El nacimiento de una nueva especie 3

...sin vida y ahora con movimientos y voluntad...

Este ente sin alma, muerto que no podría morir por estar muerto y enterrado, con voluntad propia, la que le daba el líquido creado para el ejército, estaba desorientado, él no sabía en donde estaba ni para qué estaba allí, qué debería hacer, en él solo el instinto que el líquido le indicaba y por ahora era alimentarse, protegerse del peligro; pero cual puede ser el peligro para un ente como este sin precedentes, sin siquiera sus creadores saber que podía haber sucedido este fenómeno, esto era algo que podríamos llamar daño colateral; si el general supiera lo que sucedía seguro sabría que habían creado la más terrible arma de todos los tiempos, claro si a esta lo pudieran controlar, pero nadie sabía que existía, ni su precedencia, ni siquiera quien ahora nacía como una nueva especia podría definir su lugar y su propósito sobre el planeta. Mientras esto acontecía, el insecto causante de toda esta catástrofe había terminado con los gusanos, y su destino era hacia la siguiente tumba, y con seguridad así se mantendría por todo el cementerio hasta llegar a su final si es que lo tendría. Pero, por qué el cadáver al cual le buscaba alimento, a este no le sucedía lo mismo que al que ya estaba de pie aspirando aíre, no para llenar sus ya muertos pulmones, si aspiraba era para detectar algo para alimentarse, no sabría decir que capacidad tendría con sus cinco sentidos, es una nueva especie, quien sabe y solo tenga este sentido, el del olfato, o los demás, salvo el de la vista, pues era ciego y tuerto, o tendría otros sentidos inimaginables, podría ser posible que a su ADN de cadáver con vida se le una el del insecto que visitaba otra tumba, esto no lo sabemos aún, quizá el único o los únicos que puedan responder estas y otras interrogantes serán los científicos y el Profesor.

En la tranquila noche que abrazaba al pequeño poblado cercano al laboratorio, esta tranquilidad fue irrumpida de nuevo por otro... ¿rugido? así lo llamaremos, esta vez fue mucho más fuerte que el anterior, era obvio, pues el primero salio de tres metros bajo tierra y ahora estaba en la superficie.

La nueva especie dio su primer paso y luego el segundo, estos lo llevaban hacia un lugar a las afueras del poblado, el ente seguía oliendo caminando torpemente por el lugar, tropezando y cayendo, como niño que recién empieza a aprender a caminar, topando contra árboles y rocas, por ser ciego, esto lo encolerizaba y cada que sucedía ruge con cólera, provocando mucho miedo al poblado, el cual da aviso a las autoridades.

Las autoridades al principio no dan crédito a las iniciales quejas de los vecinos por carecer de coherencia, pero mientras las llamadas se incrementan, estos deciden iniciar sus rondas, un par de patrullas se dirigen con rumbo hacia aquel lejano poblado; recordemos que estamos en una etapa de paz, tranquilidad, las autoridades de muchos poblados escaseaban, la humanidad pasaba por una etapa de mucha tranquilidad, era obvio que los rugidos les provocaban temores bien fundados, y las auto patrullas con un par de policías en ellas, recién llegaban al poblado.

En los laboratorios creadores del extraño líquido, seguían con sus trabajos para encontrar que otras aplicaciones le podían encontrar a esa solución innovadora y creadora de vida sin ellos saberlo. Por otro lado el general con la ansiedad de provocar algo de acción y a su lado el sapo que le dijo parte del secreto de estado bajo las órdenes del general, formaban un pequeño ejercito con otros soldados que también deseaban entrar en actividad bélica aunque fuere contra ellos mismos, el general en secreto formaba a su pequeño ejercito, el objetivo de ese pequeño, maligno y sangriento grupo, para ahora paramilitar, tenían como objetivo primordial robar una poca de aquel liquido para descubrir cuál era su secreto.

Todo esto sucedía esa noche en la que nacía una nueva especie sobre la tierra. Una de las dos patrullas que patrullaban y que al igual que la otra y los aldeanos ya habían escuchado por varias veces el rugir del ente, andaban con la vista muy bien afinada y el resto de sus sentidos encendidos en busca de lo que podría estar provocando esos rugidos tan espeluznantes; para ellos no era más que algún tipo de animal de enormes proporciones, quizá de alguna manera inexplicable había llegado a aquellos parajes un oso gris, o similar, pues no había otra lógica explicación.

_¡Compañero! Por allá, ¿lo ves, qué será eso?...


Continuará...