solo eras una silueta gris
por último te vi y te repetí; 
adiós amor, todo terminó.

Tu viaje me alejó 
y en brazos de otra me entregó.

Tu fragancia la olvidé 
o a lo mejor solo la cambié.

Espero me comprendas y entiendas 
que el amor no es para dos de lejos,
es para compartirlo y disfrutarlo,
entregar caricias y delicias. 

Cosas que de ti ya no recibí,
pero que ella me dio en abundancia 
y me prometió, que nunca de mi lado 
se alejaría.

Esta es nuestra historia mi amor.

Quizá mañana otra fragancia (te llegará y)
te haga olvidar la mía, 
entonces comprenderás, 
pero tarde ya será.

Pero podrás con otro empezar,
con la experiencia de no alejarte,
no dejar que la fragancia se esfume 
con el viento del desamor, 
del olvido, del odio y la distancia.




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