La fresca brisa que entraba por el viejo balcón nos refrescaba la piel luego de un encuentro lleno de placer y amor.
Eso no se olvida.
Desde nuestra cama cada madrugada te vi caminar desnuda para de tu cuerpo secar el sudor, allí los dos esperando a que llegara el sol.
Eso no se olvida.
Cambio lo que ahora tengo por repetir las madrugadas en el viejo balcón después de hacer el amor, esperando abrazados a que llegara el sol.
Eso jamás se olvida.
Como quiero repetir esas cosas mi primer amor, tu recuerdo cada madrugada vienen a mi piel, la fresca brisa y nuestros cuerpos con sabor a miel.
Eso no se olvida.
Siempre le diste pasión y fuego a nuestras noches de amor, besos y caricias que quemaban la piel sin dejar heridas.
Eso no se olvidará jamás.
Tu cuerpo, tu piel, los tengo aún sobre la mía, pero la fresca brisa hoy me da frío, no hay sudor para secar, cuesta que despierte el sol.
Eso no se olvidará jamás.
La fresca brisa y tu piel cubierta de sudor consecuencias de nuestro amor y verte caminar desnuda, recostada sobre ese viejo balcón, cómo lograré olvidarlo, si tu recuerdo y olor se quedaron en mi piel, sabrosa miel.
Eso jamás podré olvidarlo, eso no se olvida mi primer amor.
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