viernes, 30 de noviembre de 2018

Some guys have all the Luck in the love


Algunos tienen toda la suerte del mundo. 
Algunos no tienen nada en este mundo. 
Algunos van por ahí sin saber a donde van.
Algunos caminan con seguridad y sabiendo bien a donde van.
En cosas de el amor soy un chico sin suerte, 
no hay nadie para mí en este mundo 
y no sé por donde buscar el amor.

Cada día me subo al autobús,
me siento en el asiento de en medio
y pendiente voy
de cada una que se sube
deseando se siente a mi lado
pero tengo mala suerte,
se quedan en el sillón de enfrente
o pasan de largo al sillón de atrás,
los chicos que viajan en esos asientos 
las conquistan y bajan en la siguiente parada 
tomados de la mano;
y yo sigo en mi lugar al pendiente
de la siguiente que aborde el bus.

Pero nadie sube y el bus se llena 
y por fin sube una y se para a mi lado, 
yo todo un caballero me pongo de pie 
y le sedo mi asiento, 
pero mi compañero de asiento 
es el que lleva la suerte, 
pues al acomodarse le sonríe 
y este le da los buenos días 
y se bajan en la siguiente parada, 
y yo regreso a mi asiento 
esperando que llegue la chica 
que me de la buena suerte, 
pero casi me paso de mi parada 
y me tengo que bajar 
y al hacerlo por la parte de atrás 
por la delantera se sube otra chica 
que anda en las mismas que yo, 
una chica sin suerte para el amor.

Algunos tienen toda la suerte del mundo. 
Algunos no tienen nada en este mundo. 
Algunos van por ahí sin saber a donde van.
Algunos caminan con seguridad y sabiendo bien a donde van.
En cosas de el amor soy un chico sin suerte, 
no hay nadie para mí en este mundo 
y no sé por donde buscar el amor.

Camino por la avenida que me lleva a mi oficina, 
a mi lugar de trabajo, siempre atento en busca de mi suerte, 
de mi buen amor, pero este día será otro como el resto de mi vida, 
una rutina sin esperanza alguna de encontrarme con el amor.

Algunos tienen toda la suerte del mundo. 
Algunos no tienen nada en este mundo. 
Algunos van por ahí sin saber a donde van.

Este día me toca la rutina de cada corte de fin de mes 
y debo salir de comisión, vaya ocasión, 
camino por la avenida siempre atento por si huelo el olor del amor, 
pasan a mi lado mil chicas pero ninguna me ve, 
soy el hombre invisible, yo les sonrío 
pero me ignoran, son arrogantes y siguen su camino 
hoy es un día de locos, esta por terminar el mes.

Algunos tienen toda la suerte del mundo. 
Algunos no tienen nada en este mundo. 
Algunos van por ahí sin saber a donde van. 
Algunos caminan con seguridad y sabiendo bien a donde van.
En cosas de el amor soy un chico sin suerte, 
no hay nadie para mí en este mundo y no sé por donde buscar el amor.

Llegó la hora de la salida 
y me dirijo a la parada del autobús que me llevará a mi casa, 
estoy agotado, pero esta noche no me vencerá el cansancio 
y haré algo diferente, me iré algún bar de pronto y tengo suerte; 
llego al bar de moda y esta a reventar, 
entro con la ilusión y emoción a flor de piel, 
siento que esta noche será mi noche de suerte, 
pido una bebida que me de calor y valor, 
me la tomo sorbo a sorbo y mientras, observo a mi alrededor 
hay muchas chicas lindas para conquistar, 
me animo y me encamino hacia una que me ha gustado, 
pero cuando estoy por llegar me la gana el que estaba sentado a la par, 
decepcionado regreso a la barra, desde ahí observo bien, 
el ambiente es de lo mejor, pero no siento el olor del amor, 
se me hace tarde y ya mejor me voy, 
pago la cuenta y me doy cuenta 
que hay algunos chicos con suerte para el amor, 
pues ya se besan con su pareja de esta noche, 
llego a la puerta que me conduce a la calle 
y al salir, mi hombro se golpea con otro, 
es una chica que creo reconocer, ella se disculpa; 
sí, claro, es la chica que abordó el bus cuando yo baje de él, 
se le ve igual que yo, le digo, oye te puedo invitar a una copa,
lo digo para disculpar el golpe, ella dice que si, 
me llega el olor del amor, 
esta noche pertenecemos al club de los chicos afortunados en el amor, 
salimos del bar tomados de la mano y nos perdemos por el bulevar, 
ella me quiere besar y así nos sorprendió el amor.

Algunos tienen toda la suerte del mundo. 
Algunos no tienen nada en este mundo. 
Algunos van por ahí sin saber a donde van.
Algunos caminan con seguridad y sabiendo bien a donde van.
En cosas de el amor soy un chico sin suerte, 
no hay nadie para mí en este mundo y no sé por donde buscar el amor.

Algunos chicos tienen toda la suerte de este mundo para el amor 
y ahora soy uno de ellos.


SergioRaga 30.11.18



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