viernes, 31 de agosto de 2018

Enamorado aún


Te entregue mi corazón 
y lo tomaste,
te entregue mi vida entera 
y la destrozaste, 
y yo aún te amaba.

Me entregaste migajas de amor
y yo fui feliz,
tierno siempre fui,
pues yo te amaba.

Ella a mi lado fue feliz,
tanto la amé, 
no podía ser de otra manera,
me pedías la luna,
yo la pulía para ti,
hasta obtener la más blanca luz.
Ya yo te amaba.

Te entregué mi vida entera 
y mi corazón te pertenecía
desde el momento en que te vi, 
sonreías, iluminabas mis días oscuros,
no hubo frío, ni cielos oscuros,
cielos estrellados, iluminados 
de un blanco que no me permitía ver
a la mujer.
Yo te amaba.

Rostro de especial belleza,
ojos enormes bajo cejas espesas,
sonrisa con malicia, que delicia,
besos que embriagan y son adictivos,
perfección hecha mujer,
cómo no amarte, yo te amo.

Todos veían lo que yo no,
estaba tan enamorado y cegado,
para mí eras la gloria en la la tierra
pero la verdad era que vivía en un infierno,
y aun así, ya yo te amaba.

Eras la estrella 
que brilla en el firmamento a pleno día,
eras de esos colores de un arco iris, 
yo esperaba que al final 
estaba el cofre con tu amor,
pero como en la realidad no hubo nada,
sin embargo, seguí ahí, pues ya te amaba.

Mi amor por ti no morirá jamás,
el mío para ti jamás vio luz, 
porque no nació, 
lo abortaste en el primer mes,
ilusionado seguí por poco tiempo,
hasta que vi con claridad,
y sin embargo yo sigo aquí,
amándote aún.



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