lunes, 2 de julio de 2018

Navegante


Siempre desee navegar 
en las aguas del amor, 
sumergirme en el océano de tu piel, 
aguas tibias que brotan como miel.

Navegante soy 
y recorro el océano 
de tu cuerpo perfecto, 
en busca de una caricia perfecta. 

En el horizonte algo me invita 
y para allá me dirijo.

Tantas veces subí a mi barco 
y me hice a la mar sobre piel de mujer, 
pero nunca sentí esta atracción tan fuerte 
como la que me llega hoy de ti.

Las velas las empuja el viento, 
viajo con el viento a mi favor, 
voy con fervor y temor, será el amor.

Navegante soy, viejo lobo de mar 
que nunca atracó en brazos de mujer 
para permanecer allí.

Hoy el día es claro y la brisa es fresca, 
logro ver sin problema y lo que veo 
me atrae como al metal el imán.

No me lo puedo imaginar 
será que hoy encontré el amor, 
la invitación es la mejor, 
hoy me saciaré con tersa piel, 
labios de porcelana, cabellera de seda,
ojos del color del mar, será qué es amor.

Navegante fui y jamás atraqué 
en brazos de mujer, 
pero hoy es diferente y se siente, 
siento un hormigueo en mi piel 
y agitarse mil mariposas en mi vientre.

El viento me lleva 
y ya puedo ver a la mujer 
con la que por las noches soñé. 

Estrellas en el firmamento 
que me conducen 
hacia aguas tibias 
y frescos vientos 
y sobre mansas aguas 
el resplandor de una enorme luna.

Navegante fui y nunca pensé encallar 
en ninguna playa, 
pero es que nunca vi 
lo que ahora veo 
es majestuoso lo que me espera.

Anclaré y bajaré, 
sobre ti me posaré, te acariciaré, 
hoy conoceré el amor, 
me alegra que seas tú.

Ojos del color del mar, 
labios de porcelana, 
cabellera de seda 
y piel por donde brota miel. 

Hoy creo que por fin encallaré, 
no fingiré y a partir de hoy 
puedo decir que navegante fui, 
pero te conocí, 
encontré a la mujer 
con quien siempre soñé 
y contigo aquí me quedaré.

Navegante que llegó a su puerto 
y encontró a su mujer.



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