lunes, 28 de enero de 2019

Pies descalzos (poesía de erotismo ligth)


No te escuché llegar, has de venir descalza, 
sabes que me gusta ver tus pies desnudos.

Empezar de los dedos del pie 
mi tour de amor y deseo, 
lento para no perder detalle 
asciendo por tus tobillos 
y pantorrillas, que maravillas,
esas rodillas que las cubre delicada piel. 

Sigo por tus muslos, 
estoy llegando al lugar más ardiente de mujer, 
la redondez de tus caderas 
el marco perfecto de tu depilada vulva 
que con deseo y pasión ya se asoma 
deseosa de ser acariciada y besada.

Han pasado unos minutos 
que parecieron segundos 
y mis retinas siguen quemadas 
con el calor que de ahí brota, 
ahora ese lugar es más peligroso para mi vista 
que ver al mismo eclipse sin protección.

Sigo observando, 
pero me esperan otras bellezas femeninas, 
la luz de luna se refleja en tu piel 
formando los más bellos claroscuros, 
y yo aún inseguro, pero seguro de seguir 
con este maravilloso viaje. 

Estoy en tu ombligo, 
esos cuadritos trabajados 
en el gimnasio pensando en mí, 
en este preciso instante, para ser lucidos, 
valió sin duda la pena tanta dieta y ejercicios.

A los costados de tu linda cintura 
que se me figura un reloj de arena, 
debo dar prisa pues ya estoy sintiendo comezón 
y tú ya has tenido una delicia de sensación 
en tu entrepierna al ver mi virilidad 
apuntar al mismo cielo. 

Lugar a donde llegaré 
una vez termine de admirar 
tu caminar descalzo.

Sigo con mis pupilas dilatadas, mi camino al cielo 
y me encuentro con deliciosos manjares, 
uno a la diestra otra a la izquierda, 
están como yo, apuntando al cielo, 
dos aureolas que resaltan de tu piel morena.

Se me hace agua la boca, 
tanto tiempo solo imaginando 
lo que me permitía ver tu blusa ajustada, 
ahora lo tengo frente a mí 
y son como las imaginé. 

Las quiero acariciar y luego saborear, 
han pasado otro par de minutos 
que para mí han sido unos pocos segundos 
no así para ti que vienes acercándote más a mí.

Esa delicia de cuello 
que conoce de mis caricias y besos 
y sostienen a tu linda cara, 
acariciados por una cabellera color miel 
que se mueven con cada paso que te trae a mí.

Veo tus labios mordidos por tus blancos dientes, 
los mojas deseosos de tenerme en ti. 

Estas ahora justo frente a mí, te puedo tocar, 
me da miedo pero lo deseo, 
acércate, quiero besar toda esta piel, 
saciarme de tu miel.

Tú, mujer deseosa y encendida, 
te ha excitado mi recorrido, 
bendito recorrido; ha sido media faena sexual.

Ambos estamos que explotamos, 
yo acaricio tus nalgas y beso tu vientre 
y tú me aprietas contra tu cuerpo, 
creo que lo esperado a empezado...



SergioRaga 28-01-19




Pies descalzos (poesía de erotismo ligth)

No te escuché llegar, has de venir descalza, 
sabes que me gusta ver tus pies desnudos.

Empezar de los dedos del pie 
mi tour de amor y deseo, 
lento para no perder detalle 
asciendo por tus tobillos 
y pantorrillas, que maravillas,
esas rodillas que las cubre delicada piel. 

Sigo por tus muslos, 
estoy llegando al lugar más ardiente de mujer, 
la redondez de tus caderas 
el marco perfecto de tu depilada vulva 
que con deseo y pasión ya se asoma 
deseosa de ser acariciada y besada.

Han pasado unos minutos 
que parecieron segundos 
y mis retinas siguen quemadas 
con el calor que de ahí brota, 
ahora ese lugar es más peligroso para mi vista 
que ver al mismo eclipse sin protección.

Sigo observando, 
pero me esperan otras bellezas femeninas, 
la luz de luna se refleja en tu piel 
formando los más bellos claroscuros, 
y yo aún inseguro, pero seguro de seguir 
con este maravilloso viaje. 

Estoy en tu ombligo, 
esos cuadritos trabajados 
en el gimnasio pensando en mí, 
en este preciso instante, para ser lucidos, 
valió sin duda la pena tanta dieta y ejercicios.

A los costados de tu linda cintura 
que se me figura un reloj de arena, 
debo dar prisa pues ya estoy sintiendo comezón 
y tú ya has tenido una delicia de sensación 
en tu entrepierna al ver mi virilidad 
apuntar al mismo cielo. 

Lugar a donde llegaré 
una vez termine de admirar 
tu caminar descalzo.

Sigo con mis pupilas dilatadas, mi camino al cielo 
y me encuentro con deliciosos manjares, 
uno a la diestra otra a la izquierda, 
están como yo, apuntando al cielo, 
dos aureolas que resaltan de tu piel morena.

Se me hace agua la boca, 
tanto tiempo solo imaginando 
lo que me permitía ver tu blusa ajustada, 
ahora lo tengo frente a mí 
y son como las imaginé. 

Las quiero acariciar y luego saborear, 
han pasado otro par de minutos 
que para mí han sido unos pocos segundos 
no así para ti que vienes acercándote más a mí.

Esa delicia de cuello 
que conoce de mis caricias y besos 
y sostienen a tu linda cara, 
acariciados por una cabellera color miel 
que se mueven con cada paso que te trae a mí.

Veo tus labios mordidos por tus blancos dientes, 
los mojas deseosos de tenerme en ti. 

Estas ahora justo frente a mí, te puedo tocar, 
me da miedo pero lo deseo, 
acércate, quiero besar toda esta piel, 
saciarme de tu miel.

Tú, mujer deseosa y encendida, 
te ha excitado mi recorrido, 
bendito recorrido; ha sido media faena sexual.

Ambos estamos que explotamos, 
yo acaricio tus nalgas y beso tu vientre 
y tú me aprietas contra tu cuerpo, 
creo que lo esperado a empezado...



SergioRaga 9 oct 21





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