La primera vez

Nunca será como la primera vez 
que acaricias sus labios con un beso tierno.

Nunca como esa primera vez 
que te dice que sí, 
después de una noche soñando 
con la respuesta a la pregunta de amor.

Nunca como la primera vez 
que te sonríe y tu corazón se agita 
queriéndose salir del pecho.

Nunca como esa primera vez 
que caminas a su lado por el viejo portal.

Nunca como esa primera vez 
que de casualidad se rosan la piel.

Nunca como la primera vez 
que la tienes frente a ti sin hablar.

Nunca como la primera vez 
que los ojos hablan 
y se recitan poesías de amor sin hablar. 

Nunca como la primera vez 
que te atreves a hablarle de amor.

Nunca como la primera vez 
que ella se interesa en escuchar el poema 
que le escribiste sin ser poeta. 

Nunca como la primera vez 
que recibes un papel,
con un corazón dibujado 
y en el interior dos iniciales.

Nunca como esa primera vez 
que aprendes por ella a besar. 

Nunca como la primera vez 
que la tienes cara a cara 
y ella acerca sus labios 
deseosos por ser besados. 

Nunca como esa primera vez 
que conoces el aroma 
y el sabor del aliento de su boca.

Nunca como esa primera vez 
que caes en brazos del amor, 
del primer amor.

Nunca como la primera vez...