viernes, 24 de agosto de 2018

Raúl


Raúl era uno de tantos amigos que resultaron una vez presenté mi disco rodante, era un chico y tímido adolescente en busca de su identidad, tratando de encajar entre una jungla de otros iguales a él pero crueles. Cuándo lo vi acercarse a mí, le sonreí, él devolvió la sonrisa y tomó confianza, yo era un poco mayor que aquel y además el dueño de la Cherry.

_Hola. ¿Cuál es tu nombre?
_Raúl. Respondió tímidamente, tanto que le tuve que volver a preguntar.
_¿Cómo no te escuché?
_Raúl. Dijo otra vez quedito.
_Se llama Raúl y estudia en mi clase. Dijo un salido del Oveja.
_Mucho gusto Raúl. Dije y le extendí mi mano.

El Oveja dijo.

_Quiere ser parte de la disco y yo también.
_Ah, ya veo. Bueno pues eres bienvenido Raúl. Dije con sonrisa en labios.
_¿Y yo qué? Dijo un Oveja ofendido.
_Pues ya qué, también eres bienvenido.

Y así se unieron al staff de la Cherry, el entusiasmo fue tan grande que al poco tiempo resultaron con artilugios que servirían para la disco, entre ellos Raúl me resulta con un carro de los años 50´s,  todos les resultó algo fuera de lugar, algo horrible, algo que no estaba como para que fuera parte de la disco, cosa que yo no compartí, por el contrario, aquel viejo, pero bien cuidado carro del que un día fue su padre era una novedad, yo lo recibí con afecto, ya teníamos carro, claro no era uno que le serviría a la disco, yo lo vi como algo para levantar, yo siempre me he caracterizado por ir un paso adelante de los que me rodean, ver lo que otros no ven; así que el auto clásico, lo usamos en ocasiones de relax (pero esta es otra historia), este auto viejo era la novedad por donde pasábamos, siempre había una chica dispuesta a subirse al auto, este auto nos sirvió como les sirvió a los chicos de la película de "Fiebre de Sábado por la Noche" para que tengan una idea. 

La vida nos sonreía, fiestas viernes o sábados, días de clases, días de capiusa, entre los que que cargaban bocinas y todo el equipo, Raúl y otros pocos nos habíamos hecho muy buenos amigos y nos la pasábamos siempre juntos; cuantas aventuras por contar.

Pero como todo tiene un final, a la disco le llegó su día, yo se la cedí a uno de los miembros y este luego la vendió, en fin, para cuando esto pasó, el grupo se desintegraba, como suele suceder con todo grupo musical y Raúl ya con más edad de cuando lo conocí también tomó su camino al igual que muchos, junto a mí quedaron unos cuantos allegados, los que habíamos crecido en el barrio.

Con el paso del tiempo yo veía a Raúl con nuevos amigos, para mí no eran los mejores pero para él si lo eran, de aquel chico tímido ya no quedaba nada, al menos algo había encontrado con nuestra amistad, de su carro no quedaba nada también, pues su señora madre al ver la manera de vivir la vida se lo confiscó para con esto, regresarlo al redil, pero no le importó y siguió con su nuevo estilo de vida. Yo lo veía pasar y nada más un saludo frío y lejano. Para mí ver así a mi amigo Raúl era muy triste, pero nada que hacer, ya no era el chico que se acercó a mí ahora era un adolescente con más edad y con gustos muy diferentes a los míos y los que convivían aún conmigo.

La noche de un sábado salimos a fregar por un rato y regresé a casa de madrugada, el día domingo no quise salir, me quedé en casa echando la hueva, no supe de nadie, tal vez ellos al igual que yo con hueva, ese domingo me dormí temprano, el desvelo me condujo hacia los brazos de Morfeo muy temprano. A la mañana siguiente, el lunes, yo todavía en brazos de Morfeo y soñando  como si fuera parte del sueño escuché los gritos de alguien quien además llamaba a la puerta con insistencia y desesperación, yo ni enterado de que no era un sueño sino la realidad, fue mi madre quien acudió al llamado de la desesperada que insistente tocaba y gritaba mi nombre.

_¿Qué sucede? Preguntó mi madre.
_Doña Blanky, ¿a visto a Sergio?
_Sí, aún no se levanta el huevón, pero ¿qué sucede?
_Es que quiero saber si sabe algo de mi Raúl, si ha estado con él.
_No sé, pero ahora le pregunto, entre y cálmese por favor.

Ella entró, le recibió a mi madre un té y una vez sentada y tomando su té mi madre llegó a mi cuarto y me despertó, entonces supe que no era un sueño, que se trataba de algo real.

_Hijo, afuera esta la mamá de Raúl preguntando si lo has visto recientemente.
_No madre, no lo he visto. ¿Qué sucede? 
_Pues según lo imagino, no aparece.
_Que raro. Pues no madre no sé nada de aquel.

Mi mamá salió con la madre de Raúl y le dijo lo mismo que yo, ella se asustó, pues desde el viernes no sabía nada de su hijo.

_Pero, Raúl me dijo que saldría con Sergio y por eso le permití salir, pero me mintió el condenado, pero una vez regrese a la casa me va a oír. La señora se fue a esperar a Raúl a su casa, pero  cuando llegó a su casa en ella lo esperaban unos señores, quienes le informaron que Raúl había fallecido en una emergencia con una cortada de navaja en el abdomen y que lo habían encontrado en una banqueta cercana a un bar de mala muerte con los intestinos de fuera; que había llegado con vida a la emergencia y ya en la sala de operaciones había fallecido.

Para mí aquella noticia me marcó y mucho, de inmediato regresaron a mi mente el momento cuando lo conocí, los días que pasamos juntos en su clásico de los años 50´s, de como le veía pasar con aquellos que no eran de mi agrado y me saludaba con desgano.

Lo velaron en su casa de habitación a unas tres cuadras de mi casa, yo no estuve en el velorio, pero llegó mucha gente, pues su señora madre era una conocida maestra del barrio, yo observé todo desde el Árbol de don Mario, fue triste para mí, un trauma para mí, ver salir el ataúd con el cuerpo de aquel que un día se acercó a mí en busca de su identidad, yo me sentí mal por que de alguna manera tal vez no fui lo que él esperaba de mí, un hermano mayor que lo guiara por los buenos caminos, pero el resto de mis amigos seguían con vida y en los buenos pasos. ¿Qué pasó con Raúl? hasta el día de hoy no encuentro la respuesta.


A la memoria de mi tímido amigo Raúl. *1963- +1981.


Tomado del libro: "Historias de un Adolescente tímido 2" por SergioRaga


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