Difícil...
Cuando lo que fue amor
se convierte en rutina,
rutina hasta hablar, rutina hasta amar,
rutina ver caminar
su cuerpo desnudo hacia al baño
después de inventar caricias
nuevas al hacer el amor,
amor que ya no llega a la alcoba,
de la cama se alejó el amor
y la pasión en rutina se convirtió.
Difícil...
Cuando hay que fingir
al hacer el amor,
cuando un beso es condicionado
ya no deseado,
cuando las caricias son ásperas al tacto
y ya no es grato.
Difícil...
Cuando nada te estremece,
cuando todo es como cada día,
la vida es ahora una triste rutina,
cuando la ves y ya no tiemblas
como aquella primera vez.
Difícil...
Cuando ya no hay historias por contar,
cuando ya no hay nada para compartir,
cuando las velas sobre la mesa
y entre la penumbra se apagan
con un simple suspiro
por lo que fue ayer,
y la miras y ya no hay nada
de lo que te daban ganas de vivir.
Difícil...
Cuando todo se termina,
cuando caminas por caminar,
cuando nada te hace reaccionar ni funcionar al amar,
cuando las caricias que ayer te derritieron
hoy se congelan.
Difícil...
Cuando ya no hay anhelos, ni cielos para ver,
solo sientes la lluvia fría caer,
la bruma de la rutina a las estrellas te impide ver,
nada que hacer para revivir
lo que esta por morir.
Difícil...
Ver como cae en pedazos
lo que un día fue algo sólido,
una linda pintura que se la carcome el moho,
una escultura que se llena de popó,
una calle que ahora vacía está
por donde antes hubo tanto amor.
Difícil...
Para ti, como para mí,
pero el amor lo asesinó la rutina,
esa que arruina toda relación
que cayó en el desamor,
en la indiferencia y la inconsciencia
de no hacer nada
cuando el barco pierde el rumbo
y el faro que lo guía
para no encallar por la tempestad
se apagó.
Difícil...
Es ser simple observador del final
de lo que fue un gran amor.
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