No tenerte hace frío en el corazón.
Hace tiempo que sufro de frío.
Cálidos fueron tus besos y tus caricias.
El destino nos hizo mala jugada al separarnos,
alejar nuestras manos fue como una traición.
Hoy recuerdo
largas tardes observando a los pájaros
y a las nubes alejarse,
como presagio
de muestra historia de amor.
Hace frío y mi corazón se congela
con recuerdos que ya no son.
En mis adentros
grito desesperado; te necesitamos,
pero el tiempo y la distancia
son ahora quien nos separan.
Recuerdo nuestras primeras miradas
con el miedo en el pecho y corazón,
preguntándome
te gustaré o no,
la misma pregunta en ti.
Que lindo fue saber que si hubo química.
Largas tardes de charla
sin saber quien eras,
fueron nuestras almas
las que se enamorarían,
lo físico paso a segundo plano.
Por un tiempo
la felicidad estuvo de nuestro lado,
éramos seres alados
que volaban con aires de amor,
sencillo fue amarte
y difícil olvidarte.
Recordarás aquellas tardes
hasta entrada la noche
solamente hablando,
hilando una madeja de amor
e ilusión en el corazón.
Sé que no querías
probar el experimento de una cita a ciegas,
la verdad yo también,
pensaba que era mala idea,
pero resultó ser
la más maravillosa experiencia;
cosas del amor.
Alguien me contó de tu desilusión
y decidió que yo sería la solución,
bendita conclusión,
pues vaya que le atinó,
se armó la confabulación
y como si fuera extorsión
escuché por primera vez tu voz en el teléfono,
mi corazón se estremeció,
empezó la ilusión
y la duda de cómo serías,
si me gustaría
o peor,
si te gustaría yo.
Recuerdas nuestra primera cita,
fue bajo una tormenta,
te despintó el maquillaje
y a tu cabellera la desmarañó,
a mí me paso igual,
parecíamos dos pájaros
bajo la tormenta sobre débil rama,
soportando el vendaval.
Esto nos causó gracia
y decidiste nos diéramos otra oportunidad,
para conocer la verdad,
si había algo para salvar
de nuestro primer encuentro,
cada quien tomó su camino y en él,
mil pensamientos
nos aconsejaron si debía ser o mejor ya no.
Pasaron varios días
y yo no me animé a levantar el teléfono,
tú esperabas como yo
el timbrado que no llegaba,
ya estabas desilusionada
pero de mi acostumbrada,
a mí me pasó igual
pero aguante hasta el final,
esa tarde observando el teléfono
este por fin timbró.
Será ella,
fue mi primera idea,
con la emoción a flor de piel
lentamente y aclarando la voz
respondí;
lindo fue escuchar de nuevo tu voz.
La pregunta fue directa;
no te gusté,
por eso no has llamado...
No, yo pensé lo mismo,
que bueno que has marcado.
Te parece bien este fin de semana.
Así fue,
esa tarde sin problemas de tormentas,
era una tarde hermosa,
no más que tú,
después del saludo
y un embarazoso silencio
nos atrapó el amor
con un eterno beso.
Así fue cuando empezó
nuestra corta historia de amor.
El tiempo que duró no bastó,
el frío invadió mi corazón
cuando me dices que debes partir,
el tiempo se nos fue
en conversaciones largas,
largas tardes hasta anochecer
por temor a perder
una hermosa amistad.
Para cuando esta cambio por amor
el tiempo fue corto
y de aquellos días enamorados
no queda más que este lindo y triste recuerdo.
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