Ahora que mis alas han sanado
y puedo volver a volar,
ahora que has dejado de ser;
un huracán, mi volcán en erupción,
regresas pidiendo perdón.
Si esto hubiera sido apenas ayer
habrías de nuevo quebrado mis alas
y tu viento me habría arrodillado ante tu amor,
tu erupción me habría quemado otra vez mis alas,
yo habría de nuevo ser feliz
aunque solo era otra mentira.
Te amé y no imaginas cuanto
y cómo, si tú nunca has amado a nadie de verdad,
solo has sido un vendaval
que arrasa con quien se le pone enfrente y mientes.
Ahora que solo eres leve brisa, una fumarola,
y mis alas toman fuerza para elevarse,
y que un horizonte espera por mí.
Ahora que a tu amor le digo adiós,
ahora que todo esta olvidado,
ahora que no hay lágrimas por desperdiciar,
ahora que puedo de nuevo volar
y hay un horizonte azul sobre el mar
que me indica libertad,
vuelves arrodillado a pedir perdón.
Te amé y no imaginas cuanto
y cómo, si tú nunca has amado a nadie de verdad,
solo has sido un vendaval
que arrasa con quien se le pone enfrente y mientes.
Te amé como el cachorro a su amo,
que lame su mano
y cuando lo desprecias solo mueve la cola.
Te amé tanto que hasta te idolatre
y ese fue mi castigo, amar así es pecado
y tú eras un pecador
que me hizo con su mágica sonrisa olvidar mi religión.
De repente mi corazón se eclipsó
y la luz que fue tu amor
la convirtió en oscuridad total.
Te amé y no imaginas cuanto
y cómo, si tú nunca has amado a nadie de verdad,
solo has sido un vendaval
que arrasa con quien se le pone enfrente y mientes.
Te amé como el camino al andariego,
como la pluma al viento
que la eleva sin su ave,
como el sol al cielo azul,
como las estrellas al firmamento
y los enamorados que contemplan la luna blanca
en una noche de primavera.
Ahora que te empecé a olvidar
regresas a mí con ramo de rosas,
falsa sonrisa, quieres de nuevo
mis alas cortar,
fingiéndome amar.
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