Razón y corazón

Después de tanto tiempo te vuelvo a ver, apareces frente a mí, me dices sin hablar; lo siento, pido tu perdón, escucho a mi corazón que te quiere perdonar, pero luego me habla la razón, trae a mi mente tantos recuerdos, momentos que ya había olvidado, hoy me los traes a la mente y de golpe, y duelen mucho. 

Deseo seguir mi destino y te enfrentas con valor y sin pena alguna y esta vez me sonríes como si nada pasó, que descaro o que valor, mi corazón vuelve a sentir compasión por ti, pero la razón no te da mi perdón. 

No respondo a tu sonrisa y me decido a seguir mi destino, pero insistes y esta vez te atreves a tomar mi brazo y con dulce mirada súplicas una oportunidad para explicar y mi corazón te quiere escuchar, tal vez al oír tus razones te perdone, pero la razón no tiene corazón, solo memoria y dolor, te pido por favor que me permitas seguir.

Y empiezas a llorar, me quieres quebrantar mi voluntad, te veo con dolor por tanto amor que tuve para ti, mi corazón se agita y me hace flaquear, pero la razón me da fuerza para mantener mi dignidad y con firmeza te digo no hay nada de que hablar, déjame pasar, no te puedo escuchar. 

Suplicante y jadeante, con lágrimas recorriendo por tu rostro, vuelves e insistes, repitiendo podemos hablar, por los viejos tiempos. 

Te aseguro que casi me logras convencer, esta vez la razón te quiere dar una oportunidad para desbaratar lo que dirás, pero mi corazón me dice ya no quiero más dolor, quiero dejar de sufrir, cómo podría con una simple explicación curar las heridas que a penas han empezado a cicatrizar, olvídalo mejor sigamos con nuestro destino. 

Acaso has visto a una ave volar con una ala herida. Has visto al sol iluminar y entregar calor entre nubarrones negros, has podido escuchar un te amo bajo la tormenta. Son cosas que no pueden ser, lo mismo con esta mujer.

Han tomado su decisión mi corazón y la razón, por fin estaremos en paz. 
Sigo mi camino en busca de mi destino.